PAPÁ, ¿POR QUÉ SOMOS DEL ESPANYOL?


Un derby, sea en la ciudad que sea, y estemos a la altura de la temporada que estemos, es siempre un partido muy especial. Eso lo saben sobre todo los niños, que mañana en el colegio podrán mirar a los ojos a ese amigo que adora unos colores que no son los suyos, o por el contrario, tendrán que agachar la cabeza…

Hoy se disputa el derby de la Ciudad Condal y los periquitos tienen varios objetivos; conseguir que su afición vaya mañana a trabajar con la cabeza alta, que el Barça no consiga igualar el record de los cien puntos y de paso llevarse un pequeño regalo en una temporada donde se ha sufrido lo suyo, con cambio de entrenador incluido.
Javier Aguirre ha conseguido dotar al equipo de una personalidad propia, tras vagar cual fantasma en las primeras jornadas de liga al ritmo de un Pochetino tan gran entrenador, como agotado en su periplo blanquiazul. Y es que la plantilla perdió bagaje competitivo para este año, con tremendas pérdidas de jugadores de una gran calidad y sin grandes incorporaciones que destacar si exceptuamos la de Wakaso, un jugador difícil de interpretar, pero que siempre puede llegar a ofrecer cosas interesantes aunque solo sea por saltarse de forma reiterada el guión establecido.
Aguirre promueve un juego con las líneas muy juntas y rápidas transiciones de ataque, normalmente utilizando un nueve de referencia que en este caso es Sergio García, el hombre de confianza para el mejicano  y que este año está viviendo una segunda juventud.
Y por último destacar una pieza de calidad en nuestra liga, un jugador con una sensibilidad especial y que si funciona todos sabemos que veremos detalles interesantes en el terreo de juego; Verdú, un diez de los de  imágenes en blanco y negro. De su peso en el juego depende gran parte del éxito o el fracaso de este Espanyol que se ha ganado por derecho propio disfrutar de estas últimas jornadas de liga sin excesivas presiones, cosa que no estaba tan clara hace tan solo unas semanas…
Para el Barça estas jornadas sirven más bien para poco a nivel de juicio futbolístico, pero eso sí, promueven que ahora, ya sin presión, disfrutemos de este Barça que precisamente ofreció una de sus cotas más altas de la temporada, en la primera parte del partido de ida en liga frente al rival de esta tarde.
Disfrutemos pues y olvidémonos si es posible durante noventa minutos lo que vendrá la próxima temporada, hable brasileño o alemán…