DÍA DE BROMAS Y SONRISAS

Por Rafael Castillo, Szakach



En el programa Tiempo de Juego, de la cadena Cope, antes del comienzo del partido de ayer en el Camp Nou, un oyente envió el siguiente chiste al contestador del programa:

Una madre va con su hijo por la calle y un hombre les para y les dice:

-¿Señora, le doy un guantazo a su hijo?

-La señora responde: ¿Cómo dice?

-El hombre remata: Si no lo quiere de lado puedo dárselo de frente


El chiste obviamente causó conmoción entre los presentadores y contertulios, pues un nivel de comicidad semejante solo ha sido alcanzado en momentos de elevada iluminación de sus carreras por Bill Hicks, Ricky Gervais y tal vez los Monty Phyton en sus mejores épocas.  

A esta lista tan selecta, tal vez se deba añadir a partir de ahora  el show del Real Club Deportivo Mallorca ayer sábado en el Camp Nou. El partido fue un chiste desde su comienzo y para ser conscientes de la fina ironía del encuentro tal vez baste con decir que Alexis Sanchez lanzó dos remates al fondo de la red.

Tras un horrible plan y una desastrosa ejecución durante la primera parte del choque, el equipo mas débil que ha pasado esta temporada por el Camp Nou se encontró en el minuto 46 con un durísimo 5-0 en contra en el marcador. Llegados a este punto y tal vez incluso un poco antes, los bermellones decidieron empezar a dar mas patadas y golpes de los debidos, suponiendo en su imaginario que gritando más alto que el contrario podrían ganar algo de razón en el partido. La realidad fue que no solo no la ganaron, sino que ni tan si quiera pudieron entrar en la discusión ante un Barcelona plagado de jugadores que hace uno o dos años engrosaban las filas del  equipo filial. 

El que será recordado como el partido del chiste continuó su guión surrealista con Piqué avanzando como un gamo a rematar centros laterales e incluso llegando a lanzar faltas al borde de la frontal para jolgorio y algarabía de los presentes. Y fue precisamente por Gerard Piqué por quien entró como sustituto Eric Abidal en el minuto 24 de la segunda parte, momento en el que se acabaron las bromas. Las carcajadas del Camp Nou se tornaron en sonrisas y ovación monumental.

Abidal regresaba a un partido oficial un año después de haber recibido un trasplante de hígado y hubo tiempo para que se luciese tras su salida pinchando un balón caído del cielo, para que demostrase que al igual que otros, ya goza del alta competitiva y también, por qué no decirlo, para que errase un par de pases.

Por lo demás, el partido sirvió para probar a los menos habituales, que cumplieron con corrección pero sin excesivo brillo individual. Una gran actuación coral que acerca un poco más al Barcelona a los 121 goles que necesita para alcanzar el récord histórico de anotación de un equipo en Liga en una sola temporada y que deja la sensación de que tal vez alguno de estos jugadores podría haber ofrecido variantes que no se vieron en la fatídica semana de San Siro y el Bernabeu. No obstante todo deben ser loas y alabanzas hoy, para unos jugadores que cumplieron a la perfección, que dejaron buen clima en el ambiente culé y la sensación de que alguno podría ser de ayuda en caso de necesitarlo en el importantísimo duelo frente al PSG.

¡Ah, por cierto! también jugó Cesc Fabregas que anotó un hat-trick, dio dos asistencias y fue el mejor jugador del partido, jugando en una posición mucho más centrada y natural para él,. Cosas del fútbol…