Cuando se iba a producir el aterrizaje de Ronald Koeman en este club, el que más y el que menos ya vaticinábamos que uno de los beneficiados, sino el que más de dicha llegada, sería Frenkie de Jong. La interrelación que han tenido ambos en la Oranje nos ha enseñado al mejor Frenkie. Nada se dejaba al azar y una de las piezas más importantes del equipo por fin sería aprovechada.

Más cercano a la base de la jugada que a la finalización. A ver el fútbol de cara que a intuirlo de espaldas, De Jong ha nacido para ser el encargado de trasladar el balón desde los centrales hasta los que conviven con el gol. No en vano una de sus mejores actuaciones del año pasado fue el partido de vuelta contra el Nápoles donde, con la ausencia de Busquets y de Rakitic, el holandés protagonizaba todo el juego desde su propia frontal hasta posiciones donde eran los tres de arriba los encargados de definir.

Jugador dinámico, nada dado a la especulación, le gusta tener libertad para el recorrido, para hacer kilómetros sobre el césped en conducción con la pelota delante. No en vano en la selección suele jugar acompañado de Marten de Roon que le hace las veces de ancla, para que el veintiuno pueda desplegar todo su fútbol sin necesidad de guardar su espalda.

¿Entonces qué está pasando para que el medio centro holandés está ahora mismo bajo sospecha, cuando hace tan poco tiempo era considerado el mejor centrocampista de Europa?

Empecemos por su entorno. No está claro que un compañero de viaje como Busquets sea el mejor acompañante para este camino. Su tendencia a abandonar la posición en aras de ejercer una presión adelantada hace que sea precisamente él, Frenkie, el que deba guardar la espalda a Sergio, con todo lo que eso implica de recorte en las alas que permitirían su vuelo. Esto a nivel posicional, pero puede ser que de alguna manera le esté lastrando en su percepción del juego, generando dudas que se traducen en errores técnicos impensables en el holandés.

A partir de aquí, paciencia. Tiene el rol que encaja en su lectura futbolística. Está rodeado de calidad, sobre todo arriba. Pjanic está llamado a ser una pieza importante en este equipo y todo hace indicar que mezcla bien con De Jong Y sobre todo no caigamos en la descalificación fácil de que es un jugador que no sirve para este Barça. No seamos ajenos a la alta competición. En el deporte, como en la vida, siempre va a haber más derrotas que victorias, de la capacidad de saber gestionar las primeras está la posibilidad de llegar y mantenerse en la élite. No nos equivoquemos, Fenkie de Jong sigue siendo uno de los mejores centrocampistas del planeta, es deber del Barça no desecharlo y ofrecerle la autopista necesaria para mostrar sus habilidades. El por su parte y como agradecimiento, nos lo devolverá con creces. Y nosotros como afición maduraremos hasta entender el éxito y el fracaso forman parte de la vida y solo depende de nosotros el enfocarlo adecuadamente para crecer y no para hacernos cada vez más pequeños…