Los apuntes del Mallorca-Barça (0-4)

Regresó el Barcelona del confinamiento en Son Moix, una de las visitas más plácidas del curso. Jugado a un ritmo bajo, más propio de los partidos de la pretemporada que de la tensión competitiva propia de un encuentro que enfrentaba al decimoctavo con el líder de LaLiga.

Un Barça más posicional

La primera versión azulgrana post-confinamiento coincidió con el regreso a un juego más posicional: los extremos – Messi y Braithwaite – partían muy abiertos, los interiores – Vidal y De Jong – buscaban la espalda de los pivotes baleares y los laterales – Sergi Roberto y Jordi Alba –, más comedidos en sus subidas por la banda, solían incorporarse por dentro.

Sorprendió la posición del ‘10’, que partió más escorado de lo que es habitual, a pesar de que se le vio un poco falto de ritmo.

Ter Stegen, tercer central

Una de las grandes novedades que aportó Quique Setién desde su llegada fue la importancia del portero en la salida desde atrás y en eso Marc-André ter Stegen no ha defraudado.

El portero alemán volvió a ser importante frente al Mallorca, ejerciendo prácticamente de tercer central junto a Piqué y Araujo, que pudieron jugar más adelantados de lo habitual ante los tímidos intentos de presión alta del rival, así como Busquets, que apenas tuvo la necesidad de incrustarse entre centrales.

El buen debut de Araujo

Con Lenglet sancionado y Umtiti tocado, Setién apostó por la titularidad de Ronald Araujo, el mejor central del filial de la temporada. El uruguayo, que ya había debutado con Valverde el pasado mes de diciembre, hizo el partido que tocaba: se mostró tranquilo sobre el verde, midiendo sus acciones con y sin balón.

Teniendo en cuenta la edad de Piqué y el estado de forma de Umtiti, es muy probable que Araujo tenga un cierto protagonismo en lo que queda de curso. Si pasa el examen con nota, como ayer, se habrá ganado un puesto en la primera plantilla el año que viene.