HEDONISMO EN BLANCO Y VIOLETA

Una vuelta después, el Real Valladolid se vuelve a ver las caras con el F.C. Barcelona. Catorce partidos más tarde, con un proyecto ya consolidado en la élite, el Djukic Team visita el Camp Nou con los deberes hechos y los exámenes aprobados, será, por tanto y sin lugar a dudas, una plácida tarde de domingo en la que ambos contendientes no se jugarán nada más que unos estériles tres puntos. 

Para el Real Valladolid será regresar al lugar en el que todo cambió. Hace justo tres años, el dieciséis de mayo de un ya lejano 2010, el conjunto entrenado por Javier Clemente buscaba los tres puntos que le dieran la salvación ante un F.C. Barcelona que se jugaba la Liga. Un rotundo 4-0 mandaba a Segunda al equipo visitante mientras que coronaba al Barça de Pep Guardiola. 
Tres años después la situación es totalmente diferente. Al Camp Nou se va a disfrutar y no a sufrir, a pasar un rato agradable y no uno de los tragos más amargos en la historia reciente del Real Valladolid. Sin la presión de los puntos y ante un público que aguardará expectante al recién campeón de Liga que pisará, por fin, su feudo tras la consecución del primer título de la era Tito Vilanova. Ingredientes ideales para ver un gran espectáculo de fútbol, más teniendo en cuenta la probable inclusión en el once de ambos equipos algún que otro jugador que ha disfrutado de pocos minutos a lo largo de la temporada y que buscará resarcirse de la mejor manera posible. 
MÁS MATICES PARA EL CUADRO DE DJUKIC 
Muchas cosas han cambiado desde que Real Valladolid y F.C. Barcelona cruzasen sus trayectorias en el José Zorrilla. Aquel imparable Barça de un Vilanova ya ausente adoleció posteriormente de un fondo de armario inexperto y fuera de forma mientras que el Real Valladolid padeció bajas importantes, como la de Patrick Ebert, lesionado esta temporada por partida doble, que le restaron opciones para luchar por Europa. Sin embargo, en la competición liguera ambos equipos han cumplido sus objetivos con nota. 
Desde el choque del José Zorrilla, además, Miroslav Djukic ha incorporado diversos matices a su Real Valladolid 2.0. Manucho ya le había ganado la partida a Javi Guerra -que se estrenaría como goleador en Primera, precisamente ante el F.C. Barcelona- pero las buenas y recientes actuaciones del punta malagueño han propiciado su entrada en el once. Sin el angoleño, un juego menos directo y fundamentado en los apoyos de Guerra. 
En las alas blanquivioletas habrá más cambios. Un proceso gripal pone en duda la comparecencia de Patrick Ebert, por lo que Omar, Alberto Bueno y Daniel Larsson lucharán por ocupar los dos puestos en el once inicial. Ninguno tiene las características del alemán, Omar y Alberto Bueno son dos de los jugadores más técnicos del Valladolid, pero ambos sin la regularidad suficiente como para hacerse indiscutibles. El sueco Larsson, llegado en el mercado de invierno, ofrece desmarques en ruptura, una variante de la que no disponía Djukic en la primera mitad de Liga. Velocidad, desborde y balones al hueco para combatir defensas posicionales y tener un as en la manga para girar al rival. 
Óscar González será uno de los fijos en la mediapunta. Clave en la salida del balón, criterio en la distribución en campo rival y gol. Sobre todo gol. Doce tantos en lo que va de campaña. Por detrás, Álvaro Rubio y Víctor Pérez. El primero es el más posicional, el eje en salida lavolpiana, mientras que Víctor es el mediocentro móvil que busca la continuidad en la base de la jugada. 
En defensa, más novedades. No estará ‘correcaminos’ Rukavina por sanción y Mikel Balenziaga, habitual lateral zurdo, será quien ocupe su posición en el área diestra de la zaga. Carlos Peña, que regresará al Camp Nou, ocupará el carril siniestro. Jesús Rueda y Marc Valiente, otro que vuelve, en el corazón de la defensa. En la meta, Jaime Jiménez, con toda seguridad el mejor portero de las tres últimas jornadas, ágil, con reflejos y compareciente en momentos clave. 
La única duda, la competitividad de ambos equipos con los objetivos ya cumplidos. Para el Real Valladolid será a todas luces un partido para disfrutar, el antepenúltimo broche a una temporada.