EL BARÇA Y SUS NECESIDADES VENIDERAS

Por: Óscar Cano (18 de Julio de 2009), autor del libro “El modelo de juego del F. C. Barcelona”.

Hoy en Trouro blaugrana es una gran ocasión especial, contamos con una firma especial, hoy presentamos a Oscar Cano. Aunque poca presentación se puede hacer de él dejamos unas trazas: es un técnico que aunque hoy tiene un gran bagaje en la segunda B, a medio plazo quizás no esté en una categoría tan «anónima» al gran público. 

Oscar es un técnico joven, aunque con una gran preparación teórico-práctica en su haber, a grandes rasgos podemos decir que ha entrenado al Granada CF y que hace unos años ganó el premio otorgado por la prestigiosa revista «Don balón» al equipo que más tarda en hincar la rodilla en la temporada (esto es al que mas tarda en perder) hace unos años con un equipo modesto de la tercera división granadina, el Arenas de Armilla.

Viene a colación esto para comentar que ha escrito un libro altamente recomendable, en el que desglosa la filosofía intrínseca y el modelo funcional de este gran equipo que a todos ha encandilado, lo cual es una ocasión para leer, dada su amplia formación, y por qué no decirlo también, la estrecha relación que le une a Juanma Lillo desde hace años. En alguna ocasión estuvo muy cerca de formar parte del Barça como técnico, pero eso, es otro cantar.

Os dejamos un link directo para que comprobéis por vosotros mismos que merece la pena «El modelo de juego del FC Barcelona». A la derecha el banner.

Les dejamos con él:

Vaya por delante que mi objetivo no pasa por aconsejar a nadie, mucho menos a los responsables de la Dirección Deportiva y Secretaría Técnica del F. C. Barcelona, ya que éstos han demostrado sobradamente su capacidad en las últimas temporadas para situarse en el mercado, bajo la premisa de la tranquilidad que otorga el hecho de saber qué se necesita y pará qué es necesario.


El club azulgrana, afronta un ejercicio donde las exigencias se han disparado, fundamentalmente por la espectacular temporada pasada, algo casi imposible de superar desde el punto de vista de los títulos logrados, y por la competencia que se rehabilita desde la capital de España, después de un año donde su “no saber qué querer-no saber a qué jugar”, su ausencia de estilo, quedó patente.

El diseño de la plantilla del Real Madrid 2009-2010, basada en la contratación de jugadores tan glamurosos como espectaculares para inventar soluciones en los espacios cercanos al área contraria, representa un nuevo desafío para el equipo de Pep Guardiola.
Bajo mi punto de vista, y a pesar de que algunos aficionados culés andan desesperados ante la opulencia conductual del segundo proyecto de Florentino Pérez, la verdadera urgencia es la de seguir guardando fidelidad a la propuesta, trabajar para que esa identidad no sea transitoria. Que no caiga en el ostracismo aquello que verdaderamente les distingue, debería ser la pretensión indiscutible.


Esa configuración esencial parece garantizada con Piqué y Márquez, desde espacios más atrasados, centrales que se responsabilizan de provocar la aparición de hombres liberados de oposición, así como por Xavi e Iniesta en las zonas medias, legítimos portadores del ADN desde el que nace el modelo de acción. Consolidar el patrón de organización resulta clave. La búsqueda de algún central del perfil de los mencionados, con capacidad para avalar los primeros pasos del proceso de las acciones de ataque, sería importante.

Pero dada la carestía, en una jungla balompédica que entroniza el músculo y el sudor por encima del talento, de jugadores que siempre dan continuidad a dichas acciones, que las ordenan y que posibilitan que todo el equipo llegue junto a los lugares precisos y en favorables condiciones para desequilibrar, los esfuerzos deberían orientarse a la contratación de Cesc Fábregas. Redoblar la apuesta por el ideario es inviable sin la participación de este tipo de jugadores. Sin este arquetipo, futbolistas facultados para hacer mejores al resto, la efectividad y la plasticidad del juego blaugrana se vería severamente mermada.
Todas las probabilidades de desequilibrio, la manifestación de los mejores recursos de Messi, Henry, Iniesta (cuando juega como extremo) o Zlatan Ibrahimovic, las apariciones de Álves o Maxwell,…, tienen su dependencia en lo que ocurre en la sala de máquinas. Para que esto ocurra, se necesitan jugadores que disciplinen la sinfonía de actuaciones geniales del coro del Camp Nou.
Además, la vuelta del jugador del Arsenal, supondría la ampliación temporal del modelo de juego actual, ya que estamos hablando de un jugador de apenas veintidós años.
Por otro lado, y como ya hemos comentado, la posición de Beguiristain es privilegiada principalmente por dos motivos:

1. Hace falta poco, la plantilla está prácticamente diseñada. Únicamente habrá que ir a por aquello que haga que en determinados puestos específicos la decadencia no se haga manifiesta, ya sea por la relajación derivada de la escasa competencia, como por la falta de compromiso de algún jugador con el ánimo competitivo menoscabado.

2. Muchos de los mejores jugadores del mundo, ansían compartir vestuario y césped con los integrantes del plantel catalán, ya que su fútbol ha estimulado la admiración del resto de competidores.

Ante este panorama, quizá sea mejorable la posición de extremo izquierdo, con alguien que genere cosas diferentes a Henry, es decir, mayor eficacia en el mano a mano, aunque con Fábregas también se podría corregir dicha limitación del rendimiento, ya que Andrés Iniesta si que dispone de esas capacidades.
Otra posición que se prestaba a mejoras era la del lateral zurdo, ya que aunque encontrar otro Álves se antoja delicado, cierto es que la llegada de su compatriota Maxwell no condiciona a que la construcción del juego se haga casi siempre por el perfil derecho, aunque debemos tener en cuenta que dicho perfil otorgaba un carácter de finalizador al lado izquierdo.
De ese modo, podemos indicar, a modo de conclusión, que aunque todo es susceptible de mejora, la estabilidad del patrimonio comportamental, mantener inalterables las regularidades del vademécum organizacional del juego del F. C. Barcelona, debe ser la principal variable a considerar de cara a temporadas venideras, algo que parece consolidado si miramos que en cada rincón de la ciudad deportiva Joan Gamper, ubicada en la localidad de Sant Joan Despí, se respira la esencia del frasco de fútbol que elaboró Johan Cruiff y que tan bien han sabido refinar Rijkaard y Pep Guardiola introduciendo pequeños matices para asegurar su evolución y restar la previsibilidad que emana de todo modelo no supeditado a sus propias posibilidades de progreso.