OTRO DIA (FELIZ) EN LA OFICINA…

Cuenta la leyenda que Víctor Valdés, para concentrarse en el partido que está disputando, se radia a sí mismo el encuentro jugada a jugada, de esta manera consigue no desconectarse del mismo. En esta ocasión no era necesario seguir concentrado en la disputa; el partido acabó en el minuto veintisiete con el penalty que daba origen al 2-1 y donde el Osasuna acabó por perder toda la fe en la lucha. 

El encuentro se planteaba con cuatro titulares habituales que bien por descanso, bien por sanción, hoy no se encontraban en el once titular. Y es que, aunque está plantilla puede presumir de dieciocho excelentes jugadores, las ausencias de Piqué, Alba, Cesc e Iniesta no pueden considerarse pecata minuta. Son, obviando al innombrable y al mejor mediocentro del mundo, los jugadores contextuales de este Barça de Tito. 
El Osasuna, tal y como ya comentaba Felipe S. Mateos en la previa, no tenía intención de plantear un partido sin personalidad. Líneas juntas, presión alta, salida rápida… todos esos conceptos que ante un once no habitual, podrían llegar a dañar a un Barça que anda más pendiente de la Copa que de una Liga que cada vez parece más sentenciada. 
Un planteamiento agresivo, 4-2-3-1, donde llamaban la atención dos jugadores por encima del resto; un punta de los de toda la vida, luchador incansable como Joseba Llorente, que hoy por hoy no debe y no puede ser un problema para la zaga blaugrana. Y un atascador para la circulación culé: Raoul Loé, cuyo propósito principal era dificultar la circulación culé y caso de que esta llegara a la frontal, situar una pared sobre la misma que dificultara su tránsito. 
¿Qué hubiera ocurrido si no hubiera existido la jugada del minuto veintisiete que adelanta a los blaugranas y deja en inferioridad al equipo pamplonica? Nada, es decir, hubiera pasado probablemente lo mismo, pero dicha concatenación de hechos aceleró los acontecimientos. 
El Osasuna buscó desde el primer minuto atascar el circuito de salida culé, claramente penalizado porque ni Mascherano es Piqué, ni Adriano es Alba. Eso sí, parece que Alves vuelve a parecerse a Dani Alves y, al menos de momento, Carles Puyol sigue reclamando para sí un hueco en el Olimpo de las estrellas azulgranas. 
Mientras tanto Busquets pretendía ejercer de mediocentro y apagafuegos habitual, teniendo como casi siempre el don de la ubicuidad. Es imposible no enamorarse de este jugador cuando se le ve jugar en directo. Es el jugador al que a todos nos gustaría parecernos cuando “seamos mayores”.  Aunque quizá hoy su actividad no se pudiera catalogar tan clarividente como de costumbre, al menos durante el tiempo en el que existió el enfrentamiento.
Acompañando a Busquets en medio campo tenemos uno de los mayores misterios de este Barça, pasado y futuro del mismo, y que, como si en un silogismo matemático nos encontráramos, cuando intentan ejecutar conjuntamente la sinfonía, suelen quedar anulados. Cuando Xavi ejerce de interior de base, Thiago pierde su peso en el campo lo que le genera dudas, incertidumbres que no pueden existir en el jugador con el gesto técnico más bello de primera división. Hasta que Xavi no entienda que él ya debe de ser siempre el “interior de la frontal” y nunca más el de la base, este problema va a continuar existiendo. Al menos hasta que Tito y Roura quieran… 
Arriba estaba el de siempre, el que andando, literalmente y sin ningún tipo de entrecomillado, te mete cuatro. Uno que parece recuperado para la causa, como David Villa, al que, por fin, la ansiedad del gol no le ciega sus capacidades puramente futbolísticas, que las tiene y pueden ser muy útiles al equipo esta temporada. 
Y otro jugador que es el facilitador de este equipo por antonomasia; Pedro, un verdadero futbolista en el más amplio sentido de la palabra. 
En la segunda parte y con todo ya decidido, salieron a sumarse al festival los Alexis, Cesc y Song. Cada uno con una serie de necesidades propias, que no del equipo, y dispuestos a saciarlas a las primeras de cambio. 
Cesc interpretó, como casi siempre hace, que el partido moría una y otra vez con balones precisos a la espalda de la defensa rival y se concentró casi exclusivamente en dicha tarea. Con óptimos resultado, como suele ser habitual en casi cualquier tarea que el de Arenys afronta. 
Song intentó un imposible, suplir sin que se note a Sergio Busquets. Debemos conformarnos con decir que cumplió. 

