EL BARÇA NO JUEGA BIEN A FUTBOL

Desde que se dejó atrás la WM y sus posteriores variantes, los equipos de fútbol profesionales se organizan en tres tres o cuatro líneas de jugadores, la primera de ellas es la línea defensiva; la última, la delantera; entre ellas queda espacio para colocar una o dos líneas de centrocampistas. En cada una de estas líneas, a cada jugador se le asigna una posición en función de su ubicación en el campo con respecto a sus compañeros de línea, el que juega más a la derecha es el defensa/medio/delantero derecho, el que juega por el centro es el defensa/medio/delantero centro, etc… no tiene pérdida.

Este sistema se inventó por algo, partiendo de un mínimo de información (una lista de once nombres, y una sucesión de tres o cuatro números) podemos saber como juega un equipo. No lo sabemos todo, es evidente, pero sabemos mucho. Sabemos que en fase defensiva el equipo se va a organizar exactamente como nos dictan esos tres o cuatro números, probablemente estarán muy juntos, con poco espacio entre líneas, cada uno en su sitio.
Cuando vemos esta imagen vemos un equipo de fútbol bien trabajado, repliegue ordenado, sus líneas quedan dibujadas con precisión, la fotografía aérea es exactamente la que nos mostró la realización justo antes de iniciar el partido, cuando dieron la alineación y colocaron sus caras sobre el campo.
También sabemos que en fase ofensiva los jugadores se separarán entre ellos y habrá un mayor espacio entre líneas, los jugadores se moverán, los jugadores de banda lo harán por su carril (que será más o menos largo en función de lo ofensivo o defensivo que sea) y los jugadores del centro lo harán en menor medida (aunque sabemos que ciertos jugadores tienen mucha movilidad y los veremos fuera de su zona alguna vez). Pero algunas verdades se mantendrán inmutables. El defensor derecho siempre o casi siempre estará a la derecha del defensor central, los delanteros estarán por delante de los medios, que a su vez estarán por delante de los defensas, así es como se juega a fútbol, con orden.
Cuando vemos la misma imagen pero nos centramos en los jugadores del Barça, cuando nos centramos en quién ocupa cada posición, no vemos un equipo de fútbol, los jugadores no respetan sus posiciones de partida, en jugadas sucesivas encontramos disposiciones diferentes, así, el teórico interior izquierdo, a veces actúa de extremo izquierdo, a veces lo hace de delantero centro, en otras aparece junto al medio centro, al teórico extremo derecho es fácil encontrarlo actuando como delantero centro, como interior derecho, o en posiciones retrasadas, y así con todos o casi todos.
Es el Barça líquido, un equipo de fútbol que no se puede explicar en base a once nombres y un sistema de tres dígitos, porque no es cierto que Iniesta juegue de extremo izquierdo, ni que Pedro sea el extremo derecho, porque decir que el Barça juega con un 4-3-3 es falso. El Barça que vimos golear al Espanyol, un Barça muy parecido al que vimos arrasar al Santos en la final del Mundial de Clubes de 2011, no es un equipo de fútbol muy bueno, es un equipo que juega a otra cosa, utiliza el mismo reglamento, compite en la misma liga y se enfrenta a equipos de fútbol, a los mejores del país y de Europa, pero lo hace jugando a algo que no es fútbol.
Quizá sea el fútbol del futuro, quizá sea algo que no volveremos a ver nunca más: los jugadores intercambian sus posiciones durante las jugadas, aparecen por todos lados, todas las zonas están ocupadas, pero nunca por el mismo jugador, un rival que cubre una zona concreta del campo no defiende tres veces seguidas al mismo culé. Y sin embargo, no hay caos en absoluto, los movimientos son lógicos, coherentes, naturales, el balón circula con fluidez porque nunca hay ninguna zona vacía (ni dos jugadores amontonados en la misma), algunos patrones de movimiento se repiten una y otra vez, otros surgen según las necesidades de la jugada y la lectura de juego de los genios. Para el aficionado medio es un espectáculo sin par; para el entendido que trata de explicarse lo que ve es un problema debido a su extraordinaria complejidad; para el rival es indefendible.
Os dejo unas imágenes que he recopilado durante los primeros 20 minutos del último Barça – Espanyol, ¡solo 20 minutos! Y no he recopilado todas las situaciones inverosímiles que se dieron, solo las más espectaculares, las que tienen cuatro o cinco jugadores fuera de sitio en un mismo plano y no se han producido como consecuencia de un balón parado.

Imagen correspondiente a la jugada del 1-0