@ivanofde

 

Viendo el título del artículo, cualquiera diría que ese zurdo podría ser cualquiera, incluso referirse a la figura del zurdo en si mismo. Pues bueno, profundicemos un poco más, y digamos, que ese zurdo juega en el FCB… No, mis amores, no hablo de Messi, bastante tenemos con que nuestro gran amor tenga 33 años.

Pero bueno, sigamos concretando un poco más… Juega en el B, y bueno, no es el mejor, pero es que su baja a día de hoy parece una putada, no solo por su relevo, sino por los cambios en el juego que su ausencia produciría

 

Un rayo moreno

 

A finales de temporada, la evolución de Miranda se tornaba ilusionante, en especial de cara a la próxima temporada en el filial. Sin embargo, su cabeza parecía tener otras miras, quizás unas más altas de lo que realmente le tocaba. Es por ello, que con su salida, el B mira hacia otro lado, hacia un Rayo que en su cantera tenía un proyecto de lateral bastante ilusionante. La llegada de Sergio Akieme cambiaría el panorama, mejoraría al resto.

 

 

Con Akieme, nuestro zurdo del artículo, el FCB ganaba una pieza tan necesaria en confección de plantilla, como de nivel individual. El B se presentaba con un solo lateral zurdo, con Guillem Jaime pudiendo hacer las veces de parche, pero ese parche… En el momento en que Akieme llega, se hace con el puesto, no solo por fútbol, también por madurez, ya que permite al equipo unos automatismos que sin él no parecen darse.

 

Con el extremo

 

Si algo está caracterizando a los equipos de Pimienta, son su potenciación de las bandas, en especial la vorágine que permita a los extremos pesar tanto cuantitativa como cualitativamente. Y si algo necesita para ello, son de sus laterales.

 

 

Con Akieme, tanto Abe como Saverio como cualquiera que juegue a pierna cambiada, sabe que va a tener un relevo en carrera poderosísimo. El lateral zurdo se está mostrando muy agresivo en la movilidad sin balón, ya que cuando la jugada le coge en carrera, sus desmarques tanto por fuera como por dentro desactivan las ayudas interiores, así como mejoran las segundas jugadas.

Si Akieme dobla por fuera, normalmente tanto el extremo (si le sigue) como el lateral derecho (en especial) interiorizan menos para defender la diagonal del extremo. Ante esto, se genera una triple amenaza, bien desde la acción individual del extremo, bien desde la descarga a Akieme y su centro, bien descargando hacia el centro, que ya ha ganado altura.

Si dobla por dentro, normalmente es con balón controlado para poder o bien conducir hacia dentro o bien solar hasta la frontal. En esta ocasión, el extremo no suele ganar tanto por dentro, y es quien hace sus labores por fuera.

 

En salida de balón

 

La figura del lateral en la salida de balón, tanto con, como sin balón, son importantes. Con balón, Akieme no es un jugador especialmente creativo ni técnicamente fino, es sin él donde más me voy a centrar, en especial, una bonita relación con Riqui.

Cuando los rivales salen a presionar al B, uno de los mecanismos usados por Pimienta, y quizás el que más me gusta, es el de soltar muy arriba a Akieme. Con este movimiento, o bien Jandro realiza el 2+1, o bien Riqui se tira como central zurdo. En esta última acción, Riqui suele recibir muy libre de marca porque su lateral izquierdo ha salido hacia arriba, arrastrando a una de sus marcas. En esta ocasión, Riqui tiene el tiempo y el espacio para “rajar” por dentro, ya que hace bascular al rival para luego tener que reajustarse.

 

 

Por último, destacar, que cuando la salida de balón se hace en forma de transición ofensiva, Akieme es capaz de ganar altura de una manera rapidísima, es por ello, que los 2vs2 en banda o la salida del extremo hacia el centro suele ser bastante eficaz en ese tipo de acciones rápidas. Es más, posibilita recepciones más limpias de los interiores y jugadores centrados, ya que su banda ya es peligro.

 

En ataque estático

 

Aunque es aquí donde individualmente quizás menos destaque, también tiene un papel relevante. Su intensidad y capacidad física le permiten bascular por varias zonas de la defensa rival. Normalmente, suele ser paciente esperando por fuera, siendo capaz de desbordar cuando por potencia se puede.

Sin embargo, no es infrecuente verle rompiendo por dentro cuando el balón a se ha movido lo suficiente por los pies más dotados del equipo. Es más, cuando el juego se vuelca hacia el lado de Collado, el extremo diestro suele tener en Akieme una referencia tanto aguantando por fuera, como recibiendo al espacio, algo parecido a lo que es Jordi Alba para Messi.

 

Pero, ¿y cuando falte Akieme?

 

Es una pregunta que a día de hoy tiene difícil respuesta. Para empezar, la plantilla del B no tiene un recambio para él, ni de nivel, ni de perfil, ya que el resto de laterales son diestros.

 

 

Cuando ha faltado, normalmente ha sido Guillem quien lo ha remplazado, sin embargo, el resultado no es del todo satisfactorio. Con los extremos tendentes al centro, un diestro como lateral izquierdo no termina de compensar por fuera, su tendencia natural suele ser activas su pierna buena y mirar hacia el centro.

Y aunque Pimienta ha subido a Mika, no creo que en un playoff le de la oportunidad, es por eso, ¿tiene el B un extremo que pueda jugar a pie natural al estilo Sane? Pues resulta que tampoco, ya que un perfil así sería el de Konrad, con la “cosita” de que es diestro.

Por todo ello, sin Akieme, el B tiene una peor manera de atacar, no tiene un perfil para poder hacer “lo mismo” aunque sea a menor nivel. Es por ello, ¿para qué nos vamos a poner a pensar en una supuesta baja? Pero, y si la hubiera, ¿qué tecla tocaría Pimienta en una eliminatoria?