El líder de la liga dominó claramente el derbi barcelonés en un alarde de superioridad constante. Un desdibujado Espanyol entregó el partido en poco más de 20 minutos. El equipo blanquizaul en ningún momento fue rival para los hombres de Tito Vilanova, que reaparecía en el banquillo del Camp Nou tras su baja por motivos de salud.

Lejos queda ya el primer encuentro entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Club Deportivo Espanyol, el 23 de Diciembre de 1900 en el Camp de l’Hotel Casanovas. Hace mas de 100 años, los 12 hombres reclutados por Hans Gamper se enfrentaron a unos chicos provenientes de la Universidad de Barcelona. Desde entonces y tras 78 derbis como visitante, el Espanyol tan solo se ha impuesto a los culés en 9 ocasiones. Ayer desde el minuto 1, el Barça no dio opción. En el  minuto 30 de la primera parte, el 4-0 brillaba en el marcador.
El «Tamudazo» en 2007, la victoria perica en el Camp Nou en 2008 o el complicado empate de la temporada pasada, que dejo al descubierto las carencias de la defensa de tres de Guardiola, siguen frescos en el imaginario culé, que a día de hoy se toma este partido con un respeto notable e incluso cierto nerviosismo. y desconfianza.
Nada de eso se vió ayer en el césped del estadio más grande de Barcelona. Los azulgrana fueron un rodillo  y volvieron a rozar la excelencia, elevando todavía más de cara al espectador, el posible techo que puede alcanzar el equipo. El Espanyol ya naufragaba en su intento de mantener su equipo cerrado, cuando llegó el primer gol de Xavi tras una preciosa y precisa combinación. El resto de goles no tardaron en llegar, un brillante y participativo Pedro tras un gran desborde de Cesc primero y tras un sensacional pase de Busquets después, cerró el partido anotando los dos siguientes tantos. Messi por su parte decidió hacer acto de presencia, metiendo un discutible penalti señalado por Gil Manzano, saludando así a sus numerosos fans de cara a su casi seguro cuarto balón de oro consecutivo. Pero por un día Leo no fue el protagonista.
El Barça fue mucho más. Con un Dani Alves solo correcto, parece que el Camp Nou empieza a inclinarse hacia la izquierda, donde Alba, Iniesta y Cesc ofrecieron ayer calidad a raudales, velocidad, desborde y cambio constante de posiciones, dando una clase de como ocupar posiciones y desocuparlas si es preciso. El once ideal de la mayoría de los aficionados está decidido. Y es el de ayer, con Iniesta ocupando el falso extremo y Cesc ocupando su lugar en el equipo y tal vez pronto el lugar destacado que le espera la historia del club.
La segunda parte supo a resaca, tras el festival futbolístico de la primera. Sin más sustos que los que podían ofrecer Verdú y Sergio García en buenas llegadas en contragolpe, el Barça atravesó los segundos 45 minutos sin apretar el acelerador. Thiago pudo gozar de una buena cantidad de minutos y el público reinante pudo animar una vez más a David Villa, sin duda uno de los jugadores que más cariños despiertan entre la afición y demostrar su apatía hacia Alexis Sanchez, que una vez más terminó el partido sin anotar, situación que empieza a despertar ciertos murmullos en el Camp Nou.
Tres puntos más y por una vez portería imbatida, en una Liga que huele cada día más a record constante. El Barça se ha encontrado definitivamente y ese sin duda, es el mayor peligro para sus rivales.