Como todo estudiante que no ha rendido a buen nivel a lo largo del curso, sea por falta de capacidad o de interés, este Barça se ha ido de vacaciones, cortas esta vez, pero veremos si en agosto hay más, con muchos deberes pendientes, muchas cosas a mejorar tanto para los del campo como para los que están fuera de él. Un curso tan decepcionante en resultados y sensaciones como está siendo este, a falta de la Champions, bien merece reflexión y cambios.

Para los del campo, todo pasa por regenerarse, aunque dudo que lo puedan hacer sin cambios profundos en la plantilla. Se decía que el equipo había agradecido el confinamiento y estaba fresco, pero eso duró un partido ante un equipo que acabó bajando a segunda antes de la última jornada, con todos los respetos al Mallorca, a partir del siguiente, ante el también descendido Leganés, el equipo volvió a las andadas y tan sólo ofreció dos chispazos de brillantez, ante Villarreal y Alavés, este ya con la Liga perdida. Si tomamos ese precedente, se puede ser optimista ante el Napoli, pero el Bayern, muy probablemente será el rival, pasará por encima de los jugadores, de Setién y del que se tercie. Si los jugadores no se ponen manos a la obra, de poco servirán las rajadas de Messi, las charlas de este con Setién o las conjuras de la plantilla, cuerpo técnico y de Rita la ‘cantaora’.

Sería conveniente que los jugadores volvieran a mejores hábitos de entrenamiento, pues es inusual que los nuevos se sorprendan de lo poco que se ejercita la plantilla del Barça, y probablemente eso ayudaría a recuperar parte del vigor en el juego que parece haberse ido para no volver. A partir de ahí, recuperar movilidad, físico y dinamismo como puntos de partida antes de hacer, también muy necesarios, cambios tácticos.

Pero, con todo, muy posiblemente son los que llevan traje los que deben aplicarse y hacer que este verano, por fin, valga la pena. La plantilla requiere cambios profundos, llevarse por delante vacas sagradas que ya no rinden como antaño y que siguen con contratos pesados para la economía del club. Nombres como Alba, Busquets i Rakitic deben estar en todas las quinielas, Luis Suárez, en mi opinión, también, como quizá pueda entrar un Vidal que ha sido muy útil en este tramo final. A Umtiti no hace falta ni mencionarlo. Y la lista podría seguir. Muchos meten a Piqué, aunque yo lo sigo considerando un defensa de época que seguramente sea el que mejor compite de la plantilla con cierta diferencia.

Riqui y Ansu

Se ha hablado de ofertas mareantes por Puig y, especialmente, por Fati. Pero el Barcelona debe apostar por ellos con todo, aunque salga mal y nos tiremos de los pelos pensando los 150 millones que quizá se podrían ingresar ahora por el atacante. El Barça debe probar primero si ambos son los jugadores para más de una década que parece que serán. Si no lo fueran, ya se verá qué hacer.

Por cierto, hablando de ambos jugadores, creo que es imperdonable que no jueguen las eliminatorias de ascenso con el filial. No entiendo la necesidad de reservarlos cuando, muy probablemente en el caso de Riqui, serán suplentes ante el Napoli y quizá ni jueguen. Y, aunque no fuera así, es importante para el club lograr ese ascenso y permitir a García Pimienta trabajar con el filial en Segunda División, y mantenerlo en el cargo también cuando los resultados no sean tan positivos. Cierto es que Setién anda escaso de efectivos, pero parece primordial dotar de ese salto de calidad al filial en este exigente formato.