Hace un año me incorporé a la familia de @rondoblaugrana. Con poco tiempo y talento se me permite escribir cada quince días sobre el primer equipo blaugrana. Hoy de nuevo, el esférico del Rondo llega a mis botas y, como regalo de “cumpleaños”, me voy a disfrazar de Xavi y en un ejercicio de fútbol ficción voy a plantearle a Joan Laporta mis peticiones, realistas eso sí, para que mi estancia en el banquillo culé no acabe en otra nueva pesadilla.

Como diría el nefasto Ronald Koeman: «con esto…no nos llega».

El Fútbol Club Barcelona cuenta en la plantilla del primer equipo con seis centrales. De todos ellos, solo Éric García, aún con sus limitaciones, parece un legítimo futbolista titular. Sus últimas semanas son al alza en un equipo en descomposición. Luis Enrique está convencido y yo no soy nadie para poner objeciones al seleccionador español. Ronald Araujo completa los defectos de Éric con sus virtudes, pero ninguno de los dos es “redondo” hoy, y sus lesiones son demasiado recurrentes. De entre Mingueza, Lenglet, Umtiti y Gerard Piqué como mucho se puede sacar un cuarto central ante emergencias. Poco más. Especialmente sangrante es el caso del, para mí, mejor central de la historia del club. Si bien Gerard, es un central diésel al que los inicios de temporadas le suelen costar, su unión con Busquets es lapidaria. El de Badía necesita jugar hacia delante para hacer pesar sus virtudes y no exponerse transparente en transición. Piqué por su parte, necesita hundir la línea quince metros para no quedar en evidencia ante cualquier atacante medio hábil. El resultado es el conocido por todos, un latifundio entre el medio y zaga defensiva castigada cada semana por el rival. Del nivel que sea. El Barça necesita fichar un central titular, sólido y solvente que pueda compaginarse con Éric y Araujo. Es nuestra prioridad número 1.

La prioridad número 2 es la de un extremo derecho. Si bien el nueve era la posición más señalada en las quinielas, ante la economía del club, Memphis y el Kun Agüero parecían dos opciones suficientes para parchear esta tarea, pero el imprevisto en la salud del argentino cambia mucho, sobre todo si su ausencia va más allá de los 3 meses. A expensas de esto, ellos dos rodeados por Ansu y por un extremo de banda con capacidad goleadora, la delantera podría estar bien cubierta. A Memphis, ciertamente, le falta veneno, pero si tenemos en cuenta que Haaland es imposible y que no hay opciones buenas, bonitas y baratas; Fati, un extremo con gol y el holandés deberían bastar.

La banda derecha del ataque culé ha perdido a futuribles como Collado, Trincao o Konrad y a un tal Leo Messi, para acabar jugando con un despistado Sergiño Dest, al que estamos perdiendo, exigiéndole un imposible. La diferencia de resultados es palpable. Xavi necesitará un extremo derecho, y ese no es Ousmane Dembele, aunque deberá aportar antes de salir gratis del club al que llegó por 105 millones más variables, hace ahora cuatro años.

La última prioridad en mi lista sería la de un portero. Más bien, la de dejar de tener sobre el campo al portero mejor pagado del mundo por otro de un perfil más bajo que permita reforzarnos mejor. Ter Stegen va camino de cumplir 30 años, tiene lesiones recurrentes, sus defectos no se corrigen y sus carencias van al alza. Nunca falla, pero para batir a los arqueros de nuestros rivales se necesita más de una ocasión, muchas más de hecho. Y eso, son muchos puntos. Sin puntos y resultados, es difícil que termine llegando el juego y el portero mejor pagado del mundo hace varios años que no da puntos. Es un debate muy manido, sobre el que no vale la pena extenderse. Ter Stegen ganó el pulso del vestuario anti-Valverde, sacó una renovación grotesca y no ha refrendado la confianza depositada sobre el campo. Con la ‘Manchasft exigió lo mismo, y con la treintena encima sigue sin obtener lo que no se merece. Igual debemos de aprender bastante de la selección germana.

Como extra, sería interesante mirar a nuestros laterales, si bien, no sé si Dest con continuidad y la dupla Alba-Baldé podrán aguantar dignamente en esta inevitable transición que nos espera.

La suerte de Xavi será la nuestra, esperemos que el Club haga un esfuerzo por facilitarle el camino.