EL DERECHO A SEGUIR COMPITIENDO

El Celtic-Barça que se disputará en el Celtic Park será un partido más de parecer que de ser, algo que va muy relacionado con el equipo escocés. Para empezar, debería ser un duelo entre dos grandes de Europa, pero los días de gloria del conjunto de Glasgow ya hace mucho que tocaron a su fin, por lo que el duelo queda en un enfrentamiento entre históricos, que no es poco.


Por otro lado está la atmósfera de su propio estadio, tan británica, tan impactante, tan poderosa que parece que puede ganar partidos… pero ya no estamos hablando de la vieja Copa de Europa. Hoy en día, con la Champions League, la globalización de los equipos y el trasvase de los jugadores además de que cualquier espectador puede ver cualquier partido de cualquier equipo restan este impacto. Un impacto que se sustenta en el espectacular cántico de la afición antes de cada encuentro, que en honor a la verdad, tampoco es único, ni original de este equipo.

Por último, parece un partido fácil para los culés, que a una plantilla mucho mas rica y potente que la escocesa, suman a Messi, lo que ya de por si le otorga una ventaja sideral respecto a su rival europeo. Esto trae consigo que el partido parezca que es intranscendente, sin demasiada importancia para los dos equipos que tienen grabado a fuego su destino. Pero nada de esto es así.
La visita del Barça a la zona católica de Glasgow no será un paseo para los visitantes, sino que será una batalla de trincheras. Un intento de ganar cada metro a partir del balón para poder encontrar su espacio en el campo. Esto es precisamente lo que intentarán evitar los locales y ya saben como hacerlo. No obstante, las visitas mas recientes del Fútbol Club Barcelona a Celtic Park, aunque con resultado dispar, siempre presentaron las mismas características: partido jugado en pocos metros, conjunto local muy rocoso cerrando vías de pase y siendo muy solidario en ayudas y vigilancias y buscar una transición ofensiva directa y vertiginosa cargando siempre con al menos 3 jugadores (el hombre de la banda que lleva la salida, mas un delantero y un llegador que cargan el área), a los que se puede sumar algún elemento mas según cómo y dónde hayan recuperado el esférico.
Esta fue la fórmula que utilizó el Celtic en las tres visitas mas recientes del Barça, aunque en honor a la verdad hay que reconocer que suele ser su hoja de ruta en cuanto a andanzas europeas se refiere. Además, solo la primera vez, con ese 1-0 que sirvió como preludio para que Marshall en la vuelta fuera héroe consiguieron el objetivo de pasar de ronda. La siguiente visita, el 1-3 deja de romántico para los culés el ser el nacimiento europeo del gran Barça de Rijkaard y el gol de Larsson, y para los escoceses ese retraso a la hora de iniciar el partido que la leyenda urbana achaca a un esperar por su afición.
Fue el último enfrentamiento entre ambos, el 2-3 de octavos de final de la Champions League 2007/08 el que tiene mas miga. Para empezar es muy paradigmático para los visitantes viendo lo que eran y a donde han conseguido llegar. Al gran gol que marcó Henry hubo que sumar a Messi que fue el mejor jugador del partido de Ida… pero que se lesionaría en la vuelta, en una pésima gestión de Rijkaard con el jugador. Pero además ese partido pasará a la historia por la suplencia de Xavi, que desató una gran tormenta mediática.
En cuanto a lo futbolístico este partido nos dejó a un Fútbol Club Barcelona muy dominante con el balón, con fases ofensivas larguísimas que le permitían establecerse en campo contrario y a un Messi que ya tenía mucha incidencia en la fase de desarrollo final del juego y cierta tendencia interior y central. Por su parte el Celtic planteó el partido con un repliegue de dos líneas en su campo y siempre dejando espacios para poder correr en contraataques de pocos hombres y jugadores, siendo este gusto por aprovechar la transición ofensiva la que diferencia al equipo escocés de cuando juega en casa a cuando lo hace fuera. Y a decir verdad el plan no le salió del todo mal ya que a pesar de la derrota tuvo momentos de meterse en el partido más allá de lo que la lógica y el potencial de ambos equipos permitía, llegando incluso a ponerse 1-0.
Mañana este volverá a ser el plan de los escoceses para intentar sobrevivir al huracán blaugrana y a Messi. Será una idea que en el plano defensivo no distará de la de hace dos semanas en el Camp Nou: repliegue de dos líneas en 4+5 aunque posiblemente no tan bajo como cuando ejercen de visitantes, confiando en que Wanyama pueda tener una actuación de impresión acorde a su físico. La diferencia estará en la transición ofensiva, siendo mas intenta y rápida por parte de los hombres de Lennon y que además,teniendo en cuenta el rival, aún se hará mas imprescindible. La idea será activar a los hombres externos para que ellos lleven el balón y a partir de ahí hacer daño enviándolo al área.
Para concluir, estamos ante un partido que no parece importante, pero que lo es muchísimo. El Barça en caso de ganar estará clasificado para octavos de final y con algún otro resultado a favor en la misma jornada, como primero. Más allá de esto, será una excelente prueba (otra más) para lo que se encontrará en el futuro. Repliegues bajos en 4+5, 4+1+4 o 4+4+1 también se lo plantearán equipos de mas nivel, como el Chelsea el año pasado, y a tenor de lo visto últimamente, el problema parece que persiste. Cuantas mas situaciones reales tenga para enfrentarse a este tipo de planteamientos, más probabilidades tendrá de superar esta dura prueba.
Por su parte el Celtic de Glasgow está ante una oportunidad única para seguir vivo en Europa. Una derrota mañana no sería trascendente, pero un resultado positivo acercaría su sueño definitivamente. Un sueño que este año, con el hasta luego a su gran rival aún cobra mayor importancia: quedar eliminado de Europa supone decir adiós a la lucha del equipo y a la diversión del aficionado una vez la Liga Escocesa quede resuelta; ganar significa seguir competiendo, que al fin y al cabo es lo más importante.