D10s es argentino y desde ayer también el Papa. Uno habla en el campo y el otro no me importa. Al que escucho siempre es a otro, al Jefecito.

Silencio, habla Mascherano. Habla claro. Sin revanchismos a posteriori ni excusas a priori. Y sin dañar lo más mínimo al vestuario.

Javier es el futuro entrenador del Barça. Fue el mejor mediocentro escoba del mundo. Capitán con o sin brazalete allá donde va y un jugador muy discutido últimamente.

«Lo importante es que pasamos la eliminatoria. En juego volvimos a hacer cosas que en los últimos partidos no habíamos hecho, características nuestras, como la presión en campo rival, o la intensidad. En este equipo se nota mucho cuando se vuelven a hacer»

Cuando el Barça volvió a jugar (atacar y defender) en campo contrario recordamos porque Pep vio en el Jefecito un central para este equipo. Destacando en la anticipación, yendo al suelo, al corte y ganando duelos individuales. Más que aseado con balón: en corto, en largo y conduciendo.

Un error de bulto, sí. Individual y colectivo, también.

“El futbol es tan cambiante que se puede analizar de diferente manera. La jugada que pega en el palo del Milan es un error mío, y hubiera cambiado el partido si el Milan marcaba. No puedo permitirme esa clase de errores”

El de San Lorenzo (provincia de Santa Fé) no se va a esconder nunca. Seguirá aprendiendo con la humildad de un juvenil siempre.

“Mascherano y 10 más” Dijo uno que fue D10s y Diablo. Y barrilete cósmico. Del país del tango también.