Hola Dani, soy Joan Barriach, uno de tus compañeros y amigos de Rondo Blaugrana, nos conocimos personalmente hará poco menos de un año en Barcelona cuando estabas terminando tu tratamiento en el Clínic con tu madre, a quien quisiera dirigirme para darle mi más sentido pésame, para derrotar definitivamente al bicho. Hasta entonces no habíamos pasado de intercambiar algunas palabras en el grupo de Whatsapp y en Twitter en la selva de las redes sociales, pero desde que quedamos para vernos ya no eras un compañero más, eras un amigo. El fútbol, el periodismo o el Barça nos habían unido en esta aventura hasta hoy.

Siempre estabas atento a todo lo que acaecía en el blog, siempre a la última aportando tu grado de sensatez, sabiduría y una fina ironía para comentar los partidos de nuestro Barça, de tu Sporting o de cualquier partido que se estuviera jugando. Ya sabemos que el circo no para.

Te voy, te vamos, a echar mucho de menos. No sé realmente qué palabras escribir para transmitir que te quería como a uno de los míos, que eras alguien que se hacía querer con suma facilidad. No he conocido a nadie que le cayeras mal, y esta es una virtud que muy pocos de nosotros podemos llegar a tener.

Desde aquí abajo seguiremos con nuestro proyecto y hobby como hasta ahora porque nunca quisieras que paráramos, incluso en esta época en la que el equipo no te divertía, estabas con nosotros para seguir al Barça y dejarnos tu pluma para expresar lo que sentías con el juego y el rendimiento culé.

Me quedo con que te pudiste llevar la camiseta de nuestro admirado Johan, que estarás tomando sidra con tu querido Quini o hablando largo y tendido con Preciado sobre aquello que tanto amabas como es el fútbol, el maldito fútbol.

Espero que allá donde estés tengáis una buena conexión a Internet, que puedas seguir nuestras andaduras y leer nuestras tonterías y que sigas despotricando y comentando las aventuras de nuestros equipos y de tus amigos.

Nunca voy a olvidarte ni a dejar de añorar tus pinceladas. Gracias por ser como fuiste, Dani. Te quiero. Descansa en paz, amigo.