Apostar por la cantera contra “apo(a)rtar” a la cantera.

En una temporada que se antojaba muy dura por la situación institucional, la crisis económica y el desastre de agosto, la situación a la llegada de Ronald Koeman presagiaba el fracaso. De hecho, solo se le podía poner un suelo bajo marcado por: poner los cimientos a una identidad futbolística, revalorizar activos y dar oportunidad al talento joven. Hoy día se puede decir que independientemente de como acabe la temporada este suelo se ha alcanzado. El Barça actual es un equipo de fútbol, a veces incluso, uno que juega muy bien a pesar de que la calidad de sus piezas no es la de antaño. Con los “bandazos” tácticos del técnico holandés incluidos y sus errores, ha cumplido la máxima de que errar es un camino que, bien conducido, presagia el acierto. Y actualmente, el equipo de Koeman se mueve en el acierto.

Desde su sistema 3-5-2, hasta la apuesta y aparición de nuevas piezas como el prometedor Ilaix Moriba. No obstante, se está viviendo una corriente en el entorno culé de quitar valor a las apuestas futbolísticas del técnico, incluso se llega a cuestionar su apuesta por los jóvenes como si hubiese jóvenes/canteranos de primera y de segunda. Hoy día, se cuestiona como injusto desde cierto sector que Ilaix Moriba dispute minutos por delante de Riqui Puig. ¿Acaso Ilaix Moriba no es canterano? ¿acaso Ilaix no lleva años mamando estilo y ADN Barça?

Incluso Gerard López lo deslizó en la retransmisión del reciente PSG-Barça del miércoles. Apuesta por la cantera sí, pero por los canteranos que a mí me gustan parecen pensar.

Curiosamente, Riqui Puig jugó el año pasado una totalidad de 578 minutos en todas las competiciones con el primer equipo. El jugador de Matadepera fue dirigido por Ernesto Valverde y el malogrado Quique Setién. De nuevo, de forma llamativa el técnico cántabro le dedicó mensajes en rueda de prensa, fotos y gestos con él nada más llegar e incluso le prohibió jugar con el filial la promoción de ascenso, debido a que iba a ser un jugador importante en Champions, sí, en esa Champions de infame recuerdo en la que el jugador no tuvo participación. Riqui Puig lleva este año 484 minutos moviéndose ya en cifras cercanas a las del año pasado. Si bien, en mi opinión, debería de gozar de más protagonismo principalmente debido al escaso valor hoy día de Miralem Pjanic, lo cierto es que tampoco se está ganado sus minutos y, mientras que a Ronald Koeman se le mata desde el colectivo groupie pro-Riqui, a Quique Setién este grupo medio lo venera. Caso curioso este teniendo en cuenta que prácticamente el canterano culé ha terminado disputando de promedio casi los mismos minutos con el técnico neerlandés que con el ex -técnico del Real Betis. Cuestión de miras.

No se tomen estas líneas como un ataque a la joven ex estrella de la Youth League, jugador que me gusta y, pienso que debería tener más minutos, pues es la única forma de desarrollarse, pero con el Barça jugándose títulos su rendimiento ha estado por debajo del de sus competidores.

Y eso que para el técnico culé la fecha del DNI no parece importar; apostó por Ansu como pieza fundamental en el ataque nada más aterrizar, un Ansu Fati que no olvidemos en agosto jugó únicamente 15 minutos con un Barça con 13 fichas profesionales. Confío en Araujo frente a las primeras bajas atrás y no dudó en darle el rol de titularísimo a Pedri frente a Griezmann o Coutinho, dos de los fichajes más caros de la historia, hasta llegar al caso actual de un Ilaix Moriba que está aprovechando cada oportunidad que le brinda el coach blaugrana. No me gustaría olvidarme de Óscar Mingueza del que la mayoría de los expertos en el filial culé no esperaban ver rindiendo en el primer equipo, pero es que como decía Marcelo Bielsa a los buenos jugadores los vemos vos, yo y la mayoría de la gente. Pasa lo mismo con los jugadores malos. El mérito está en advertir y saber que el jugador normal va a ser bueno”. Y ahí, Koeman está acertando mucho.

Para ponderar su apuesta por los jóvenes solo hay que echar un vistazo atrás a sus predecesores. Con Ernesto Valverde debutaron 14 jugadores, véanse: Cucurella, David Costas, Oriol Busquets, Riqui Puig, Miranda, Chumi, Jorge Cuenca, Wagué, Collado, Abel Ruiz, Carles Pérez, Ansu Fati y Ronald Araujo. Tan solo, Araujo, Riqui, Ansu y Collado siguen en el club. Y únicamente Ansu Fati jugó puntualmente con el txingurri y, es que no es lo mismo apostar por la cantera que sacar una ristra de canteranos para apuntarse el tanto del debut. Ernesto Valverde tuvo ojo con Ansu Fati, al césar lo que es del césar, pero prefirió cambiar a Sergi Roberto o Semedo de banda, jugar con Busquets de central e incluso ratos con Rakitic antes que probar a un chico de la casa.

Dijo una vez Pep Guardiola que la diferencia de la cantera del Barça con respecto a la de los demás clubs es que aquí los ponemos. Y es que mirar en casa siempre da réditos y Koeman lo sabe.