En la temporada que viene opino que el rol de Messi debería cambiar. Este post no es repetido ni estamos en 2012. Pero sigo pensando parecido y el desenlace de la 2012-2013 refuerza mis argumentos. Sería interesante que comprendiera, ÉL, sus compañeros, público y cuerpo técnico que debe jugar menos y marcar menos goles. A cambio sus minutos y sus goles serán más importantes.

El Barça debería ser un equipo muy bueno sin el argentino. Competitivo en cualquier escenario. Lío debe aportar la diferencia que lo haga EL MEJOR. No ser el todo. El 10 tiene esa capacidad. ¿Por qué ser otra cosa? Aportación cualitativa no cuantitativa.

Si sólo arriesga Leo, si sólo chuta Leo, si siempre se busca a Leo. Cuando ÉL falta, es normal que el resto estén perdidos. Fichar cracks por lo que son para convertirlos en peones al servicio de Messi no funciona. Conseguir el hábitat adecuado para Leo es importante. Pero no a cualquier precio.

Que los mejores jugadores de otros equipos, ligas… lleguen para ser “chinchetas” y “oxigenadores”. El 9 inofensivo, el desequilibrio capado, el vértigo pausado. No es solo culpa del que ficha ni del jugador fichado.

Que no echo la culpa de nada a Leo Messi, faltaría más. Pero debe comprender y asumir que no se trata ya de batir récords individuales. Se trata de volver a ser los mejores. Hay que dejarles hacer a los otros 10. Dejarles hacer y exigirles, claro.

Messi por si mismo te gana una liga y te lleva a semis de Copa y Champions. Con Messi en tu equipo ganar Ligas es poco. Escribo estas líneas sobrio y no exagero.

Dicho esto me voy a meter en un charco.

Sólo y digo “sólo” como sinónimo de “solamente”, si ese cambio de rol no fuera aceptado por el rosarino o se empezara a hablar de demasiadas sesiones de gimnasio… yo mataría la vaca.

LA FABULA DE LA VACA

Caminaba el discípulo con su maestro, cuando la tormenta se les vino encima y ya estaba anocheciendo.

Entonces, encontraron una granja en la que vivía una familia muy pobre, la cual les brindó pasar allí la noche. Esta familia, solo disponía de una vaca. Con la que se abastecían. Era su único sustento de vida. Cenaron con los pocos alimentos que tenía aquella familia. Algo de queso, un vaso de leche… Y les ofrecieron las mejores camas.  

A la mañana siguiente, al levantarse todos, descubrieron que la vaca estaba muerta. ¡Qué horrible desgracia! Aquella familia no tenía nada más para sobrevivir!!  Sin la vaca morirían de hambre todos….

El discípulo le pidió al maestro que les ayudara. Que lo había visto hacer muchas cosas por otras personas no tan buenas, y que éstas lo merecían más que nadie. 

 Pero el maestro no hizo nada. 

Según caminaban a su destino, el discípulo no lograba entender a su maestro. Y una y otra vez le repetía lo mismo. «No entiendo por qué no les has ayudado….» 

El maestro ya cansado de escuchar a su discípulo le contesto: «¿Sabes cómo murió la vaca? La maté yo» 

Y el discípulo no lograba articular palabra…  ¿Cómo podía haberles hecho eso tan cruel su maestro? No lo podía entender… Y se enfadó mucho, y también se puso muy triste…  

 Pasó el tiempo, y el maestro volvió con su discípulo a esta granja. Y observaron que aquella familia que antes era muy pobre, ahora vivía en la abundancia. Tenían una gran cosecha de verduras, gallinas, caballos, cerdos, ….  

El discípulo no podía creer lo que estaba viendo. Y le preguntó al padre de familia cómo habían logrado tener todo aquello. Entonces, el buen hombre le contó que después de morir la vaca, tuvieron que ingeniárselas para sobrevivir. Y que a raíz de ello, descubrieron que se les daba muy bien hacer otras cosas aparte de mantener una vaca. 

Entonces el discípulo comprendió a su maestro. «Lo hiciste para ayudarles. Gracias sabio maestro»