CON NEYMAR, LOS NIÑOS SON UN POCO MAS DEL BARÇA

“Papá, ¿cómo juega ese de la cresta, no? Haciendo zapping aparece un partido de la Libertadores en la tele y un chaval, todavía con el siete a la espalda, tan extremadamente delgado como habilidoso, genera un magnetismo tal, que padre e hijo no pueden apartar su vista de la pantalla.


Acababa de nacer una estrella al otro lado del Atlántico y un sueño en la vieja Europa; quizá algún día ese chico descarado, hará las delicias cada domingo con la misma camiseta con la que le gusta bajar al colegio, la zamarra azulgrana.

Desde aquel día muchos vídeos de internet y un seguimiento del Brasilerao, completamente impensable para un niño de esa edad, pero no podía perder la pista de su nuevo ídolo.
“Papá, ¿crees que algún día jugará en el Barça? Yo creo que tirará los penalties, o al menos se turnará con Messi, una vez cada uno, faltas y penalties. ¿No crees?”

“Se llevará bien con Alves, seguro. Y con Messi, yo siempre hago paredes con Marcos mi mejor amigo, y Neymar las hará con Leo”
Esos regates eran inimitables y sin embargo no paraba de intentarlos cada día en el patio del colegio, cada tarde en el entrenamiento del equipo del cole.

Los niños y los mejores futbolistas tienen algo en común; siguen pensando en el fútbol como un juego, una realidad externa a nuestro día a día, o quizá la única realidad que existe, el único sitio donde no hace falta soñar para ser feliz.

De hecho probablemente Neymar Jr. piense que el silbato del árbitro es como la sirena que avisa del inicio del recreo, de ese rato para divertirse con sus compañeros de clase y con su mejor amigo; el balón.

“Hugo, es la hora de ir al colegio. Vamos, que llegamos tarde” “Espera mamá, que estoy peinándome” Y salía de casa cada mañana con esa cresta insostenible, camino a clase, ese peinado que tanto enfadaba a su madre.
Y llegó por fin el gran día, el Barça, el Santos y Neymar anunciaban que éste por fin vestiría de azulgrana la próxima temporada.

Desde ese día Hugo solo sueña con ver el primer gol de Neymar en el Camp Nou… a pase de Leo, por supuesto…