10 de 10. Tras la victoria ante UCAM Murcia el Barça puso el broche de oro al primer mes del año, lo que le ha catapultado a la 1ª plaza de Euroliga tras el bajón de CSKA, pero que apenas le ha servido para recortarle una victoria al Real Madrid en ACB gracias al duelo directo ganado en el WiZink.
Es el 2º gran momento que atraviesan los de Saras desde que empezara la temporada, pero en esta ocasión el mérito es mucho mayor. En aquel mes de noviembre en el que el Barça deslumbró con su defensa y mayor fluidez en ataque lo cierto es que enfrentó a rivales en mal momento, casi todos ellos. Estudiantes y Alba recién recuperados de un parón obligado por Covid o la llamativa victoria ante un Fenerbahce que ya empezaba su caída libre antes de volver a retomar el vuelo (y de qué manera).
Este buen momento es más real por los problemas a los que se ha enfrentado el cuerpo técnico azulgrana, sobre todo en forma de lesiones y también el extradeportivo con todo lo que rodeó al ya exjugador Thomas Heurtel. Pasó semanas sin base suplente Jasikevicius, perdió a Mirotic por motivos personales y también a Brandon Davies, lesionado. Ahora el turno ha sido para Álex Abrines, sin olvidar a Víctor Claver.
Bien es cierto que las victorias han llegado sin especial brillantez en general porque el equipo va justo de efectivos y fuerzas, pero el Barça parece llegar al primer punto de inflexión, la Copa, en buenas condiciones. Una cosa que ha exigido Saras a sus jugadores es carácter, y en estas semanas de lucha frente a las adversidades el equipo en colectivo y algunas individualidades en particular han dado un paso adelante evidente.

El ejemplo más claro es Cory Higgins, discutido hasta la saciedad y que en ausencia de Mirotic se ha echado al equipo a la espalda y está en un momento físico y de confianza como nunca en el Barça. Le ha flanqueado un sensacional Nick Calathes, cuya presencia en el quinteto es fundamental para el buen funcionamiento del equipo, pero que además no rehuye responsabilidades anotadoras cuando el equipo lo requiere. Ellos dos han sido la cara visible de esta buena racha del Barça, pero han estado bien acompañados.
De un Kuric sensacional, un instrumento de batalla de incalculable valor para abrir partidos o cerrarlos. El equipo lo está encontrando y él está respondiendo con una regularidad extraordinaria. De un Álex Abrines que si bien no está con la brillantez del comienzo es un jugador que ya tiene un impacto en el equipo más allá de sus puntos. Del incombustible Hanga, que se adapta a cualquier necesidad y siempre sumando. Y de Westermann, que es lo que es pero con eso igual vale, al menos por este año.
Por dentro es donde había más problemas y todos los interiores han dado la cara con las ausencias de Davies y Mirotic. El primero Oriola, cuyo crecimiento durante la temporada era un hecho y que durante este tramo ha respondido muy bien. Lo mismo Rolands Smits, que tenía enamorado a Pesic pero el serbio no se lo demostraba. Saras le ha dado confianza y el Barça podría decirse que ya tiene «4» suplente también para el año que viene, pues su evolución es fantástica. Impensable hace no mucho el rendimiento de Sergi Martínez, jugador ganado para la causa, ese tipo de chico salido de la casa para hacer carrera en el club desde un papel secundario y que tanto tiempo llevamos echando de menos. Incluso Saras ha encontrado rol para Artem Pustovyi, al menos en ACB.
Como era de imaginar el equipo ha sufrido en el rebote, defecto que le va a perseguir toda la temporada, pero ha recuperado el tono defensivo que por momentos perdió y en ataque cada vez se va acercando más al equilibrio que propone Saras entre juego interior y exterior. El Barça está sacando los partidos adelante gracias a su defensa y sin tener un acierto desmedido en el tiro exterior, pero sí está siendo capaz de encontrar canastas fáciles, la máxima de la elaboradísima pizarra de Jasikevicius.
La muestra de personalidad del equipo se ha demostrado en dos partidos concretos a los que el Barça acudía como si fuera un matadero y salió victorioso: Madrid y Moscú. En la visita al Real Madrid una derrota significaba casi decir adiós a la 1ª plaza ACB y los de Saras sacaron el partido adelante. Y a Moscú se acudía con no pocas ausencias casi con el objetivo de hacer un partido digno y salvar el average, pero se ganó y ahora el liderato en Euroliga es un hecho. Con muchas cosas en contra el Barça dio el do de pecho en dos canchas complicadísimas y demostró que este equipo tiene hechuras de campeón.
En una semana esta fiabilidad que está mostrando el Barça se pondrá a prueba en la cita copera, pero esta misma noche se medirá a una verdadera prueba de fuego, Anadolu Efes. Los de Ataman están lejos de la fiabilidad de la pasada temporada y es posible que Larkin no participe, pero el equipo turco inspirado ha sido una pesadilla para los culés los dos últimos años y por eso es un partido marcado en rojo.