Planificación Barça 2020-2021: Delaney

Como cada año a estas alturas empezamos una serie de textos sobre la planificación del Barça 2020-2021. Las circunstancias son tan extraordinarias e imprevisibles que lo mejor es hacer el análisis de la manera más fiel posible teniendo en cuenta cómo se quedó el equipo antes del parón sin entrar demasiado en posibles condicionantes derivados de la actual situación.

Como ya ocurriera el curso pasado no será un texto por posición, sino análisis de cambios concretos que puedan darse en el roster, que entendemos serán mínimos. No tendría sentido dedicarle un texto al puesto de alero, por ejemplo, dado que está mejor que cubierto y con contratos en vigor. Así pues, empezaremos por los cimientos, por el base.

Comenzó el Barça el verano pasado la gestión del “1” sumido en un mar de dudas. El base que había dado buen rendimiento acababa contrato, el que había decepcionado tenía un año más por delante y el deseado parecía encajar más con el que no tenía contrato. La fórmula perfecta pasaba por renovar con subida salarial a Heurtel, cortar el suculento año que le restaba a Pangos y superar el contratazo que le ofrecía Fenerbahce a Sloukas. Otra gran esfuerzo económico en una sección que ya había realizado varios con Davies, Higgins y, sobre todo, Mirotic. Finalmente y sin la mayor convicción porque era la apuesta que no había acabado de funcionar en la 18-19, el Barça apostó por el Heurtel-Pangos, confiando en un 2º mejor año del canadiense y el paso definitivo de Heurtel para estar con los mejores.

Lo cierto es que las señales que había mandado Kevin Pangos en aquellos últimos meses de temporada no fueron nada buenas. A su ya de por sí rendimiento irregular le sumó un decepcionante cruce de 1/4 ante Efes en Euroliga y una preocupante final ACB ante el Real Madrid. El naufragio en las dos citas más importantes del equipo evidenciaron que sería muy difícil que el ex de Zalgiris se sobrepusiera a la situación porque fue superado cada partido y no hubo reacción ninguna. Tampoco el Mundial ayudó a despejar dudas, pues su papel con Canadá fue más que discreto.

Ya se sabe lo que pasó después. La inoportuna y grave lesión de Heurtel varió los planes del club, que no podía dejar su proyecto en manos de Pangos, y se hizo un movimiento ambicioso con Malcom Delaney justo cuando el canadiense cayó lesionado para 4-6 semanas, que luego han sido infinitas (este tema da para tesis).

Así pues la dirección deportiva del Barça deberá tomar decisiones para conformar los bases que regirán el destino del equipo. Tres o cuatro asuntos sobre la mesa de Nacho Rodríguez:

– Qué hacer con Kevin Pangos.

– Renovar o no y a qué precio a Malcom Delaney.

– Papel de Leandro Bolmaro.

– Fichaje del base que acompañe a Thomas Heurtel (si no sigue Delaney).

