Mala suerte y negligencia

Ni club, ni Bartzokas ni aficionados habían vivido una plaga de lesiones tan cruel como la que le está tocando vivir al Barça Lassa en esta temporada que no ha hecho más que comenzar. Rice, Navarro, Koponen, Ribas y Doellman han sufrido lesiones durante este comienzo de competición, siendo especialmente desgraciados los episodios de Koponen (por ser fuera de las canchas) y el de Ribas (por su gravedad). No es sino la prolongación de una quimera en los últimos años en Can Barça.

La historia de la fatalidad de las lesiones durante el ciclo de Xavi Pascual comienza a finales de 2010 y se prorroga hasta hoy. En aquel diciembre del que fue un gran año para los culés se inició un ciclo de mala suerte con la caída en desgracia de Gianluca Basile y Pete Mickeal. Creus reaccionó rápido y con dinero y se reforzó rápidamente con Alan Anderson y Joe Ingles en busca de la segunda Euroliga consecutiva, con F4 en casa, pero se le descubrió la dolencia a Pete Mickeal y el sueño de otra Euroliga en el Sant Jordi se esfumó. A la siguiente temporada el equipo se refuerza con Chuck Eidson, fichaje de lujo que comenzó bien pero que se vino abajo tras un inoportuno choque con Velickovic en la final de Copa que el Barça pierde en el Sant Jordi ante el Real Madrid. Un antes y un después para los duelos Pascual-Laso y también para la carrera del ex de Maccabi, que ya nunca fue el completísimo jugador que le hizo ser uno de los jugadores más codiciados del mercado. Unos meses después y todavía con la resaca de la increíble final de Mickeal ante el Real Madrid se conoce la recaída del alero, que es relevado por Brad Oleson. Antes de la F4 también cae Nathan Jawai y llega en su lugar Mavrokefalidis.

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A partir de ahí un par de temporadas tranquilas a excepción de lesiones puntuales y los habituales problemas de Navarro, un goteo constante todos estos años. Rara vez el capitán ha jugado dos meses seguidos en óptimas condiciones físicas desde hace 6 años. Y otra vez desgracia. En la que iba a ser su gran oportunidad el sueco Markus Eriksson se rompe. Si la 14-15 iba camino de ser una buena temporada a final de año se caen por lesión prácticamente a la vez Oleson, Navarro y Abrines, por lo que Marcelinho se desfonda este tiempo y llega muerto a la disputa de los títulos. La temporada pasada los habituales problemas de los tres escoltas, grave lesión de Lawal y el sustituto Dorsey se acaba perdiendo el final de Liga tras caer lesionado en el primer partido de la serie de cuartos de Euroliga ante Lokomotiv.

Mucho de esto es mala suerte, qué duda cabe, pero también tiene un enorme componente de negligencia, especialmente este año. ¿En qué cabeza cabe hacer la plantilla más corta de los últimos años cuando la exigencia es mayor? Casi todos los equipos de Euroliga han mejorado sus plantillas tanto en calidad como en cantidad excepto el Barça, que no sabemos si se dejó los deberes hasta última hora para pescar algún NBA o directamente esperaban poder competir así. En cualquier caso trataron de fichar a Hanga, Vives y Seraphin, por lo que es evidente que sabían de las necesidades del equipo, las que sigue teniendo. Así que Bartzokas se encuentra a 1 de noviembre con una plantilla, incompleta, desequilibrada, con muchos lesionados y otros tantos con más minutos de los que serían deseables.

Alguien debería explicar cómo se gesta la renovación por dos años de Dorsey viendo las condiciones físicas en las que se encuentra, pues por momentos parece un jugador semi retirado y que, si bien no cobra un salario estratosférico, sí ocupa una de las dos valiosísimas plazas de extranjero. También estaría bien oír una explicación acerca de las razones para tener una fe tan extraordinaria en los escoltas y aleros del equipo, todos ellos en edades avanzadas, con habituales problemas físicos o las dos cosas. Era absolutamente previsible que hubiera problemas, y no hablo de la grave lesión de Pau Ribas sino de esas recurrentes molestias que impidieron al catalán rendir como se esperaba la temporada pasada. Hablo de las dos lesiones musculares que acostumbra a tener Oleson cada año. Hablo de que Navarro no es capaz de jugar al mejor de su nivel ni la mitad de los partidos de la temporada. Se trata de asuntos recurrentes que debían haberse tenido en cuenta a la hora de planificar la temporada, y en el momento en que se confirman no se puede hablar de mala suerte sino de negligencia por parte de los responsables.

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Estoy absolutamente desconcertado por el trabajo de Rodrigo De la Fuente y desconozco el grado de implicación de Georgios Bartzokas en la confección de la plantilla, pero lo que sí sé es que a 1 de noviembre no es normal estar esperando al menos dos fichajes. La espera habrá merecido la pena si firman a Motiejunas, pero lo normal es que lo que se pueda traer a estas alturas no mejore tanto la plantilla como para competir con el resto, así ya vas más tarde y peor que los rivales directos.