Planificación Barça 20-21: Tomic es la cuestión

Si había alguna posición susceptible de ser mejorada de cara a la próxima temporada esa era la del pívot. A pesar del deseado fichaje de Brandon Davies las dudas no se han disipado y parecía que nuevamente iba que tener que acudir el Barça al mercado para completar un puesto que lleva años dándole grandes quebraderos de cabeza a la dirección deportiva del club, pero la situación actual podría cambiarlo todo.

No será por cantidad ni calidad, pero Pesic no ha dado con la tecla para hacer funcionar la batería de centers del equipo. Ninguno ha acabado de imponerse e incluso ha probado no pocas veces la opción de Oriola+Mirotic para darle más dinamismo al ataque del equipo. La ausencia de un base puro seguramente tenga mucho que ver con el irregular rendimiento de la pareja Tomic-Davies, pero lo cierto es que individualmente podrían haber estado mejor y Pesic no tiene claro todavía quién es su “5”.

Veamos caso a caso:

– Brandon Davies: El norteamericano llegó de Zalgiris como ese pívot moderno que igualara la pintura del Barça a la de los otros contenders, y durante el primer mes hizo creer que así sería. Con perspectiva habría que reconocer que fue un comienzo irreal para un recién llegado y que era lógico que su rendimiento se normalizara, pero el tiempo nos ha presentado una irregularidad manifiesta. Ha seguido haciendo buenos partidos, pero sin un rendimiento constante durante la temporada. De hecho esto se traduce en los minutos que promedia en Euroliga. Él debería estar en el grupo de Higgins y Mirotic (en torno a 27’) y se queda en 20’.

Venía de un equipo donde el colectivo lo es todo y aterrizó en uno en construcción, con más individualidades que juego coral y sin bases naturales, por lo que en muchas ocasiones le ha pesado tener que buscarse las habichuelas él solito. No tiene tanto talento como para generarse de manera sostenida sus tiros, así que cuando las cosas no le salen su juego se traduce en ansiedad y malas decisiones. Aun con esta irregularidad no ha llegado todavía el momento de preocuparse. Ha demostrado estar físicamente bien, tiene confianza y simplemente necesita que el equipo le dé algo más para ver su mejor versión. Con lo que ha hecho le da para ser el pívot titular cuando se disputen los minutos comprometidos (si se disputan).

– Ante Tomic: El arranque de temporada de Davies invitaba a pensar que Tomic estaría mucho menos presente este año, y aunque ha sido así en la práctica ha seguido teniendo una importancia notoria. Y eso que es la temporada en la que más se le notan sus 33 años, pero sigue aportando cosas al equipo que le hacen ser todavía tremendamente útil. Y es que en un conjunto sin grandes automatismos como colectivo su sola presencia ayuda a darle cierta fluidez al juego gracias a su lectura del juego. Ahí es donde el de Dubrovnik le está ganando la partida a Davies.

Tomic acaba contrato y en una temporada normal segurísimo que el Barça se hubiera planteado su salida y el fichaje de un gran pívot en su lugar. Una salida con honores por su gran trayectoria en el Palau y ojalá culminada con un gran título como despedida, pero es uno de los puestos donde el equipo ha flaqueado y hay posibilidad manifiesta de mejora, así que era razonable que el club se planteara un cambio. Sin embargo la situación actual podría variar el rumbo y su continuidad con reducción de ficha es una posibilidad muy real.

– Artem Pustovyi: El pívot ucraniano pareció un fichaje incomprensible cuando se le ficho, durante el tiempo que ha estado en el equipo y también lo será cuando se vaya. Una incorporación que escapa al entendimiento de los que estamos fuera del club, especialmente sangrante porque además el club pagó por su traspaso. Sin entrar en más detalles de una operación más política que deportiva, seguramente, lo cierto es que sin ser jugador nivel Barça sí podría haber gozado de más minutos.

Porque Pustovyi ha sido productivo casi siempre que ha pisado la cancha y algo más de bola se le podría haber dado, sobre todo cuando tus pívots no te están convenciendo. Si la intención del Barça es reducir la plantilla a 13 él tiene bastantes papeletas para salir del club y cumplir el año de contrato que le resta con alguna cesión. Más probable esta salida que la de Pau Ribas o Smits, por ejemplo, pudiendo Oriola ejercer de tercer «5» más a menudo, aunque el salario de Pustovyi no va a ayudar a colocarlo fácilmente en ACB.

