Barça y Nápoles han disputado hoy la vuelta de los octavos de final de la Champions League antes de la fase final que se va a disputar en Lisboa en esta extraña edición de la mejor competición de clubes en Europa debido a la gran pandemia que estamos viviendo. Ambos clubes presentaron los siguientes onces titulares:

Barça cuartosNapoles cuartos

El equipo azulgrana llegaba al Camp Nou con una mínima ventaja al haber empatado 1-1 en el partido de ida en Nápoles gracias a un gol de Griezmann pero lejos de aprovecharlo para imponer su autoridad, salió al partido con una presión mínima sobre el dominio de balón del cuadro italiano. Todo eso generó que a los 90 segundos de partido, Dries Mertens tuviera la primera gran ocasión al recibir solo dentro del área tras un rechace de Piqué pero no impactó bien su disparo y el balón se estrelló en el poste.

El Barça estaba siendo inferior en los primeros minutos pero el Nápoles demostró su gran talón de Aquiles: su fragilidad defensiva y la facilidad con la que encaja goles. En la primera ocasión clara que tuve el Barça, Lenglet superó por arriba a toda la defensa napolitana y anotó el primer gol de un buen cabezazo que no pudo parar Ospina cuando llegábamos al minuto 10. Este gol serenó al conjunto de Setién, empezó a dominar el balón y el control del partido. Empezaba a haber más intercambio de posiciones entre Messi y Griezmann desde la mediapunta y, sobretodo, hoy hemos visto una versión más incisiva y protagonista de De Jong con balón, momento en el que buscaba constantemente a Leo Messi. A partir de ahí, llegaba el segundo gol azulgrana de una jugada colectiva de todo el equipo(han tocado todos el balón) que finalizaba con una apertura de Suárez hacia Messi que se plantaba en la frontal derecha del ataque azulgrana donde se iba de tres rivales en una baldosa y cayéndose conectaba un disparo al palo alejado por el que no pudo hacer nada Ospina.

Este segundo gol aumentaba la confianza del Barça y Leo Messi se encontraba todavía más cómodo desde la posición de segunda punta emparejado a Koulibaly que era un manojo de nervios y demostrando un nivel muchísimo más bajo del que se le presupone. A raíz de ello, en el minuto 34, el central senegalés dominaba el balón en su área pero se dormía en los laureles y Messi le robaba la cartera, llegando antes al esférico y provocando un penalti que convertiría Suárez en el tercer gol culé.

El conjunto de Setién tenía todo el partido de cara pero antes del descanso, el árbitro Cüneyt Çakır señalaba penalti a favor del Nápoles en un supuesto derribo de Rakitic a Mertens dentro del área. El capitán Insigne transformaría la pena máximo y ponía la clasificación napolitana a dos goles de distancia antes de irnos al descanso.

La segunda parte empezaba con el mismo guión que la primera. El Nápoles dominando y llegando al área azulgrana ayudado con un Rakitic que ya no puede jugar de mediocentro en el Barça ya que posicionalmente siempre está mal colocado y el equipo pierde todo el equilibrio. Además teniendo el balón no era capaz de superar la presión del Nápoles con pases que batieran líneas y solo jugaba de cara hacia la portería de Ter Stegen.

Pero Rakitic no es el único que hoy ha quedado señalado ante el Nápoles. Antes hablábamos de que De Jong hoy ha dado muestras de su acoplamiento y de que puede hacer suyo este equipo pero el otro gran fichaje de esta temporada hoy ha pasado desapercibido y parece lejos de ese acople tan necesario. Griezmann hoy se ha dispuesto por detrás de Messi y Suárez, en la posición de teórico continuador que tan bien le debería encajar por sus características. Pero nada más lejos de la realidad porque no ha conseguido desmarcarse bien para recibir entre líneas, incapaz de llegar al área y tener alguna relevancia en el juego azulgrana.

Seguían pasando los minutos y el Barça conseguía controlar mejor el partido pero sin generar ocasiones para marcar. Setién no hacía cambios mientras Gattuso introducía a Politano y Lozano para poder presionar mejor y salir al contraataque en búsqueda de los dos goles que le pudieran dar la clasificación.

A partir de estos cambios, el Nápoles empezó a dominar y llegando con peligro aprovechando al bajón físico que estaba sufriendo el Barça y que Setién seguía sin hacer cambios. Milik(que entró por Insigne) marcó el segundo pero fue anulado por fuera de juego. Así llegamos al minuto 83 cuando Setién hizo el primer cambio dando entrada a Monchu(debutando con el primer equipo después de su gran temporada con el filial) para sustituir a Griezmann del que ya hemos comentado su mal partido. El canterano mallorquín se situaba en la mediapunta dejando a Messi y Suárez como hombres más adelantados. Y es complicado destacar esto pero en cinco minutos que estuvo en el campo recibió mejor entre lineas que Griezmann y su primer pase batió lineas de presión como no había hecho en ningún momento Rakitic.

En los últimos minutos de partido, el Nápoles siguió dominando pero sin generar ocasiones de gol claras para acortar distancias también gracias a la gran actuación de Piqué y Lenglet. Los dos centrales azulgranas estuvieron en todo momento bien colocados, excelentes en el marcaje y sosteniendo a todo el equipo.

De esta manera llegábamos al final del partido, con victoria final por 3-1, consiguiendo la clasificación para cuartos de final que se jugará en Lisboa(como toda la Champions que queda). Ahí se enfrentará a un Bayern de Munich que ha goleado al Chelsea tanto en Munich como en Londres y si el Barça no mejora y optimiza sus cualidades, arropa y rodea bien a Leo Messi y muchos de sus jugadores no dan un paso al frente, correrán la misma suerte que el Chelsea porque el Bayern es un equipo engrasado, que no hace prisioneros y que muestra su versión apisonadora en el mínimo momento que el rival muestra una pequeña debilidad.