  • La primera cuestión parece muy clara. Por los motivos que sean (cambio de equipo muy acusado, nivel real, falta de adaptación etc) Kevin Pangos va a engrosar la lista de bases de nivel fracasados junto a los Ilievski, Ukic o Rice. A las dudas de su juego se suman las de su estado físico y lo mejor que le puede pasar al de Ontario es dar un paso atrás, firmar por otro equipo, recuperar su nivel y tomar impulso para volver a tener la oportunidad de volver a un grande. Seguramente ya tendrá propuestas de buenos equipos, pero tras un año en blanco quizá lo mejor sea un reto algo menor sin demasiada presión y con minutos garantizados. Valencia o Baskonia serían buenos destinos y también un regreso a Zalgiris siguiendo el ejemplo de Westermann. Jasikevicius busca base y seguro que lo recibe con los brazos abiertos.
  • ¿Qué hacemos con Delaney? He aquí el quid de la cuestión. El rendimiento del base norteamericano ha sido una de las grandes noticias de la temporada del Barça. No ha sido tan regular como Mirotic, pero sí especialmente puntual cuando el equipo más le ha necesitado. Con su anarquía ha solventado partidos que se le habían atascado a los de Pesic. Cuando el colectivo no respondía ahí estaba él para rescatarlo con sus triples, especialmente. Esa muestra de personalidad en los momentos delicados, ese clutch, es su mayor aval para ganarse un nuevo contrato. No es un base puro, hay partidos en los que apenas tiene presencia (casi siempre intranscendentes), con frecuencia toma malas decisiones y no parece el compañero ideal para formar pareja con Heurtel, pero es una certeza de la que será difícil prescindir para el Barça.
  • La gestión de los jóvenes talentos es un asunto delicado en los equipos grandes, exigidos por los resultados inmediatos y sin tiempo para darle cocción a los chicos. Esto se amplifica cuando hablamos del Barça, que además arrastra una trayectoria reciente con la cantera muy poco alentadora. Y ahí aparece el argentino Bolmaro, un jugador sumamente especial que se ganó minutos cuando apenas había efectivos en la posición de base y que luego desapareció cuando ya no se le necesitaba. No le ha dado motivos ni cariño el Barça para que no emprenda la aventura americana ya mismo. Se negó a cederlo a mitad de temporada por el «y si…» y finalmente no ha crecido durante estos meses como debiera. La realidad es que si se queda a la hora de la verdad el tercer base será Hanga o incluso un envejecido Pau Ribas, así que lo mejor es que salga cedido o se vaya a USA. Otro chico más al que el Barça no le va a sacar nada de jugo más allá del dinero que deje en caja y que seguro la directiva culé ve con  buenos ojos dada la precaria economía de la entidad.
  • Llegados a este punto todo pasa por la continuidad o no de Malcom Delaney. El estadounidense se ha mostrado dispuesto a seguir, pero ya ha subrayado que depende de él y la gestión del club con la crisis del coronavirus tampoco ha ayudado, así que el escenario es incierto. Bien podría ser una baza del jugador para presionar buscando un contrato de más años y más cuantioso, pero su salida es una opción realista ante la que debería estar preparado el Barça si se produce.

Aquí una serie de nombres que podrían relevar a Delaney:

Kostas Sloukas

El griego no estuvo lejos de vestir de blaugrana el verano pasado, pero finalmente aceptó seguir en Fenerbahce tres años más, aunque con cláusulas liberatorias durante el mismo, parece ser. Ya ha dicho que si Obradovic sale del equipo el escenario cambiaría para él y se podría plantear otro reto. ¿Es realista que esto pase? Desde hace un par de años se viene escuchando la bajada presupuestaria del equipo de Estambul (ahora se publica impagos desde diciembre), pero lo cierto es que han seguido manteniendo a sus figuras y trayendo nuevos fichajes. Bien es cierto que al margen de lo económico el proyecto parece haber llegado a su fin, sobrepasado por Efes en Turquía y haciendo en esta Euroliga 19-20 su peor participación desde que Zeljko está allí. Además el serbio se ha mostrado especialmente derrotado en varias ocasiones. Que Fenerbahce necesita un nuevo rumbo parece claro, pero no se sabe si le confiarán el cambio a Obradovic o él mismo decidirá terminar aquí. Si eso sucede es cuando el Barça podría entrar en escena, aunque Olympiacos matará por él.

¿Es un jugador por el que sacrificar a Delaney aunque el americano quiera seguir? Por perfil desde luego parece más apto para complementar a Heurtel, sin duda. Delaney le ha sacado al Barça de muchos atolladeros, pero es de prever que ese papel lo asuma un Heurtel al 100% y Sloukas sería el encargado de mejorar al colectivo. Sin embargo el heleno, si bien sus números no lo han reflejado, en el último año (desde algo antes de la F4 2019) ha dado alguna señal de caída. Es posible que se deba a la enorme carga que ha asumido en un equipo donde Muhammed se ha hecho muy mayor, en el que Ennis se rompió nada más llegar, donde Westermann da para lo que da y en el que De Colo todavía no se ha hecho con los mandos, perdiendo además en el trayecto a hombres como Wanamaker o Guduric (no digamos Bogdanovic), todos ellos jugadores que le descargaban de responsabilidad.


Lorenzo Brown

La temporada de Lorenzo Brown no es de esas que catapultan directamente a un grande con un buen contrato, pero estos meses del base norteamericano en Belgrado le han dado cierta credibilidad frente a cualquier equipo que esté interesado en un «1» con experiencia y capaz de ofrecer estabilidad en la posición. Ha liderado al equipo serbio en la lucha por los Playoffs y se ha ganado entrar en las quinielas de mejores equipos para reforzarse, si no como primer base sí como segundo. Uno se lo imagina perfectamente titular en varios equipos Euroliga y como 2º base en la mayoría, por ejemplo.

