El parón del Mundial se acerca a su fin y el mes de febrero se presenta como un periodo de aúpa para el Barcelona, especialmente su primera mitad, ya que, con los horarios de Champions League confirmados recientemente, tenemos un duro duelo en Hungría ante el Veszprem el 4 de febrero, y una vuelta ante los húngaros igual de dura el martes 9 en Barcelona.

El doble duelo ante el potente equipo magiar serán los primeros duelos del Barça después del Mundial, teniendo entre ambas un partido ante el Anaitasuna en ASOBAL, y una visita al Zagreb el 11 de febrero. Así de apretado llega el calendario.

La importancia, dureza y proximidad entre si de todos esos duelos obligará al Barcelona a demostrar que dejó atrás el terrible fiasco de la Final Four de diciembre, y también hará que Xavi Pascual tire del fondo de armario que tiene. Una de las prendas más olvidadas recientemente en ese armario es el bombardero brasileño Haniel Langaro, que ha cuajado un buen torneo con su selección al anotar 28 goles, así que es de esperar que el técnico culé lo use.

El que seguro no volverá es Abel Serdio, cedido en el Wisla Plock y que acababa contrato este año, ya que ha firmado con el cuadro polaco en propiedad para las próximas dos temporadas. Es de los fichajes jóvenes que el club ha probado que menos jugo ha dado, aunque hay que decir que valía la pena intentar la aventura para todas las partes. No es descartable para el club buscar refuerzos en el pivote para suplir la baja de Sorhaindo en verano, aunque Frade y Fàbregas dan calidad al equipo y tienen muchos años de buen balonmano por delante. Sí se espera que caiga la renovación de Palmarssön en las próximas semanas, aunque ya ahora no se duda de la continuidad del islandés.