Uno de los nombres más importantes del Barça de baloncesto en este parón por el COVID-19 es el del escolta Kyle Kuric. El jugador norteamericano con pasaporte eslovaco acaba contrato este verano y su caso amenaza con enquistarse, a la vez que despierta el interés de grandes equipos del continente europeo. Se espera su renovación, y se le debería renovar, pero la operación amenaza con encarecerse mucho más de lo previsto en el club.

Kyle Kuric se ha convertido en un elemento casi vital en can Barça. Llegó para tener un rol de tirador y, ante la falta de talento exterior del equipo el pasado año y en pleno proceso de adaptación, el escolta tuvo momentos brillantes y fases más oscuras, en las que no acababa de entender su papel en el equipo y el acierto careció de constancia. En la Copa del Rey fue clave para la remontada con sus triples imposibles, junto a Heurtel, a pesar de cometer la última falta absurda a Carroll, y al ganar el título pareció adquirir más estabilidad. Pero no ha sido hasta este año que realmente ha crecido.

En la presente temporada ha seguido siendo una gran amenaza exterior, y ha adaptado sus excelentes piernas y su extraordinaria capacidad de salto a las necesidades, mayoritariamente en el aspecto defensivo, del equipo, hasta el punto que se le ha visto taponar a jugadores mucho más altos. Y todo ello siendo más valiente en ataque y sin limitar tanto su fina técnica al tiro exterior como hacía en el curso pasado.

El papel de Kuric en el Barça actual parece muy establecido, y ha crecido en él hasta el punto de ser complicado ver a otro en ese rol actualmente. Casi como esos secundarios de las películas que son esenciales en la obra, y que para muchos pueden brillar más que algunos principales, un poco como el Robert Duvall en “Apocalypse Now” (Coronel Kilgore) o Cristoph Waltz en «Malditos Bastardos» (Hans Landa), por nombrar dos ejempos.

Además, mal hace el Barça de esperar para renovar al jugador, ya que el escolta salido de la Universidad de Louisville ha despertado el interés de muchos grandes europeos; se habló de Efes, equipo que podría venirle como anillo al dedo y en el que da hasta miedo verlo, pero los turcos renovaron a Beaubois  y parece que cerraron la puerta; se habló también del Real Madrid, qué mejor substituto para Carroll, pero ahí el Barcelona podría jugar la carta del derecho de tanteo, pero la gran amenaza parece venir del este, con el CSKA de Moscú y sus rublos, que no llevaban muy bien el luchar por la cuarta plaza como máxima aspiración en la fase regular de esta Euroliga.

Creo y espero que se le renovará, pero más vale que la directiva azulgrana sepa lo que hace, porque hay riesgo de perder una carta valiosa y de complicado reemplazo, como el bueno de Arturo Sánchez comentará la semana que viene.