Así pues, casi toda la planificacion en torno al pívot pasa por la continuidad o no del capitán Ante Tomic, y partiendo de esta base se pueden contemplar tres escenarios:

  1. Renovación a la baja manteniendo el mismo rol
  2. Renovación a la baja reduciendo su rol con el fichaje de un nuevo pívot
  3. Salida del equipo y fichaje de otro center

Seguramente hace unos meses no hubiera habido operación más redonda para solventar el tema que la salida del de Dubrovnik y el fichaje de Nikola Milutinov, que parecía perfecto para la idea de Pesic, pero su incorporación a CSKA parece un hecho y además ahora mismo supondría una carga insoportable para las arcas de la sección.

Si se diera el paso de finiquitar el paso del croata por Barcelona el club debería meterse en la búsqueda de un sustituto con las ideas muy claras, sabiendo lo que se busca de manera muy concreta. Si se busca otro jugador estilo Tomic, con juego de espaldas y distribución o un perfil más defensivo. Si los centímetros son innegociales o se acepta otro jugador atlético aunque sea más bajo. En mi opinión, al margen del perfil lo que no debería hacer el club bajo ninguna circunstancia es quedarse a medio camino con el nuevo pívot, de tal manera que la apuesta ha de pasar por jugadores que puedan tener recorrido aunque cuesten más o jugadores que puedan firmar un año y en 2021 hablamos. El club y Pesic tienen poco tiempo como para andarse con experimentos, por lo que nombres tan interesantes como Jock Landale, Zach Hankins o John Hamilton los descartaría, así como a Ekpe Udoh porque seguramente estará fuera del alcance económico.

Aquí una lista de seis posibles relevos para Tomic, más un séptimo que solo contemplaría en caso de sustituir a Pustovyi, nunca al croata:

Vincent Poirier

Con casi total seguridad el mejor candidato, incluso por encima del propio Milutinov, aunque su llegada está supeditada a un corte de los Celtics, donde apenas ha jugado. Le queda un año de contrato a razón de 2.6 millones de dólares y bien haría el Barça en controlarle muy bien para ahora o para el próximo verano. Otro tema que no está nada claro es si habría que compensar de algún modo a Baskonia si es todavía poseedor de sus derechos.

Tampoco hay que descubrirle demasiado porque en los dos años de Baskonia ha demostrado perfectamente lo que es, mostrando además una evolución extraordinaria. 2.13 con una envergadura imponente, con una coordinación admirable y mortífero cerca del aro rival. Eso lo traía de serie, pero en Vitoria evolucionó en otras facetas. Sus movimientos cerca del aro mejoraron, así como su juego de pick and roll e incluso su tiro desde 3-4 metros, uno de los campos que le pueden catapultar a ser un pívot mucho más completo.

Bien es cierto que a pesar de su tamaño tiene posibilidad de mejora defensiva, pero es un jugador por el que realizar una gran apuesta porque lo tiene todo para ser un pívot determinante en Europa durante muchos años. La situación económica actual no es propicia, pero es una apuesta segura. Y si no sale este año y sigue igual en Boston le daría un año de margen al Barça para recuperarse de esta crisis, observar la evolución de Brandon Davies y que en 2021 no se escape de ningún modo. El club debe saltar a por él en cuanto esté libre.


Ante Zizic

El pívot croata sonó para reforzar al Barça antes de dar el salto a la NBA, pero su meteórico crecimiento le llevó a una brevísima experiencia en Darussafaka, donde fue creciendo hasta ser un hombre importante en la serie de 1/4 ante el Real Madrid y luego hizo las maletas rumbo a la NBA, donde tras tres temporadas no ha «roto» como algunos preveían. En la 2ª parecía despegar, pero en esta 3ª ha jugado 22 partidos promediando 10 minutos de media, sufriendo además algunos problemas de vértigos, así que ahora que acaba contrato una vuelta a Europa suena bien.

Hablamos de un pívot más de los 90 con toques modernos, muy balcánico. Seguramente ese juego clásico que ofrece y quizá la falta de explosividad le han condenado en USA y se adapte infinitamente mejor a Europa, donde realmente sí podría ser dominante. No ha mejorado tanto como debía en estos tres años, pero está a tiempo.

