La final de Wembley (3/3):

Mientras que por banda izquierda el United tendrá que amoldarse a la presencia en frente de un lateral como Dani Alves, la banda derecha pude ser la zona donde Ferguson busque una carta ganadora que le permita generar ventajas para dominar el discurso del partido. Tanto Abidal como Puyol están lejos de ser una de las principales armas ofensivas del Barça, por lo que ahí, el técnico escocés, tendrá más libertad para pensar más en atacar que en defenderse. Por eso, mientras que en la banda izquierda la alineación de Giggs podría resultar una imprudencia, jugando a banda cambiada -como en aquella histórica final en el Camp Nou ante el Bayern de Munich- el galés podría encontrar su posición y su razón de ser en el partido. Lejos del extremo punzante de antaño, el Giggs actual, para el Unietd, es pausa, visión de juego y creatividad, prácticamente un mediapunta. La banda ya no es su hábitat natural sino un punto de partida para tender al carril central. Así pues, el United puede encontrar en un Giggs «descansando» en banda derecha y transitando hacia la mediapunta, una solución para poblar la medular, atacar en superioridad la zona de Busquets, y dar la posibilidad a su equipo de mantener la posesión durante fases del juego más largas para que el Barça no viva cómodo.


Sin embargo, lo lógico es esperar que la banda derecha inglesa sea para Valencia o para Nani. El primero con un juego más abierto que empieza y termina pegado a la cal, explotando su velocidad y verticalidad para percutir al contraataque, o el portugués para aumentar los recursos del equipo en ataque posicional y con una mayor tendencia a la diagonal.

Con más o menos tiempo de posesión en las transiciones defensa-ataque, parece claro que el discurso del United será el contraataque. Para minimizar sus riesgos, pues, será vital para el Barça controlar las pérdidas de balón, tanto en cantidad como en calidad. El Barça no debe permitir la recuperación en fase inicial, con el equipo mal colocado para lanzarse a la presión y el rival desplegado para ejecutar fácilmente la contra. La pérdida azulgrana debe localizarse cerca de la portería de Van der Sar, con el mayor número de jugadores del United por detrás del esférico y los jugadores azulgranas formando una nube alrededor del balón que les permita bien recuperar rápidamente, bien ensuciar la contra inglesa.
Tanto la capacidad de Iniesta para superar líneas desde el regate, como la presencia de Messi a la espalda de los mediocentros habilitando líneas de pase que obliguen a la media rival a girarse hacia su portería, serán los principales caminos que tendrá el Barça para lograr que el juego se localice en las inmediaciones del área del rival. El argentino se encontrará, además, con uno de los principales quebraderos de cabeza de Ferguson, y es que su especial habilidad para dominar el espacio entre mediocentros y centrales, coincidirá con las principales carencias de dos de los hombres que deben defender esa zona, Carrick y Vidic. Los problemas del inglés vienen provocados porque aunque desde hace unas temporadas actúa como mediocentro, su demarcación original es la de interior. Con Cristiano Ronaldo, su adecuación al discurso que imponía el portugués compensaba sus limitaciones, pero ahora, en este «nuevo» United, sus lagunas descuidando su espalda penalizan mucho, y pueden resultar mortales ante un hombre como Messi. Detrás de Carrick estará Vidic, un central perfecto para defender con una referencia, pero que en el espacio abierto, sin una marca fija y con la obligación de interpretar los distintos escenarios que le plantea el juego, es propenso al error.

Por este motivo, Ferguson necesitará a Fletcher y a Ferdinand. Desde la media, el escocés tendrá un doble papel, primero el de intentar evitar que el escenario de inferioridad aparezca, y el segundo, en caso de que este escenario desfavorable sea inevitable, aportar soluciones. Para el primer cometido es de esperar que sea la cabeza visible de un centro del campo agresivo y con una línea de presión alta. Emulando al Madrid de estos cuatro enfrentamientos, Ferguson tratará de obstaculizar la salida del Barça para que sea Messi quien tenga que retrasarse y en lugar de a espaldas de Carrick, situarse por delante de éste. El Barça encontrará así la solución para iniciar jugada, pero arriba, el cuatro para dos de la defensa rival contra Pedro y Villa, dificultará mucho las posibilidades de los azulgranas de llevar peligro a la portería de Van der Sar. Si esto no resulta y el Barça consigue superar la presión del United sin que Messi tenga que abandonar su zona para participar en el arranque de la jugada, Fletcher debería ser el factor corrector que compense las lagunas de Carrick, el hombre que ocupe los espacios que libere el inglés.


Ferdinand, por su parte, debe ser quien interprete los movimientos de Messi y guíe a Vidic desde la defensa. El serbio será el marcador y el inglés el líbero que le corregirá. Por eso, para el Barça, puedo ser muy interesante intercambiar en determinados momentos del choque la posición de los hombres de banda para emparejar a Pedro con O’Shea. Se trataría del mismo recurso que ya utilizó Guardiola en la final de Copa percutiendo con el canario sobre la posición de Arbeloa. La, a priori, superioridad azulgrana en el desequilibrio individual de ese duelo, obligaría a los hombres de ese sector del United a acudir a las ayudas sobre su lateral, por lo que hombres como Ferdinand, Fletcher o incluso Valencia, deberán diversificar sus focos de atención.


El mayor beneficiario si esto ocurre, más que Messi, puede ser Andrés Iniesta, el hombre que compartiría perfil con Pedro desde la posición de interior. El manchego encontraría, pues, facilidades para atravesar al mediocampo rival con la menor presencia de ayudas a su marcador, pudiendo explotar su habilidad en el uno contra uno, para llevar el balón a la frontal del área. Obligar a los medios ingleses a recular, ganar metros en mediocampo, obligar al United a acumular el máximo numero de efectivos por detrás del balón haciendo descender el peligro de sus contras y juntar a los azulgranas alrededor del esférico para aplicar de manera más efectiva la presión.