No es un jugador que sea un 10 en nada, pero sí un 6-7 en bastantes cosas. Buena altura para el puesto acompañado de una condición física excelente, lo que le hace ser un buen defensor atrás y muy agresivo en ataque. Un jugador con un buen primer paso y con cierta explosividad, lo que le convierte en un gran finalizador cerca del aro. Esta combinación de físico, actitud defensiva y potencia le convierten en un jugador muy peligroso en transición. Podría decirse que su IQ es buena y también su dirección, lo que le capacita bastante para mover a sus equipos. Sus limitaciones ofensivas le han obligado a ser cada día más inteligente.

Porque aquí viene lo peor de él: no es un buen tirador. Puede anotar desde fuera, sí, pero su primera intención siempre es penetrar para acabar él o doblar. El hecho de que en esta Euroliga haya intentado el triple de lanzamientos de dos que de tres ya lo dice todo. La teoría dice que el Barça tiene jugadores suficientes para que Brown delegue en ellos los puntos que quizá a él le falten, pero lo cierto es que este año el Barça ha necesitado los triples de Delaney, aunque sería de esperar que Heurtel asumiera ese papel. Una pareja entre el francés y Brown suena peor que con Delaney, pero más equilibrada.


Martin Hermannsson

EL jugador islandés ha sido una de las grandes sensaciones de la Euroliga 19-20, aprovechando como nadie el escaparate de la competición para presentarse justo en el año que acaba contrato. Jugar sin ninguna presión por los resultados ha sido un alivio para todo este fabuloso Alba de Aito, pero de todas las buenas noticias del conjunto alemán él quizá haya sido la más atractiva.

Es un jugador que es puro talento, con un catálogo ofensivo completísimo. Son 190 centímetros de un físico ligero y quizá poco explosivo, pero rápido y con múltiples recursos. Le falta ser más consistente en el tiro de tres, pero a pesar de no ser un jugador demasiado potente es tremendamente valiente y agresivo a la hora de atacar la canasta rival. Realmente sus puntos están muy diversificados entre el triple, los tiros de 6 metros amenazando con la penetración y finalizaciones cerca del aro. La enorme fluídez con la que juega el conjunto de Aito le ayuda, por supuesto, pero además es especialmente interesante su capacidad para jugar con y sin balón, para ser «1» y «2». Quiere el balón, pero no abusa de él, y cuando le toca dirigir a un compañero (Siva, Mason) es capaz de liberarse y tirar, sin ser un especialista.

Este talento natural y polivalencia para desenvolverse en los dos puestos invitan a pensar en él como un combo de enorme futuro en la competición pese a que ya va camino de los 26 años, así que le llega el momento de dar el siguiente paso. Lo ideal para él sería un salto más moderado a un equipo Euroliga más ambicioso y con más presión pero soportable. Un Zalgiris o un Baskonia, pero si la necesidad aprieta para el Barça podría ser una opción interesante.

¿Lo negativo? Defensivamente es un jugador endeble y con no demasiado margen de mejora. Hablamos de un perfil bastante parecido a Thomas Heurtel, el que sería su acompañante en la posición, así que por mucho que Hanga pueda ser un recurso interesante en la posición ese Heurtel-Hermannsson suena redundante.


Maodo Lo

Empezó bien la temporada, dando el paso adelante que le exigía su equipo hasta convertirse en el referente exterior del equipo, pero cuando el conjunto alemán se fue cayendo y el técnico Radonjic salió de Munich Lo también renunció a la temporada, al menos hasta las últimas jornadas disputadas, cuando su rendimiento se normalizó.

Podría decirse que Maodo Lo no es un jugador demasiado complejo, con virtudes muy marcadas y que no se complica en exceso en lo que no se le da tan bien. Es un jugador con un buen físico, un muy buen primer paso y con habilidad con el balón, y por eso sorprende la dependencia que tiene del triple, porque con algo más de finura podría ser un mejor finalizador cerca del aro.

Su capacidad de lectura no es la mejor y por eso su promedio de asistencias no había sido reseñable hasta este año, donde sí se aprecia una mejora importante. Le saca poco provecho a ese bloqueo+continuación para el que tiene aptitudes por esa falta de talento cerca del aro, por lo que realiza este movimiento para encontrar siempre al compañero libre más que para acabar él. Así que sus puntos provienen básicamente del triple, donde está en un gran 42’6% en Euroliga.

El jugador alemán acaba contrato y está en ese punto en el que o despega o se queda, así que debería agarrarse a cualquier propuesta Euroliga que se le presente. En cuanto a nivel parece alejado de Delaney, pero es una opción a valorar si finalmente el americano no sigue y no hay opción de un jugador de nivel similar.