Si hablamos de sus puntos fuertes hay que mencionar su capacidad para el pick and roll, donde es bueno saliendo al bloqueo y ágil para atacar la canasta. En la pintura a pesar de su tamaño se desenvuelve con soltura posteando, resultando ciertamente imprevisible porque puede acabar por los dos lados pese a no ser un fino estilista. Una pena que no haya evolucionado su tiro de 4-5 metros porque tiene capacidad para hacerlo, como demuestra su porcentaje de acierto en tiros libres, por encima del 70% en su aventura americana.

Defensivamente no es diferencial y su capacidad tiene que más que ver con su propia naturaleza que con verdaderas virtudes. Intimida por su envergadura y sus largos brazos, no tanto por su capacidad de salto, intensidad u otras aptitudes. En Estados Unidos esto le ha pesado, pero en Europa lo que sume adelante debería compensar no ser élite en su propia canasta.

En definitiva, una proyecto de estrella que de momento no ha sido así y que necesita jugar si no quiere estancarse de manera definitiva. Va a ser agente libre, no parece tener segura su continuidad en la NBA, tiene el pasaporte europeo y solo 23 años, así que si los informes que maneje el Barça del croata siguen siendo positivos es otro jugador por el que hacer un esfuerzo.


Arturas Gudaitis

Hace año y medio el pívot lituano era una de las grandes sensaciones de la Euroliga. Su crecimiento en Milan había sido extraordinario, el equipo italiano le acababa de renovar y opositaba a ser uno de los grandes referentes interiores de Europa en los años venideros, pero una grave lesión de ligamentos le frenó en seco en un extraordinario momento y todavía no se ha recuperado.

Durante este tiempo en el dique seco Kaleb Tarczewski fue consolidándose en el equipo, convenció claramente a Messina, se hizo con el puesto y el equipo lombardo parece apostar decididamente por él, así que el escenario para Gudaitis ha cambiado y bien podría contemplar una salida. En Milan debería seguir teniendo minutos, pero ahora mismo el pívot polaco está muy por encima y no le va a dar espacio para crecer.

Es un jugador interesante, pero la lesión le ha hecho daño a un jugador sin excesivos recursos y que sacaba mucho provecho de su físico. Un muy buen jugador de pick and roll que no se complica demasiado y se limita a lo que sabe hacer. La mayoría de sus puntos provienen de estas situaciones, de rebotes ofensivos, canastas fáciles y tiros libres gracias a las bastantes faltas que saca producto de su valentía para atacar el aro rival (en torno al 75% en TL en sus tres campañas en Milan). No puede ofrecer tiro desde media distancia y tampoco es fiable en movimientos al poste, aspectos en los que sí debería tener mejora porque tiene capacidad.

Defensivamente está muy lejos de ser Top, pero tampoco era un desastre. Es verdad que sus movimientos laterales no son buenos y le lastran a la hora de defender a interiores abiertos, pero debajo de la canasta sí tenía capacidad de intimidación porque no era nada blando. Hablamos en pasado porque realmente el jugador es otro desde la lesión y necesita minutos si quiere volver a ser el que era.

¿El Barça se los podría dar? El Gudaitis pre-lesión sí hubiera sido un relevo de mucho nivel para Tomic aun sin tener los recursos del croata, pero ahora todo pasa por su físico. Seguramente un regreso a Zalgiris le vendría de fábula para ganar minutos y responsabilidad, pero ha sonado para Zenit o Real Madrid y eso indica que todavía se le tiene fe al lituano. Si recupera su tono físico es una opción interesante, aunque tiene contrato y habría que negociar una rescisión que quizá Milan no ponga demasiado cara.


Tibor Pleiss

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero como la primera tampoco salió demasiado bien incluyo al alemán en la terna para un posible relevo de Tomic. Una de las razones por las que aquel experimento Ante-Tibor no salió bien fue que eran dos jugadores ciertamente similares, en físico, defensa e incluso indolencia. Si ahora volviera para formar pareja con Brandon Davies podría salir bien, mal o regular, pero ya no sonaría redundante.

