LA FINAL DE LOS PALOS: BENFICA 3-2 BARÇA

10 de octubre de 2012 Retroblaugrana 41 8458

La liberación sexual, el pacifismo, y el movimiento hippie son una realidad. El mundo se emociona con West Side History y The Beatles ya dan sus primeros pasos para ser la banda más carismática de la historia, con la marcha del bajista Stuart Sutcliffe este año, la sustitución del batería Peter Best por Ringo Starr el año posterior y tocando por primera vez en el mítico Cavern Club de Liverpool. Marilyn Monroe empieza su descenso a los infiernos mientras que Ernest Hemingway concluye el suyo. Yuri Gagarin, liderando el primer vuelo especial tripulado, inicia una carrera espacial que finalizará en derrota para su país, la URSS, en los estertores de esta misma década, cuando Armstrong, Neil para más señas, deje su eterna huella en nuestro único satélite.

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La polarización en dos bloques, el comunista capitaneado por la mencionada URSS y el capitalista encabezado por Estados Unidos, que dividió el mundo, Europa, y, por qué no decirlo, sirvió para afianzar internacionalmente la dictadura franquista, que vive sus mayores momentos de consolidación internacional, alcanza ahora su punto de mayor fricción. La Guerra Fría estuvo a punto de no serlo tanto con el alzamiento del Muro de Berlín por parte de los soviéticos y la victoria en EE.UU. del demócrata J. F. Kennedy con su decisión, fracasada, de hacerse con Cuba con la Invasión de la Bahía de Cochinos, en lo que será el antecedente directo de la Crisis de los misiles del año siguiente que casi desemboca en una guerra nuclear, en la III Guerra Mundial.

Sí, estamos en 1961. Un año convulso e intenso, que marcará el devenir histórico en su futuro más reciente. Lo mismo ocurrirá en el Fútbol Club Barcelona. En el imaginario culé también es una fecha importante, ya que en ésta, el Barça disputará su primera final de Copa de Europa, fatídica por el resultado, 3-2 para el Benfica portugués, y por como se produjo, ya que pasará a ser conocida como “la final de los palos”. Era la primera final de las siete que disputaría el conjunto catalán, alcanzándola en su segunda participación. Para la primera participación no hay que remontarse demasiado, solo un año en el tiempo, en la temporada 1959-1960, donde el Barça, entrenado por Helenio Herrera, llegaría hasta semifinales para caer ahí contra el Real Madrid, perdiendo los dos partidos por idéntico resultado: 3-1 y 1-3. Por cierto, la final donde el conjunto blanco ganaría su quinta y última Copa de Europa consecutiva se disputó en Glasgow, en Hampden Park. En la temporada 2001-2002 se produciría todo un guiño del destino, siendo otra vez luctuosa para los blaugrana.

LOS AÑOS CINCUENTA

Esa primera participación en la Copa de Europa por parte del Barcelona fue posible gracias a que resultó campeón de Liga en la temporada anterior, la 1958-1959. Este título no fue importante por lo que significaba en si, sino porque consiguió cortar una racha en la que el club, durante 6 años, desde la 1952-1953 no alzaba ninguna Liga. Es más, en todo este tiempo solo se consiguió una Copa, en la 1956-1957 y una Copa de Ferias, la primera, que abarcó los años comprendidos entre el 55 y el 58 y donde los equipos participantes eran ciudades y no clubes. Aún así, el conjunto que fue por Barcelona, con el escudo de la ciudad y un traje ¡blanco! estaba compuesto en su totalidad por jugadores del Barça.