Nigel Williams-Goss

Con el jugador de Utah ya entramos de lleno en el terreno de la especulación, en el «Si…» Firmo tres años con la franquicia de Salt Lake City a razón de algo menos de 5 millones de dólares por la totalidad del contrato, por lo que tendría que ser cortado para volver al radar del Barça y de varios equipos europeos más. Lo cierto es que su temporada en la NBA no ha sido lo que esperaba. Ha tenido muchos prolemas físicos y cuando ha estado disponible apenas ha contado para su entrenador, así que está por ver si le dan una nueva oportunidad en Utah, puede entrar en alguna operación o es cortado.

Hablamos de un jugador completísimo que aún no ha hecho su gran temporada en Europa. Tras destacar en Partizan Olympiacos le echó el lazo y allí estuvo a buen nivel en un equipo que se fue hundiendo poco a poco para irse finalmente a USA sin haber explotado. Seguramente necesitaba un año más en Euroliga para alcanzar su mejor nivel y ahora lo mejor para su carrera es una vuelta a Europa donde poder disfrutar de minutos y responsabilidad.

Williams-Goss domina prácticamente todas las facetas del juego. Con sus 192 centímetros y sin tener un físico especialmente explosivo utiliza su cuerpo de maravilla. Prioriza acabar cerca del aro, que es su primera intención cuando inicia su ataque. Una vez ha superado al defensor es valiente para irse contra los interiores rivales o frío para pararse y lanzar desde 3-4 metros. Una faceta especialmente destacable en él es su capacidad para jugar de espaldas. Es tremendamente habilidoso para irse al poste bajo contra su defensor y sacar ventajas, bien acabando él mismo o buscando a un compañero. También en transición es peligrosísimo.

Y no es un jugador demasiado fino ni estético tanto para finalizar como para lanzar, pero sí efectivo. No es un super anotador y tiene que ser más consistente con su lanzamiento exterior, en el que prioriza el tiro desde media distancia sobre el de tres puntos, donde destaca cuando recibe liberado, no tanto creándoselo. Como organizador no es especialmente creativo pero sí inteligente, con una buena toma de decisiones. En la misma línea su defensa, donde está lejos de ser un jugador dominante pero no es difuso y sí trabajador. En definitiva, un base capaz de hacer muchas cosas y que parece perfecto para complementarse con Heurtel por el equilibrio de su juego y esa capacidad imponer un ritmo distinto al del francés pero sin dejar de ser una amenaza.


Pierriá Henry

La temporada de Henry en Vitoria no ha sido fácil y sí bastante irregular. La inestabilidad del equipo, del banquillo y los problemas de lesiones en la posición de base dejaron al americano en una posición algo incómoda y teniendo que asumir quizá una presión demasiado elevada para un debutante en Euroliga. Tuvo un buen inicio, luego atravesó un bache que amenazó incluso su continuidad y volvió a la buena senda tras un partidazo ante el Barcelona, precisamente. La información inicial es que firmó un año, luego tres y quizá haya cláusulas de corte por ambas partes. En cualquier caso hablamos de un jugador bastante particular que podría encajar.

Tras un año en Gasteiz no hay que descubrirle demasiado. Muy buen físico, muy buena defensa, capacidad de rebote, de robo y muy peligroso en transición hasta acabar volcándola. Por ahí hablamos de un jugador defensivamente muy potente, que cuando es superado suele ser por falta de concentración más que de aptitudes. En este sentido tener un jugador como él en el campo propio es algo interesantísimo para Pesic, y de los candidatos propuestos el mejor en este costado.

Adelante es donde puede despertar más dudas, sobre todo porque es un jugador que necesita sentirse importante y con confianza para rendir. Si la tiene es un jugador difícil de parar en el uno contra uno y aclarados por esa conjunción de físico y de habilidad. Quizá le falta algo de finura y tampoco su mecánica es la más ortodoxa. El tiro de tres puntos es su punto flaco, muy poco efectivo cuando es él quien se lo tiene que fabricar y le viene mucho mejor la media distancia y el tiro cerca del aro. En ocasiones es algo anárquico y con algunos problemas como organizador, costándole conectar con los interiores en situaciones de pick.

Si a Pesic le ha gustado el experimento de Adam Hanga como base y quiere mejorarlo Henry es un hombre interesante porque reúne ciertas cualidades del húngaro como defensor y en ataque es un jugador más preparado.