Este post es una colaboración entre Trouro y Joaquiín Galvez de Kiosko deportivo. Nació tras visionar Trouro los 2 primeros partidos de Copa América de Uruguay y leer un artículo de Joaquín.

La actualidad blaugrana llega con el fichaje cerrado de Alexis y la operación de Bojan con la Roma, que ya no sé si llamarla fichaje, préstamo, depósito, cesión….

Si llega Cesc, Pep tendrá los dos cromos de medio campo en adelante que necesita para mejorar la plantilla. Tras la salida de Bojan, sólo habría un perfil no cubierto en un equipo que tendrá que volver a disputar los 6 torneos del fútbol por equipos. 


Guardiola debe estar maquinando qué hacer con ese perfil descubierto, que no es otro que el recambio de Villa, un hombre-gol. El entrenador de Santpedor tendrá dos opciones posibles. 


La primera es dar un giro al sistema de juego, y pasar a formar con 4 hombres en el centro del campo, en forma de rombo. En ese papel tanto Cesc como Thiago tendrían una perfecta posición en el vértice superior de dicho enjambre. A la vez Messi pasaría a formar como falso delantero (movilidad) en uno de los dos puestos de arriba, compartiendo perfil con Alexis Sánchez. Villa y Pedro quedarían para el otro puesto en el dúo de la delantera. Así el Barça tendría 4 jugadores para dos puestos, y Thiago más Cesc competirían por un puesto en el equipo sin romper la dinámica de Iniesta y Xavi. La selección ya juega habitualmente en partidos de máxima competitividad así. Sería un cambio leve de rumbo hacia adelante. Una manera de sorprender a Mourinho y al resto de equipos. No ser previsible. Guardiola cada temporada ha dado un suave movimiento en la parcela de ataque. Algo muy necesario si quieres seguir en la dinámica ganadora.


Aunque sigo sin descartar un Cesc por detrás del balón, no como mediapunta.


La otra opción es seguir con Messi de falso 10, manteniendo los dos hombres delante del argentino, fijos en banda, uno abre y otro pica. Villa, Pedro y Alexis, con la posible inclusión de Afellay por la derecha. Así quedarían 3 hombres, más el holandés. Aunque Villa seguiría sin tener un rival en la función de delantero centro, el banquillo estaría vacío en dicho rol.


Esta última sería la variante más posible. Guardiola perdería el hombre referencia en la próxima temporada de forma definitiva. No habría un 9 puro, todos “flotarían” en la zona de ataque, ya que el guaje desde su llegada a Barcelona, dejó de ser referente.


Con un mercado inflado y Zubizarreta aprentando al máximo el cinturón del equipo, presentamos la mejor opción para el Barcelona si Guardiola se decide a fichar a un goleador competitivo, que se bata en duelo con Villa por un puesto en ataque. Esto no es otro que Diego Forlán.


El Barcelona sigue unas claras directrices a la hora de planificar los fichajes de cada temporada. Los que vengan del exterior deben ofrecer rendimiento inmediato. Deben aunar calidad, experiencia, desparpajo y un perfil diferencial que no puede ser dado por el producto de la casa.


El gol se compra, no se hace. El equipo necesita un estilete que defina todo el juego creado por la metalurgia del Barça. Está Villa, se esperaba a Bojan. A falta del joven de Linyola, Guardiola con una temporada por delante en la que luchar por 6 torneos necesita de un rematador más. Este debe ser el uruguayo.





Diego Forlán. (Montevideo, Uruguay, 1979). Atlético de Madrid.


Su club no le quiere, la ficha es alta. Enrique Cerezo confirmó antes de la Copa América en prensa que por 6 o 7 millones de euros, lo venderían. Aquellos días eran tiempos de cólera en la relación del jugador con el club. Hoy todo se ha apaciguado. Forlán ante la falta de ofertas ha mencionado su deseo de seguir, aunque es un mensaje falso. Si no le llega alguna buena oferta se tendrá que quedar, pero a la que llegue que le ofrezca seguir competiendo al máximo nivel, la carne estará otra vez en el asador. 


El jugador ya se refirió a ello: “El club es el que está buscando mi salida. Ellos son los que no quieren que yo siga, y deberemos llegar a un acuerdo porque yo tengo dos años más de contrato y pienso cumplirlo si no llega a haber algo que realmente me interese”.


Los 6 o 7 millones cifrados por el presidente colchonero pueden caer en saco roto. Al Atlético le urge vender. Empezar un nuevo proyecto sin espinas clavadas. El Barcelona podría apretar teniendo el sí del jugador, al club del Manzanares. Bajar esa cantidad de fichaje, porque el problema no es el traspaso, sino el montante en el que queda la operación sumando dos años de salario, a las cifras que recibe el jugador hoy día en el Atleti.