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Este período de insatisfacciones es especialmente doloroso por venir de donde se venía. La mencionada 52-53 fue una gran campaña ya que los culés obtuvieron el doblete, pero la anterior es la mas conocida por todos los barcelonistas, ya que estamos hablando de la temporada del Barça de les Cinc Copes. Ese año, los blaugrana consiguieron ganar Liga, Copa, Copa Latina, Copa Eva Duarte (en honor a Eva Perón) y Copa Martini Rossi. Estábamos ante un conjunto de leyenda encabezado por Ramallets y Kubala, con una delantera formada por él mismo y César, Moreno, Basora y Manchón. A esta temporada, se le uniría la siguiente, con el mencionado doblete, y el fichaje de Luis Suárez en 1954. Sin embargo, y a pesar de que todo parecía indicar que el Barça iniciaría una nueva etapa hegemónica en el fútbol español, la realidad es que no fue así. El motivo tiene nombre y apellidos: Alfredo Di Stefano y su polémico fichaje por el Real Madrid. El conjunto culé, que en el último de los casos podía contar con el argentino dos temporadas alternas en sus filas (las otras dos en el conjunto de Chamartín) renunció a esto cambiando así la historia. La Saeta Rubia, en su primera temporada de blanco obtuvo la Liga, un éxito que el conjunto blanco no conseguía desde la temporada ¡1932-1933! A partir de este momento ganaría todas las ligas hasta la recuperación blaugrana en el 59, con la excepción de la 55-56 que fue para el Athletic. Curiosamente esta temporada coincide con la primera Copa de Europa de la historia, la primera blanca, por lo que es fácil adivinar que el club se relajó ahí. Además, en este período se consolidó como equipo de leyenda con la aparición de la mencionada Copa de Europa, que ganaría 5 veces seguidas. Este trofeo, creado por el periódico francés L’Equipe, contó con el apoyó fundamental de Santiago Bernabeu, presidente blanco, que consciente del equipo que tenía entre manos, no dejó escapar la ocasión.

Mientras tanto, el Barça inició su andadura en el desierto. Desplazado de la hegemonía del fútbol nacional, no pudo jugar la máxima competición intercontinental hasta su 5ª edición, ya que cuando pudieron ir los subcampeones españoles, fue las dos veces 3º, por detrás de Sevilla y Atlético de Madrid. Además, en este período tuvo que ver como algunos de sus mitos iban abandonando el club: César en 1955, Manchón en 1957 o Basora en 1958.

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La recuperación del club se producirá por dos hechos: el primero, la inauguración del Camp Nou en 1957 que lo consolidaría como club, y la llegada de Helenio Herrera en el 58, que lo reflotaba deportivamente. Con él en el banquillo, el Barça volvería a imponerse, ganando las Ligas 1958-59 y 1959-60, aparte de una Copa en esa primera Liga y una Copa de Ferias y las mencionadas semifinales de copa de Europa en la segunda. Además, con él llegarían al club dos jugadores que acabarían por ser leyendas: los atacantes húngaros Kocsis y Czibor.

La temporada 1960-1961, sin embargo, no volvería a ser tan triunfal, ni mucho menos, como las dos anteriores. HH ya no estaba al mando de la nave blaugrana tras ser cesado poco después de las semifinales europeas contra el Real Madrid. El principal motivo, según las malas lenguas, fue una mala relación con Kubala. No será la última vez que veamos un pulso entre entrenador y estrella en el conjunto blaugrana que dinamite un proyecto. Sea como fuere, Herrera se va del Barça rumbo a Milán, para construir su Grande Inter y obtener éxito gracias al catenaccio.

El Fútbol Club Barcelona por su parte, no tiene una temporada plácida. El croata Brocic, que venía avalado por la conquista de una Seria A en la Juventus, presenta su dimisión como entrenador pasada media temporada, siendo relevado en el cargo por su ayudante, Enrique Orizaola. El motivo de esto fueron los malos resultados: en la Copa de Ferias es eliminado en cuartos de final por el Hibernian F.C. escocés y en la Copa del Generalísimo en octavos de Final contra el eterno rival de la ciudad, el Espanyol. Pero el golpe mas duro es en la Liga, donde el Barça, de un año a otro, pasa de ser 1º con 46 puntos y 22 partidos ganados de 30, a 4º, con solo 11 victorias, 14 puntos menos que el año anterior… ¡y a 20 puntos del, campeón, el Real Madrid!.

