¿El momento del amor propio?

El Barça no es favorito mañana, hay que afrontarlo y eso es un hecho. La forma del equipo a lo largo de la temporada y en esta fase final ha dejado mucho que desear. Y, por otro lado, el Bayern, que ha acabado en un tono mucho más positivo, que recibe la etiqueta de favorito con todo merecimiento. Pero el Barcelona sigue siendo un equipo prestigioso con jugadores de gran historial y palmarés.

Todo esto viene por las recientes declaraciones de personalidades relacionadas con el Bayern de Munich, que bordean el desprecio a la actual plantilla del Barça. Un desprecio que compartimos muchos, en más de un caso, pero que no hace mucha gracia cuando llega desde fuera. Un desprecio que debería despertar el orgullo y el amor propio de unos jugadores que han sido animales competitivos.

Lo cierto es que este Barça tradicionalmente ha sido más cartesiano, frío y preciso que emocional, fogoso y apasionado, y le ha ido muy bien. Mientras que las motivaciones más guturales, emocionales y, hasta cierto punto, primitivas han sido más comunes en otros equipos, por ejemplo el Real Madrid. Pero esta sería una gran oportunidad para que el equipo empapelara el vestuario con las palabras de Matthaus y Rummenigge y usarlas para potenciar la concentración y la motivación.

Salvo, quizá, la gran remontada ante el PSG, este equipo tiene pocos momentos de garra a sus espaldas, y nunca ha brillado por su orgullo y amor propio en los momentos calientes, y no hace falta recordar embarazosos momentos recientes en la competición europea. Pero eso no quiere decir que no se pueda recurrir a ese amor propio, algo que a muchos nos gustaría ver ante el Bayern y que nos ayude a competir en un momento en el que pocos dan un duro por el equipo.