Desde que salió de Baskonia su carrera fue claramente hacia abajo, amenazando con apagarse. Ni siquiera en su regreso a Europa pareció encontrarse, pero Efes apostó por él para complementar a Bryant Dunston y por fin se ha visto una buena versión del alemán, quizá la mejor posible. No va a ser ese jugador que apuntaba en sus inicios, pero encontró su sitio en un equipo aspirante aportando desde el banquillo y siendo a veces incluso decisivo. Sin embargo no parece ser suficiente y los turcos parece que prescindirán de él para traer otro interior, apostando además por la continuidad de Singleton en el “4-5” o la energía de Sanli.

Y pocos pívots son tan productivos como él, siempre sumando números jugando poco o mucho gracias a su talento. Su buena mano le permite anotar desde cualquier distancia. Bien es cierto que su juego al poste no ha evolucionado demasiado, pero de cara al aro es cada vez más temible, por no hablar de su eficacia desde la personal. El problema que parece no va a corregir es el de la intensidad, defensa y rebote. Es un jugador que puede compensar si tu plan A es lo suficientemente potente como para que él sea un jugador de rol, no tanto si lo que necesitas es otro argumento tan sólido como el A, que es lo que ha necesitado este año el Barça.

Es una opción interesante porque además no debería ser una operación muy costosa y comunitario, pero se sostendría solo si Brandon Davies ofreciera una mejor versión que la que ha mostrado este año. Y ni que decir que el déficit defensivo en la posición no mejoraría con el germano por el croata, sería peor. Un fichaje, en definitiva, más para salir del paso en una situación complicada que una apuesta firme.


Alex Tyus

Un viejo rockero. El jugador carga a sus espaldas una larga carrera en Euroliga, pero este pasado verano no llegó a un acuerdo con Maccabi para seguir y acabó firmando un lucrativo contrato 1+1 con Unics Kazan a pesar de jugar Eurocup. En Rusia ha seguido demostrando que es jugador Euroliga y que esa competición se le queda pequeña.

Tiene poco misterio Tyus, la verdad. Un baloncestista relativamente simple, que sabe hacer no excesivas cosas pero que sabe cuál es su profesión. Un buen defensor pese a sus solo 203 centímetros, pero que gracias a su capacidad de salto se convierten en mucho más. Esto le permite defender más allá del aro sin perder capacidad de intimidación cerca de él. Está lejos del impacto que han tenido otros centers pequeños como Dunston y Hines, sobre todo, pero es un jugador que ha sonado en más de una ocasión y que podría resultar interesante.

Su repertorio en ataque es limitado. Su aportación proviene de rebotes ofensivos, situaciones de pick and roll que muchas veces acaban en alley oop y también tiros de media distancia gracias a una mecánica muy rápida para armar el brazo. En el poste no tiene demasiados recursos ni para él mismo ni para sus compañeros. No tiene el talento para crearse sus propios tiros ni demasiada visión, así que sus equipos han reducido su papel al juego sin balón, que es donde se muestra efectivo.

Precisamente por ser un perfil enfocado a la defensa y a la finalización hablamos de un cambio radical respecto a Tomic y por ello podría resultar de interés. Su contrato es elevado, aunque no se sabe de qué depende ese 2º año en Kazan, pero en caso de buscar un perfil defensivo, de rendimiento inmediato y con conocimiento de la competición Alex Tyus debería ser considerado.


Thomas Robinson

El ex jugador de los Lakers regresó de China para jugar un mes (ampliable al resto de la temporada) en Khimki por la lesión de Evans, pero solo cuatro partidos pudo disputar con los rusos antes del parón. Era su 2ª etapa en el equipo moscovita, donde ya estuvo a las órdenes de Bartzokas en la 17-18.

Thomas Robinson no ha terminado de ser lo que se esperaba de él, incluso dentro de sus limitaciones. Se sabía que era un jugador muy plano, enfocado a la defensa y la finalización, pero ni siquiera ha sabido hacerlo con la continuidad requerida si quiere ser ese tipo de jugador. Cuando se le mira se ven a dos jugadores, el que debería ser y el que es.