CAMINO DE BERNA

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La Copa de Europa era la única tabla de salvación de la temporada del equipo. Y paradójicamente, viendo los resultados en las otras competiciones, el Barça aquí sí daba el do de pecho. Tras una primera ronda donde eliminó holgadamente al Lierse belga con un resultado total de 5-0 entre los dos partidos, llegó el primer escollo importante: el Real Madrid de Di Stefano en octavos de final. El conjunto blanco, no solo era el dominador de la competición, en la que nunca había sido eliminado, sino que fue el verdugo del conjunto blaugrana el año anterior, y esta misma temporada le ganará en Liga los dos partidos, por 3-5 y 3-2. Sin embargo, en esta ocasión es el Barça el que pasa de ronda. Un 2-2 en la ida en el Bernabeu gracias a dos goles de Luisiño Suárez para remontar el 2-0 inicial, permitió al Barça jugarse todo en casa, donde se impondría con un polémico 2-1 con goles de Vergés y el brasileño Evaristo, el 9 del equipo, el 8 esa noche. Hay que recordar que por entonces no había valor doble de los goles en campo contrario, por lo que el gol de Evaristo, con un remate en plancha de cabeza, era determinante. Por otro lado, esta eliminatoria fue muy importante desde el punto de vista de la rivalidad de los dos equipos. Fue durante esta década cuando ésta aumentó, sobre todo tras el fichaje de Di Stefano y la hegemonía de un Real Madrid que hasta entonces tenía poco peso a nivel estatal. A esto, habría que sumar la tensión geopolítica existente durante la dictadura de Franco, presente tanto en el nacionalismo catalán, como en el centralismo madrileño español. De hecho, un periódico de Madrid tituló al día siguiente: “El Barcelona ha eliminado a España de la Copa de Europa”.

Esta eliminatoria fue un punto de inflexión para el Barça en competición europea. Así, la siguiente eliminatoria contra el Hradec Králové checo no tuvo historia, imponiéndose por un 5-1 en el global y plantándose en su segunda semifinal consecutiva. Allí esperaría el Hamburgo, un equipo potentísimo, ganador de campeonatos regionales como el Campeonato de ocupación británica y la Oberliga, de la que era dominador.

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El partido de ida, disputado en el Camp Nou fue de dominio blaugrana, aunque con llegadas con peligro del Hamburgo, algo no sorprendente en la época que estamos, donde no había partidos cerrados. Sin embargo, Ramallets jugó posiblemente su mejor partido en la competición y el Barça consiguió llevarse una renta a Alemania de 1-0 con gol de Evaristo. En la vuelta, el conjunto catalán volvió a ser mejor en la primera parte, sin embargo, al inicio de la segunda, un gol de falta para el Hamburgo empataba la eliminatoria. A partir de ahí el conjunto alemán creció y dominó, siendo Ramallets otra vez el salvador del Barcelona. Aún así no pudo evitar un siguiente 2-0. Pero Kocsis, de cabeza, en los instantes finales logró un 2-1 que forzaba el partido de desempate, que se disputaría al día siguiente, otra vez en Hamburgo. Ahí, Evaristo logrará el único gol en el marcador, el gol que valía que el Barça disputase su primera final de Copa de Europa, contra el Benfica portugués, también novato en estas lindes.

EL PARTIDO

La final tuvo lugar el 31 de mayo, en Berna, Suíza en el Wankdorfstadion ante 33.000 espectadores. El conjunto portugués ya había participado anteriormente, en la 1957-1958, siendo el primer club de su país que lo hacía y siendo eliminado en la primera ronda por el Sevilla por un total de 3-1. Era el gran club de Portugal, con un estadio que tenía una capacidad de 80.000 espectadores, y que había logrado varios dobletes de Liga y Copa en la década de los 50. Sin embargo, a pesar de lo que se cree, Eusebio aún era demasiado imberbe en esta temporada, estando en el equipo pero sin apenas presencia en el once titular, algo que si tendría y de que forma, en la temporada siguiente. Quien si tenía importancia en el conjunto era Béla Guttman, el entrenador mas importante de la historia del club, siendo el único que conseguiría ganar dos Copas de Europa con el conjunto lisboeta, a pesar de haber llegado a cinco finales más sin él.

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El Barça, para intentar ganar la Primera, jugó con Ramallets (1) en la portería; una defensa de dos con Foncho (2) en el costado derecho y Gracia (4) en el izquierdo; una línea de tres formada por Gensana (3), Vergés (5) y Garay (6); y arriba los 5 talentos: Luis Suárez (10) y Kocsis (8) un poco por detrás, Kubala (7) en la derecha, Evaristo (9) en el centro y Czibor (11) en la izquierda. Además, estos son los únicos once jugadores que jugaron por el conjunto catalán ya que por aquel entonces aún no estaban presentes en el fútbol las sustituciones.

