El Barça subsiste con lo puesto en Napoli

[Minuto 57. Stadio San Paolo, Nápoles] Prácticamente una hora de profunda parálisis futbolística en la que el Barça, falto de ritmo y preso de su propio bloqueo posicional, no encontraba alternativas para traspasar el sistema ultradefensivo del Nápoles. Pero, de pronto, ¡un destello! Busquets, clarividente, asistió en profundidad a Semedo, quien sirvió el gol a Griezmann [1-1].

Empate más o menos justo de un Barcelona que tiene como primer rival a sí mismo teniendo en cuenta que sigue sin solventar los problemas que presenta cada vez que juega una eliminatoria de Champions lejos del Camp Nou; fragilidad defensiva, lentitud en la circulación, presión inconsistente, exceso de calma, etc. Esta vez, su ‘segundo’ rival fue el Nápoles, un equipo difícil y minuciosamente organizado hasta que se agota.

Los de Gattuso no están, probablemente, entre los 16 mejores equipos de Europa, ni siquiera entre los cuatro mejores de Italia. Sin embargo, su técnico, consciente de la superioridad de su rival, propuso una auténtica encerrona, – por cierto – impropia de su habitual planteamiento en la Serie A, que resultó ser competitiva. Precisamente lo que no fue el Barça de Setién, que además estuvo desacertado.

[Minuto 30.] Una grave pérdida de Junior Firpo y un error en el marcaje de Nélson Semedo permitieron a Zielinski asistir a Mertens que, con clase, puso el balón en la escuadra de Ter Stegen [1-0]. El Barça intentó remediar el desastre a través de una posesión que apenas dio frutos debido al ritmo incomprensiblemente pausado de sus futbolistas, empeñados en conservar el balón demasiados segundos. Volvió el Barça de ‘hándbol’.

Si bien es cierto que la replegada disposición del Nápoles no facilitaba la posibilidad de generar ocasiones de gol, la superpoblación en el centro del campo del Barcelona tampoco, así como los cambios tardíos y la incapacidad de ofrecer recursos alternativos de ataque; desmarques, disparos desde fuera, centros al área, etc. Transcurrida la hora de juego, el desgaste de los italianos y la entrada de Arthur Melo oxigenaron a los culers que, por fin, encontraron espacios, aunque, una vez más, no estuvieron frescos para aprovecharlos.

El valioso empate fuera de casa tuvo su precio: un lesionado, Piqué, un expulsado, Arturo Vidal, un sancionado, Busquets, y dos apercibidos para la vuelta, Griezmann y Messi. Si a esto le añadimos la escasez de efectivos, la inmadurez del método Setién y el alboroto institucional, casi que el resultado en San Paolo merece una – moderada – celebración. La Champions sigue viva y la Liga… la Liga se juega el domingo en el Santiago Bernabéu. Que nadie se duerma.