Por sus condiciones podría ser ese pívot atlético que ha tenido un gran impacto en Europa en la última década. No tiene muchos recursos con balón, pero sí una exuberancia física como para ser un buen jugador de pick and roll e incluso desarrollar un tiro fiable de 4-5 metros que a veces insinua. Ese físico le debería valer para ser un buen defensor, tanto debajo del aro por su capacidad de salto como perimetral. La realidad es que tiene una lectura de juego muy mejorable, no acabó de entender el basket europeo y seguramente por eso no encajó en aquel equipo de Bartzokas, especialista en jugar con este tipo de pívot. Su problemas desde la personal tampoco le ayudan, aunque en su experiencia en China se advierte cierta mejoría. Y es un jugador productivo, aunque tendrá que mejorar su problema con las faltas si quiere tener continuidad dentro de los partidos y así convertirse en un jugador en el que poder confiar.

El perfil descrito solo sería de interés para el Barça si lo que se busca es ese perfil y si se confía en que puede aprender. Tiene 29 años y ya hace tiempo que debía haber crecido, pero sigue teniendo un buen potencial y hay quien todavía cree en él. Como una opción muy específica para un año y sin gran coste no parece descabellado.



*Pau Gasol

Mucho se dijo sobre el número 16 hace un par de meses cuando dejó caer la posibilidad de volver al Barça, aunque hace poco volvió a enfriar el asunto. El caso es que nunca había estado tan cerca como ahora simple y llanamente (y perdón por la expresión) porque no tiene “donde caerse muerto” en la NBA. Lleva 30 partidos en las dos últimas temporadas, a los 39 años su cuerpo no responde y si no hay oferta NBA volver al Palau ya sería opción. Lo que seguramente le dolerá al culé es que la motivación parece claro que es Tokio y no la consecución de la Euroliga, el único gran título que le falta (el oro olímpico es imposible).

Dejando a un lado el insalvable muro que ha colocado durante todos estos años Pau Gasol respecto al Barça es imposible justificar su incorporación si no es como tercer pívot, por lo que habría que dar salida a Pustovyi. Dada su edad y su deterioradísimo estado físico considerarlo como posible relevo de Tomic y 2º pívot es una absoluta temeridad. Es absurdo pensar que Pau Gasol vaya a asumir el rol de Pustovyi por muy mal que esté, pero al 20% ya aportaría más que el ucraniano y todavía podría ser útil. El Barça podría ser sensible con él y su aspiración de llegar a Tokio, pero él debería adaptarse a los ritmos del club y no al revés.

Deportivamente hablando podría ser un refuerzo de valor a poco que esté medianamente bien, pero está claro que su fichaje además tendría un impacto mediático extraordinario para la sección. Volver a vestir a Pau Gasol con la casaca blaugrana sería un golpe de efecto de gran valor para la institución. Ya es embajador, pero verlo visitando cada pista ACB y Euroliga como jugador del Barça sería francamente emotivo.

El Barça ha de ser inteligente en la gestión de su posible llegada, pero teniendo muy claro que no debería darle a Pau Gasol nada que él no haya dado al club. No se puede tratar su fichaje como uno más porque él no es uno más, pero sí tener muy claro que el club está por encima, que a lo que se dedica es a competir y ganar y que quien se sume ha de tener muy claro que la prioridad es el Barça. Sí no está en condiciones de competir no hay sitio para él por muy leyenda del basket que sea. Si no está dispuesto a asumir el rol que el entrenador le asigne que busque en otro lado. Y si pretende utilizar al club como pretemporada para la cita olímpica que no cuente con ello. Amor con amor se paga.


La sensación es que el Barça iba a fichar un pívot sí o sí, bien para acompañar a Tomic o para relegar al croata a un tercer lugar, pero la situación obliga a un cambio de planes y la continuidad del de Dubrovnik parece hoy día lo más probable. Y parece lo más razonable. Dicen que «mejor malo conocido que bueno por conocer», y en este caso Ante Tomic asegura cierto rendimiento, un total compromiso y a un módico precio, así que para traer a alguien que es muy posible que no le mejore mejor quedarse como se está y no forzar la economía del club. Hay que confiar en que la 2ª temporada de Brandon Davies sea mejor y no se eche en falta otro gran pívot, cosa que tampoco parece descabellada. Solo una gran oportunidad debería alterar los planes del Barça, y de los nombres mencionados solo Poirier parece una garantía y por él si valdría la pena hacer una gran inversión incluso en este mal momento, pues tarde o temprano tendrás que hacerla porque parece un fichaje estratégico. El Gudaitis de antes de la lesión también era cosa seria, mientras que con Zizic existe el temor de que no valga lo que posiblemente costaría firmarle.