QUERIDOS REYES MAGOS;

Este año me he portado muy bien o al menos eso creo yo, de hecho ya me habéis regalado ser el entrenador del equipo de mis sueños y al que yo también le regalé el mayor de sus anhelos siendo futbolista, una tarde de Mayo en el mítico Wembley.

A cambio he tenido que renunciar a llevar a la selección de mi país, que además prometía y bastante cara al Mundial de Qatar. Pero bueno, es un sacrificio que he estado dispuesto a hacer; los trenes de los sueños pasan una vez en la vida y no puede uno estar arrepintiéndose siempre de no haberse subido.

Sabía que aterrizaba en una institución convulsa en la que la misma gente que apostaba por mí, tenía la fecha de caducidad cercana, pero yo quería demostrarles a ellos, a los nuevos que vendrán, a los jugadores y, porque no decirlo, a mí mismo, que estoy capacitado para dirigir  a este equipo.

Durante el verano no me esperaba el terremoto del fax del jugador que más me atraía dirigir, Leo, pero estaba claro que esto iba a impactar en el rendimiento del equipo. En contrapartida el aficionado promovió una moción de censura  que va a finalizar en una convocatoria adelantada de elecciones que por fin debería traer la estabilidad y el buen juicio a este club que marchaba a la deriva, pero no sé si implicará mi salida del mismo.

Como contrapartida ni siquiera en verano el club supo cubrir mis cortas peticiones ajustadas al plan que quería y quiero ejecutar con el equipo y cercanas  en cuanto a presupuesto a la nueva realidad.

Ahora nos acercamos a una nueva ventana de fichajes y he considerado que, en forma de carta a vosotros, quiero poner encima de la mesa de nuevo necesidades, esta vez más ajustadas dado el conocimiento del rendimiento de muchos de mis jugadores, así como de las actuales e importantes bajas por lesión.

Sé que estoy siendo juzgado por no dar minutos a Riqui Puig y haber provocado la salida de un jugador que ha sido santo y seña de la cantera, como Aleñá. No parece estar al otra lado de la balanza la explosión de Pedri, el intento de estabilización de Ansu en el primer equipo, imposibilitada por la lesión de este. La irrupción de Araujo en el primer equipo o la cobertura dada la necesidad de Mingueza en el centro de la zaga. La llegada de un Dest que ha venido para quedarse o el que finalmente Frenkie de Jong comience a parecerse al futbolista majestuoso que era en el Ajax.

Es evidente que, más con la grave lesión de Gerard y el quiero y no puedo confirmado de Umtiti, necesitamos al menos un central en este Enero, que probablemente sea Eric García. También se necesita un delantero de talla mundial que nos permita no depender de un jugador menor como Braithwaite, problamente Memphis Depay. Y por último un jugador  en el medio campo  con unas características especiales de llegador como Wijnaldun que permita hacer uso del mencionado Frenkie en la posición de mediocentro en detrimento  de Busquets.

No me parece una carta muy ambiciosa, ni siquiera costosa desde el plano económico y me  permitiría poder seguir desarrollando mi plan en el equipo, pase lo que pase a finales de esta temporada. Porque esa es otra, queridos Reyes Magos, os pido que el nuevo presidente respete mi contrato al menos hasta el verano, dándome la oportunidad de ejecutar mi plan. Luego ya en verano, lejos de la siguiente época navideña, será lo que tenga que ser…

Por último quería solicitaros algo ya no para mí, sino para el aficionado culé; paciencia. Algo de lo que no suele presumir y que implica cercenar proyectos antes de que estos lleguen a su fin. Que esta cualidad no la apliquen conmigo, o sería mejor decir, no solo conmigo, sino que les acompañe a la hora de intentar entender el camino trazado por su equipo y, porque no decirlo, en la vida.