Un factor importante por el cual podría jugar el Barcelona sería introducir la cesión o los derechos por algún canterano del deseo del Atlético. Afellay también podría ser opción. Siempre manteniendo a Thiago al margen de la operación. El hijo de Mazinho no debe salir de la dinámica blaugrana. 


El sueldo sería de crack, pero su calidad lo exige. Contrato por dos años. Una tercera opcional, si el transfer requiere coste para el Barcelona (esos 5 a 7 millones de euros). Si llega gratis, sólo firmar dos años. Amortizar sólo el salario. 


Su edad, 32 años, no tiene que ser un factor determinante. Es un profesional con un físico prodigioso, difícilmente comparable a la mayoría, ya no de personas, sino de futbolistas. Mucha experiencia, conoce la Liga al dedillo desde su llegada al Villareal. Sería una operación similar a la que en su día se hizo por Larsson o Henry. Fichar rendimiento inmediato. Comprar un jugador permeable al fútbol del Barcelona al 100%, que se acoplaría desde el primer día a la metodología de juego que viene practicando Guardiola. 


Si se puede definir a Forlán, se usarían tres conceptos: experiencia, competitividad y gol. Es un grande: dos trofeos pichichis, dos Bota de Oro, mejor jugador de la final Europe League con el Atlético, Balón de Oro del Mundial de Sudáfrica con Uruguay. Ante todo es un jugador competitivo. De los que llevarte a cualquier batalla sabiendo que no te van a fallar. La exigencia es máxima en el Barcelona, y ahí Diego Forlán es donde mejor se mueve.


Volviendo a la premisa de la edad, no debe ser un facto considerado. El coste en máximo por un traspaso iría a 6 millones de euros. De físico inmejorable parece que aún está en la veintena de años. Sólo ver sus acciones actuales en la Copa América. La pelea con Quique le ha dado mayor descanso en el tramo final de temporada.


“Todo el mundo tiene problemas, y el fútbol termina siendo el psicólogo más barato” Diego Forlán.


En el Barcelona ocuparía el rol de Villa. Lucharía con el asturiano por un puesto. Eso significaría tener la responsabilidad del gol, pero en una necesidad de minutos menor a la que le acostumbrabamos a ver en el Calderón. Menor minutaje, menor desgaste, mayor rendimiento del jugador a los 32 años. Y del guaje.


También podría ser el falso 9 cuando no juegue D10s, el “Forlán sudafricano”.


Su adaptación sería inmediata. Diego es competitividad. Crece ante la adversidad. Necesita estar al máximo de revoluciones, tener miras y cotas más altas. Su traspaso debió ser un año antes. En el Mundial. El jugador pedía saltar un escalón más de equipo, luchar por los máximos torneos Liga y Champions. El Barcelona se lo ofrecería. Su implicación en el equipo sería rápida, de vida para él.


Su experiencia e idioma ayudaría. Su actitud e inteligencia también. El uruguayo combina, genera juego lejos del área, pero aparece para marcar. Sería un relevo de calidad para cualquier puesto del ataque. Con Pedro y Alexis como extremos, Diego tendría tanto sitio como delantero por Villa, que supliendo en ocasiones a Messi. Ofrecería polivalencia arriba. Movilidad, asociación, combinación sin restar velocidad al equipo, balón parado y sobretodo gol. Su pegada con ambas piernas permitiría a Guardiola tener el rol que cumple Villa en ambas bandas. 


La historia de Forlán y Barça viene de largo. Era el preferido de Txiki Beguirístain para el rol de Giuly. Serviría tanto en la derecha como en la izquierda, incluso unos metros más atrás donde lo vemos en Uruguay. 


El factor trabajo y solidaridad están asegurados. Aportaría a balón parado, golpeo de media y larga distancia, la amenaza que supone como ambidiestro. Una amenza más para el rival. Domina los movimientos como delantero, algo que necesitaría para acoplarse al sistema. Sin ser un 9 puro. Acostumbrado a influir decisivamente en muchas zonas del campo en con y sin balón, en ataque y en defensa, sin verse mermado acierto cara a gol.


La parcela de ataque del Barcelona ya acusó cansancio y desgaste la pasada temporada. Llegó a los metros finales de la temporada justo de fuerzas. Simplemente Afellay marcó diferencias por su velocidad endiablada. Este año Guardiola se debe poner las pilas. Alexis es el primero en llegar, pero no debe ser el último. Se necesita comprar gol. Tener un hombre en el banquillo de las mismas garantías que el titular. Rotar sin perder calidad en la única función o perfil del equipo que se puede repetir, el del 9, el finalizador. A la espera de un año muy duro, Villa y Messi necesitan de refrescos.


Y el banquillo, alternativas.


Jugador competitivo de gran actitud, mucha calidad y gol. Además de una oportunidad de mercado, se ficharía un jugador con un enorme hambre de títulos.