Y por último, para el final dejo a un jugador único, para el que el Barça no tiene recambio y que desde Rondo estamos seguros que volverá a ser vital y diferencial en los partido importantes: Alexis Sánchez. El chileno tiene una capacidad de ruptura tan seria que no me cabe duda que será recurso importante en los meses cruciales del curso. Aunque también sería interesante, antes de adentrarnos en dichos meses, que Alexis y el gol se volvieran a llevar bien. 

Para el final he querido dejar al hombre récord  a ese jugador que parece practicar otro deporte, con otras reglas, no tanto deportivas, sino de la propia naturaleza. Cuando veas a Messi pasear por tus inmediaciones, preocúpate, el depredador está a punto de volver a cazar. Este equipo no entiende de trámites, este equipo está llamado a la gloria y el miércoles tiene de nuevo otra gran prueba de fuego. Y Leo lo sabe… 
La tarde hoy no comenzó con el pitido inicial del árbitro, sino que, en el imaginario culé, lo hizo ciento veinte minutos antes y en un escenario apenas alejado unos metros del santuario blaugrana. El ambiente que había hoy en el Miniestadi para recibir a los cachorros del eterno rival era especial. Ni los más viejos del lugar recordaban una comunión similar. 
Hoy los de Eusebio Sacristán no se enfrentaban a un rival cualquiera, hoy el respetable necesitaba reivindicar la famosa cantera. No es un secreto que el equipo de Eusebio no realiza el mejor fútbol posible dado los mimbres con los que cuenta, y sin embargo existen una serie de tics claramente identificables con sus mayores. Y, no menos de cuatro jugadores que, más pronto o más temprano, tendrán sus opciones en el primer equipo. 
Rafinha es el alma de este equipo. El hispano brasileño llegará más pronto que tarde a la élite mundial. Aun a riesgo de sonar temerario, probablemente no tenga nada que envidiar a su hermano mayor, Thiago, sobre todo en cuanto a capacidad técnica y de desequilibrio se refiere. Veremos si la vida y el fútbol le van dotando también de una buena capacidad lectora para asimilar lo que cada momento demanda de él. Ahora mismo parece un valor seguro. 
La otra perla es Deulofeu, claro, pero aquí sí que le pedimos al tiempo que le trate bien en su periodo de maduración futbolística. Clase hay a espuertas, ¿cabeza? Veremos…

También me gustaría destacar un par de jugadores de esos que te llegan y que anotas en la agenda para seguir más y mejor: Luis Alberto y Araujo. Tan distintos y tan complementarios. Gran lectura del juego en el primero y grandes capacidades de futbolista con mayúsculas en el segundo. El tiempo nos dirá… 

Y por último dos detalles; la famosa salida lavolpiana con Gus Ledes de mediocentro incrustado entre centrales ya no es un recurso para este Barça, es la norma. Y un lateral que también llegará, falto de disciplina táctica pero con unas capacidades fuera de toda duda: Grimaldo, desde ya relevo natural de Jordi Alba.

El Miniestadi nos dejó a todos con ganas de exhibición de sus mayores, y estos, como ya viene a ser habitual, no defraudaron, aun jugando «andando»…