LA MASIFICACIÓN CUALITATIVA: FUENTE DE RIQUEZA

Pablo Lázaro Campuzano del blog El 8º arte nos manda esta
reflexión sobre la las perspectivas de la selección de Del Bosque:
La óptica desde la que se enfoque el debate nos sitúa la variedad y la multiplicidad de alternativas en el campo del sano quebradero o en el del dilema perturbable. Hablamos de la selección nacional y la masiva competencia que genera en mediocampo y zona de trescuartistas. Competencia acrecentada por la eminente irrupción de nuevos valores de nuestra cantera. La Eurocopa está ahí, a la vuelta de la esquina, y la lucha es encarnizada por ser parte de la exigente lista de 23. A Del Bosque se le presenta un curso ajetreado de visionado de partidos y dos herramientas para combatir la confusión y aclarar la elección: bolígrafo en mano derecha y tippex en izquierda.
La primera cuestión sería resolver la pugna entre el mantenimiento del actual sistema táctico o virar hacia un estilo más acorde con la maximización y eficiencia de recursos. Siempre desde un prisma personal, el asimétrico 4-5-1 (con disposición escalonada desde el vértice hasta la punta) es permutable a un 4-4-2 con rombo mágico, donde el protagonismo recaiga en el cuarteto blaugrana con vértice, interiores y enganche en: Busquets, Xavi, Iniesta y Fábregas; y la falsa ocupación en zona avanzada por Silva y Villa. Claro que, en esta última, las variantes enriquecen el contexto y moldean el contenido.
Visto el giro, parte pasa por evitar la superposición de funciones y espacios. Y ahí es donde se gesta la incompatibilidad Busquets-Xabi Alonso (recordad algo similar –diría menor por la capacidad del colchonero de ida y vuelta- en el reciente Mundial Sub 20 con Romeu y Koke ). Ambos se sienten cómodos de “5”, con espacio horizontal para la salida, de guardianes del entramado defensivo. A su vez, la transición ataque sumaría en dinamismo, versatilidad y capacidad para batir líneas. La recuperación ante la pérdida sería más ágil, la distribución de espacios más inteligente.
Definido -subjetivamente- lo táctico, el carrusel de nombres es vasto. Para el eje, amén de los dos antecitados, cobra importancia el papel de Javi Martínez, reconvertido en la Sub-21 y con visos de continuidad en liga. Tal vez Romeu (aunque el margen de maniobra es corto en el factor tiempo) si encandila a Villas-Boas y explota su potencial de mejor pivote del fútbol nacional.
La escuadra de Xavi y el cartabón de Iniesta se custodian por perfiles que garantizan un único fin (la posesión) aglutinado en varios rasgos (talento, visión, combinación y pase). Thiago Alcántara fusiona la innata magia brasileña con el natural aprendizaje español. Tiene margen para mejorar en orientación del pase, continuidad y bagaje defensa-ataque. Es superior en arrancada y registro de golpeos. Santi Cazorla es sinónimo de polifuncionalidad y repercusión entre líneas, genio de la asociación en espacios cerrados y reducidos. Borja Valero hiperactividad apta, recorrido y clase para el puesto de interior (en doble pivote desbarajusta el orden necesario).
En la zona del enganche y del falso delantero (mediapunta descolgado, caído a banda o habilitador de la segunda línea) reside uno de los grandes atractivos: un crisol de opciones y planes. Cesc se presenta como una apuesta firme para conjugar su ruptura al hueco con la no pérdida de horizonte con la base de la jugada y la línea de pase junto a los interiores. Silva, en forma y amoldado al hábitat de la Premier, es una valiosa arma para el otro papel: el de habilitar e imaginar. Con roles distintos, también lo sería Mata o Pedro o Navas (con ensanchamiento del espacio exterior). Incluso Reyes, capaz de firmar un convenio bilateral con la regularidad sin hacer descansar su talento.
La madeja se puede liar con Romeu pero también con otros muchos bien posicionados en el escaparate que –más pronto o más tarde, próxima Eurocopa o Mundial- podrían saltar a la palestra: Ander Herrera, Canales, Isco o Parejo son claros ejemplos reveladores de esa riqueza cualitativa de nuestro fútbol. Presente y futura.