Dutruel, los Reyes Magos y el portero que no sacaba de puerta

Por @13_danii

Ya he pedido perdón en alguna ocasión por esto, pero, un año, le pedí a los Reyes Magos la camiseta y los guantes de Dutruel. Parecía buena persona. Además, era el primer portero del Barça al que veía hacer dos paradas seguías entre gol y gol del contrario. Afortunadamente, SS.MM. fueron más sabías que aquel chiquillo y desestimaron la petición. Hoy, hiciera lo mismo con Ter Stegen, seguro que me lo traerían. Aunque, esta vez, les pediría sus botas.

El alemán reinventa cada tres días el concepto tradicional del guardameta. Durante estos años hemos ido conociendo su habilidad con los pies, su agilidad bajo palos, sus manos de acero o su increíble golpeo de balón con ambas piernas (ese 3-0 al Bayern) pero, con la llegada de Setién al banquillo culé, todo ha ido un paso más allá.

Principal elemento de la salida de balón azulgrana, el teutón parece empeñado en conseguir que ese niño que quiere ser portero deje de ser el raro del equipo. Cómo no vas a querer jugar por delante de los centrales, darle más pases a tu interior que a tus centrales o preferir conectar con el delantero antes que con los laterales. Si ya ni siquiera saca de puerta. Quién necesita sacar de puerta cuando eres Marc André Ter Stegen.

Hace ya un par de semanas que el Barça cayó en Bilbao en los cuartos de la Copa del Rey. Al equipo se le alabó, merecidamente, el juego desarrollado durante la segunda mitad de aquella noche. Hoy, sin embargo, me gustaría detenerme en la primera. Con un Athletic de ojos inyectados en sangre, buscando al Barça en su propia área y mordiendo hasta el último centímetro de su propia mitad del campo, los azulgranas persistieron en su idea de masticar la jugada, de salir según el plan establecido. Era la primera vez, en mucho tiempo, que el equipo catalán mantenía esa convicción tan necesaria en este club. Ahí es donde entra nuestro hombre. MATS, pese a perder tres, cuatro balones en el inicio del juego, siguió buscando conectar con Busquets, con Frenkie, incluso con Leo. Incorruptible ante el ambiente, la presión o la posibilidad de errar. Para unos, temeridad, para otros una bendición.

Y lo volvió a demostrar el pasado sábado, cuando, de forma incomprensible, una parte del Camp Nou silbó la forma de elaborar la jugada del equipo. Tras un pase equivoco, interceptado por Maksimovic, el cancerbero oteaba el horizonte mientras escuchaba los pitos de fondo. Medio minuto después, Antoine Griezmann fallaba incomprensiblemente un “penalti” en movimiento, con Soria ya batido.

Marc André terminó el encuentro siendo el quinto jugador con más intervenciones (73, más que cualquier jugador azulón), encontrando más veces a Griezmann que a sus laterales, o jugando más con De Jong que con Umtiti. Asimismo, el francés y Piqué realizaron varios saques de puerta para aprovechar la ausencia de marca del portero. El fútbol, que nunca para, irá resolviendo cuestiones al tiempo que provoca nuevas preguntas. Veremos si los equipos comienzan a saltar a Ter Stegen o  temen que esto provoque la aparición de un hombre libre en salida.

Mientras se deciden, Ter Stegen seguirá haciendo las cosas de Marc André. Así que, queridos Reyes Magos, ya sé que estamos en febrero, pero vayan ustedes haciendo acopio de camisetas, guantes y botas del número uno del Barça.