Estamos hablando de un partido de hace mas de 50 años, por lo que es obvio que el fútbol cambio muchísimo, y el Barcelona también. Aún falta mucho tiempo para el juego de posición y el juego de posesión que tanta fortuna harán en el conjunto catalán. El objetivo es llevar el balón a la frontal lo antes posible. Por eso mismo, no hay mecanismos de salida elaborados, todos los saques de puerta son puestos en largo por Ramallets, o bien en corto a un defensa para que este se la devuelva, pueda cogerla y sacar en alto. Hay que recordar que por aquel entonces la cesión también estaba permitida, lo que era un elemento muy importante para estos inicios de jugada, y también para una acción defensiva ya que casi todas acababan con intercepción del defensa para el portero y éste cogerla y volver a empezar. Por otro lado, las pocas veces que el Barça inició jugada tocada desde atrás, la salida empezó por medio del 4, el defensa zurdo Gracia.

Tampoco podemos entender el fútbol dividido en las 4 fases del juego que existen hoy en día: ataque posicional, transición ofensiva, transición defensiva y defensa posicional. Los partidos en realidad eran corre calles, con conducciones larguísimas y con la continúa sensación de estar roto. Precisamente por esto, la brillantez técnica era fundamental, para poder hilar estas conducciones, tener dominio y llegar a la frontal lo antes posible. Bueno, para eso y para poder domar el esférico, mucho menos perfecto y mas pesado que en la actualidad lo que daba lugar a continuas imprecisiones y pérdidas que ocasionaban contras peligrosas.

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El Barça desde un primer momento fue dominante en el partido. A penas sufrió en defensa durante la media hora inicial. Foncho y Gracia, a pesar de ser los únicos defensas solo se encargaban de sus sectores laterales, mientras que el carril central era administrado anárquicamente por la línea de 3 posterior, Gensana, Vergés y Garay, lo que ocasionaba desbarajustes sobre todo al no seguir una marca, muchas veces por dejadez. Pero esto en la primera media hora no se vio. El conjunto catalán fue dueño y señor del encuentro gozando de múltiples ocasiones claras, contando entre ellas dos quitadas bajo palos. Posiblemente en estos minutos iniciales el mejor del partido fue Luis Suárez, con un fútbol bastante moderno que además recuerda al de Iniesta: actuando en el sector izquierdo aunque con muchísima libertad para aparecer donde quiera, conducciones largas y llevando el balón desde el centro del campo a la frontal. Además, también cuenta con un extremo abierto, Czibor, pegado a la zurda. Entre los dos, causaban las mayores jugadas de peligro de un Barça que actuaba más por el sector izquierdo. En el derecho, un Kubala al final de su carrera, contaba con menos presencia y continuidad en la jugada a pesar de mostrar en cada toque el fútbol que llevaba dentro. Además, su posición tampoco era fija, bajando muchas veces a ayudar o con una tendencia más interior, siendo en estas su posición ocupada por Luis Suárez, o por Evaristo que caía a banda y Kocsis se ocupaba del carril central. Precisamente Evaristo, héroe en muchos momentos de la competición, jugó un partido mediocre, especialmente en estos minutos, lo que impidió que el Barça incluso pudiera sentenciar el partido.

Pero el conjunto catalán estaba siendo muy superior y se tradujo en el gol de Kocsis a los 20 minutos. Esto, no cambió nada en el juego, ya que la sensación de partido roto era perenne. El Barça siguió dominando y teniendo ocasiones gracias a que llevaba el balón a ¾ con facilidad y allí el Benfica tampoco presionaba. Esta es otra constante de esta época: en campo propio apenas había presión por parte del contrario, pero en campo contrario según te acercabas al área rival, aunque ésta aumentaba, tampoco era ni mucho menos asfixiante, algo que teniendo en cuenta lo largos que eran los equipos en aquella época, aún aumentaba mas la sensación de peligro continuo.

