Hace mucho tiempo que venimos hablando de Leandro Bolmaro. Desde su llegada, su impactante rendimiento en el Barça B, su aparición con Pesic motivada por las bajas en el puesto de «1», su inscripción en el Draft y su renovación en verano, pero siempre ha estado rodeado de dudas. Dudas sobre su posición ideal, sobre su nivel, su posibilidad de crecimiento, si seguir en el Barça era lo mejor para él…Lo que no se ha dudado en ningún momento es que es un jugador sumamente especial y que ha llegado su momento.

Su continuidad en el Barça de Saras fue una prometedora declaración de intenciones por parte del Club, dispuesto a darle más bola a los jóvenes, aunque luego ha tenido una presencia en cancha mucho más irregular, mostrando en cada partido el gran potencial que atesora y a la vez unos defectos que no ha acabado de reducir. Sin embargo llevamos un tiempo en que el argentino ha dado motivos para creérnoslo.

La precipitación que le acompañaba ha dado paso a una mayor madurez en pista, jugando menos acelerado, más sereno y tomando mejores decisiones. Especial mejoría ha mostrado en el tiro, donde se muestra mucho más fiable, tanto recibiendo y ejecutando como generándose sus propios lanzamientos. Estos dos factores enriquecen su repertorio y se suman a esa capacidad defensiva y para correr la cancha que tanto le han definido hasta ahora.

Es su momento porque al margen del crecimiento que está experimentando ahora tiene la oportunidad de tirar la puerta abajo, pues ese puesto de base suplente de Calathes baila entre Westermann y Hanga y ahí puede hacerse hueco. No sabemos si Jasikevicius tiene en mente darle cancha o va a seguir con sus planes como hasta ahora, pero está en disposición de ser un jugador importante de aquí a final de temporada y poder ser un factor sorpresa.

Por primera vez en dos años se percibe a Bolmaro como algo más que un jugador con el que hacer caja para invertirlo en otro que asegure un rendimiento más a corto plazo. En otras palabras, nos podemos llegar a imaginar al argentino siguiendo otro año y teniendo un rol mucho más relevante sin necesidad de firmar otro base. Lo que hace no mucho parecía muy improbable ahora no lo es tanto.

Ojalá Leandro Bolmaro siga su progresión y ponga en un dilema a Jasikevicius, que a buen seguro le dará los minutos que merezca. Lo que es seguro acabe como acabe la temporada es que este año le habrá merecido la pena al argentino. Y seguro que tambien al Barça.