La pizarra de Sir Alex Ferguson

Comienzan los 10 días más frenéticos de la temporada, los 10 días que no llevaran al partido más importante en Europa y parte del mundo, LA FINAL DE LA CHAMPIONS. Desde todos los medios nos bombardearan con informaciones, nosotros nos dedicaremos a analizar el partido y a los equipos, HABLAREMOS DE FUTBOL y empezamos con la colaboración de Morén, de Eumd.es (En un momento dado), web seria que lleva muchos años en la elite de esto. Os recomiendo que leáis también en su web los artículos Wembley: donde empezó todo (I y II).


El próximo día 28, F.C.Barcelona y Manchester United reeditarán la final de Roma en la que, con su victoria, el Barça de Guardiola coronó una temporada perfecta. Que se repita una final apenas dos temporadas después, puede ser catalogado como una curiosidad producto del azar, pero en este caso, nos habla de los dos conjuntos que han ejercido su dominio en Europa durante los últimos años. En las últimas seis ediciones de la Champions League, acumulan tres presencias en la final cada uno, y en semifinales, cinco el Barça por cuatro el United. Teniendo tan cerca el precedente de Roma, pues, a la hora de analizar la final podría existir la tentación de coger a aquel United como referencia, pero sería un error. Es cierto que, como el Barça, el United tiene el sello distintivo que le da la presencia de Ferguson en el banquillo, pero el funcionamiento colectivo del equipo de 2009 es distinto al del 2011. La razón principal, el cambio de jugador franquicia, del hombre que define el comportamiento del colectivo y al servicio del cual se ponen el resto de compañeros. Entonces ese hombre era el hoy madridista Cristiano Ronaldo, mientras que actualmente ese rol pertenece a Wayne Rooney. Dos jugadores distintos, y por lo tanto, distintos serán también los equipos que comandan.


En 2008, el United jugaba para Cristiano Ronaldo, para sacar el máximo rendimiento tanto individual como colectivo de su mejor jugador. El resto de jugadores, Rooney incluido, se ponían a su servicio -algo similar sucede en el Barça con Messi e Iniesta-. Algo habitual entonces como ver al inglés en una posición de banda persiguiendo al lateral rival hasta su propia línea defensivo, hoy por hoy parece impensable. Ahora Rooney es el jugador a potenciar, el que debe encontrar el contexto más favorable, y son el resto los que con este propósito, deben sacrificar aspectos de su juego. Es importante recalcar que no se trata de buscar el lucimiento individual de la estrella, sino que su aportación al juego colectivo pueda ser la máxima. Eso, trasladado al bando azulgrana, es el desplazamiento de Messi de la banda derecha a la posición de falso nueve.

Rooney es el jugador al que se agarra el United para solucionar problemas futbolísticos y rallar a un nivel colectivo superior. Por eso, en este United en el que a la progresiva decadencia de Scholes no ha acompañado la aparición de un nuevo cerebro capaz de mandar en el centro del campo, Rooney tiene un papel mucho más relacionado con la gestación de la jugada que la del típico delantero centro. Junto a él, el eterno Ryan Giggs, al que Ferguson ha reciclado de incisivo extremo a mediapunta creativo. En el United actual, pues, es habitual ver a Rooney aproximarse a la medular para recibir y dar sentido a la transición defensa-ataque del equipo. Para potenciar estas situaciones y ofrecer al jugador el contexto más favorable, Ferguson necesita generar espacios para el inglés, algo que consigue, por un lado, con la amplitud que por bandas ofrecen jugadores como Evra, Valencia o Nani, y por el otro, con la presencia de un nueve acompañando a Rooney para fijar la atención de la zaga rival y liberar al inglés.


El comportamiento de las bandas del United no es idéntico, pues mientras que en banda izquierda, ya sea Park, Giggs o Nani a pierna cambiada, tienen una tendencia más interior y menos vertical, en el perfil diestro, tanto Valencia como Nani adoptan una posición más fija, con singularidades dependiendo del encargado de ocuparla, pero que tiene cerca de la cal su radio de acción. Para acompañar a Rooney en punta y permitirle una mayor libertad al inglés para relacionarse con la zona de medios, Ferguson suele utilizar al mexicano Chicharito, quien le ha ganado la partida a Berbatov pese al buen inicio de campaña del búlgaro. Hablar de Chicharito es hablar de un delantero de área, un auténtico killer, uno de esos delanteros que no necesitan prácticamente nada para anotar un gol. Es significativo, en este sentido, reparar en las pocas ocasiones que necesita para marcar, o en la cantidad de goles anotados a placer, prácticamente a puerta vacía o tras un rechace. No es cuestión de suerte, sino de instinto. Y es que Chicharito es uno de los delanteros más inteligentes a la hora de moverse en el área. Sus movimientos siempre acostumbran a generar ventajas, y con sus agresivos desmarques, ya sea entrando al espacio en velocidad, como arrastrando a los defensas rivales, es vital para generar esos espacios de libertad para Rooney.
La alternativa de jugar con dos puntas, pues, ha sido una arma bastante utilizada por Ferguson esta temporada. No obstante, como es habitual en el técnico escocés, la flexibilidad en lo que a módulos tácticos se refiere de este United es enorme. Los Red Devils, pues, pueden usar indistintamente varios sistemas, siendo el 1-4-3-3 (y su variante defensiva del 1-4-5-1) o el 1-4-4-2 y sus variantes, los más recurrentes. Por delante de Van der Sar, la línea defensiva tiene tres hombres fijos como son Evra y la pareja de centrales Ferdinand-Vidic. En el lateral derecho, los gemelos Da Silva y O’Shea, más ofensivos los brasileños, más defensivo el irlandés, se disputan la última plaza.


En el centro del campo, pese a sus carencias en la posición y al bajo nivel que arrastra durante las últimas temporadas, el mediocentro es para Carrick, y junto a él el recuperado Fletcher, el gran ausente por el lado inglés de la final de Roma. Se trata de un jugador importante, pues a su trabajo suma la capacidad de corregir a Carrick cuando éste descuida su espalda. Por último, si el técnico opta por jugar con tres medios, la tercera plaza se la disputan Anderson, Park o Giggs.
El galés, además, protagoniza una de las variantes de Ferguson, pues en alguna ocasión el entrenador ha optado por plantear un centro del campo con cuatro hombres en rombo, en el cual Giggs ocupa el vértice superior. En las bandas, a los ya comentados Nani y Valencia por la derecha -con algunos partidos para Park-, se unen Giggs, Park o Nani a pierna cambiada en el perfil opuesto.


Mencionar, también, que en alguna ocasión ha sido Rooney quien ha ocupado una posición abierta, pero como hemos explicado a lo largo del post, esta temporada se trata de un recurso puntual, que se da sobretodo con Berbatov sobre el campo, cuando Ferguson decide jugar con un único hombre en punta. Lo habitual si junto a Rooney juega otro delantero, ya sea el búlgaro o Chicharito, es que el United plantee un 1-4-4-2 con dos puntas, en el que Rooney adopta un rol más liberado de segundo punta, dejando como referencia a su acompañante.