Por @LluisInarejos

Salir quince minutos antes de tu oficina. Enfundarte el atuendo de día de partido: camiseta, bufanda y pañuelo blanco, por si acaso. Prepararte el bocadillo del descanso. Cruzar la Diagonal escuchando la previa radiofónica. El tráfico. La cola. Quitar el tapón a la botella de plástico. Mostrar tu carnet al vigilante. Corregir al guiri que ocupa tu asiento. Oler el césped. Aclamar, uno por uno, los nombres de la alineación de hoy. Escuchar, de nuevo, la melodía de la Champions.

Querida rutina. Si es que ‘el soci’ es un animal de costumbres, un tipo que disfruta toque el Barça que toque: el tedioso, el vistoso, el excelso, el cruyffista, el no tan cruyffista, etc. Su gozo y su ocio están siempre asegurados. Si el equipo gana, se deleitará con la victoria. Si lo hace jugando bien, volverá eufórico a casa. Y si pierde… ¡Ay, si pierde! Pues echará afuera toda la rabia acumulada durante la semana, provenga o no del fútbol. Buen negocio, ¿no?

Otra de sus manías más características es – a lo que iba – no saltarse ningún partido de Champions. De Liga ya es otra cosa. Pero es que puede llover, tronar, hacer un calor de espanto o incluso estar Messi lesionado, que ese dia, a esa hora, el tío va a estar allí sentado. Ni ‘seient lliure’ ni narices. Con ilusión. Aunque, últimamente, anda un poco desilusionado. Será porque hace ya seis meses del último partido ‘europeo’. Él ya ni se acuerda, pero el Barça ganó 3-1 al Borussia Dortmund y el coronavirus, por aquel entonces, no había aparecido ni en Wuhan. Vamos, que no existía.

Seis meses después, ‘el soci’ se pone frente al televisor y escucha ‘no se qué’ de volver a abrir el Camp Nou al público para la Champions. Nada oficial, pero sí prometedor. Yo se lo explico, por si no ha cogido el detalle de la notícia. Resulta que un periodista de Mundo Deportivo asegura que el club no descarta que la gente vuelva al estadio esta misma temporada relacionándolo con la necesidad de volver a ingresar mediante el ticketing y el turismo que se prevé de cara al próximo mes de agosto. A través del programa ‘Espai net i segur’, se estudiará la posibilidad de que el Camp Nou acoja un determinado porcentaje de su aforo ateniéndose a las medidas de prevención, recomendaciones sanitarias y demás.

Apuesto a que será un show ver cómo se las arreglan para dividir las entradas entre los abonados, puesto que quedan sólo cinco partidos en casa, siempre y cuando el equipo no caiga eliminado. Me cuesta verlo. Como buenos ‘socis’, muchos ya estarán enfadados viendo la injusticia que puede suponer este extraño sistema de asistencia. ‘Quizás me toque ir a la vuelta del Nápoles y las semifinales las vea por la tele’ pensarán algunos. No sé. Sin embargo, los que tengan la suerte de poder ir, si esto se acaba produciendo, estarán ahí. Seguro. Como siempre que hay partido de Champions.