El Barça pues, seguía dominante, hasta que se llegó a esa media hora de juego y todo se truncó. Primero con un gol de José Aguias tras una posesión larga del conjunto lisboeta, continuado por un segundo gol dos minutos después, tras un mal despeje de Gracia hacia su propia portería, fallando ahí un Ramallets en la cuesta abajo de su carrera, que se metería el gol en propia puerta. El Barça se ponía detrás en el marcado, nunca más se pondría delante.

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El Benfica, a partir de este momento se hizo con el partido, dominando con posesiones algo mas largas pero sin crear peligro, y tras fallar otra ocasión clarísima el Barça, en pies de Kocsis, el partido fue al descanso. Tras la reanudación, la cosa se pondría peor con un gran gol de Coluna desde fuera del área en una jugada que el mismo inició, y que además refrendó más el dominio del balón y del tiempo por parte del conjunto de Lisboa.

Todo lo que ocurrió a continuación es lo que ha convertido a esta final en mítica. El Barça probó cosas nuevas para poder salvar una copa que se perdía. El principal movimiento fue que Kubala abandonó la banda derecha, retrasando y centrando su posición, en un ejemplo de su grandeza, y Czibor pasaría al costado derecho, sobre todo para aprovechar su espectacular zurda. Desde aquí crecería, siendo el mejor en esta franja del partido. A partir de este momento, los culés vuelven a dominar el partido de forma aplastante y llega el primer palo, de Kocsis. La cosa no quedaría aquí y en la siguiente jugada, en un balón colgado en la frontal y dejado de cara a Kubala, su tiro desde fuera del área dio en el palo derecho del portero…¡y después en el izquierdo! ante un desesperado Evaristo que ya lo estaba celebrando.

El Barça siguió empujando, y así llegó el 3-2 con un zurdazo de Czibor, que de haber supuesto la victoria para su equipo seguramente sería considerado un de los mejores goles de la historia de finales de Copa de Europa. A este gol le siguieron más jugadas de peligro del Barça, con un Luis Suárez acostado en la derecha conduciendo el juego por ahí y haciendo mucho daño. Así llegó el último palo, de Czibor, cuando el portero ya no podía hacer nada, y varias ocasiones muy claras. A pesar de alguna contra del Benfica con el Fútbol Club Barcelona ya descaradamente ofensivo, fue un monólogo de media hora por parte de los culés. Pero no cayó el 3º y la Copa de Europa por primera vez viajaba un país distinto de España. El Benfica era campeón.

LO QUE VINO DESPUÉS

Las consecuencias de esta derrota fueron múltiples y muy profundas. Aunque esta competición no era lo que es hoy en día, ya tenía la consideración del gran torneo europeo, aparte de favorecer una retroalimentación de gloria, dinero y llamamiento para grandes clubes que favorecía su propia consolidación. Eso le pasó al Real Madrid durante su lustro glorioso, y también al Benfica, que volvería el año siguiente a ganar la competición ya con Eusebio como su gran estrella, además de todas las Ligas portuguesas entre el 62 y el 69.

Futbol. Luis Suarez

El Barcelona, por su parte, se adentró en una profunda renovación y crisis. Luis Suárez, que por aquel entonces ya era la principal estrella culé, además del mejor jugador de Europa pues ganó el Balón de Oro esa misma temporada, se fue al año siguiente al Inter de Milan de Helenio Herrera tras el traspaso récord de 25 millones de pesetas. No será el único que se vaya a otro club ya que Czibor se irá al Espanyol. Además, dos símbolos como Kubala y Ramallets que habían dado su último canto de cisne se retiran este mismo año. De los jugadores rutilantes que tenía el Barça este año solo siguieron Kocsis, que ofreció su mejor versión al año siguiente y se retiraría en el club catalán en 1965, y Evaristo que continuó un año mas, para irse después… al Real Madrid.

El Barça entró en un nuevo caminar en el desierto, en el cual tardaría 14 años en ganar la Liga, ganando en todo este tiempo solo dos Copas y dos Copas de Feria. Habría que esperar a la llegada del Profeta para que el equipo empezase a recuperarse.

Spanish Soccer - Primera Liga - Barcelona v Espanol