1×1: MARC BARTRA Y PUYOL

Marc Bartra

La primera temporada de un futbolista que sube al primer equipo es complicada. En la plantilla hay tres grupos: el titular, formado por trece o catorce futbolistas; el suplente, en el que se cuentan cinco o seis y su misión pasa por complementar el grueso de titulares; y, finalmente, los del filial, que son aquéllos que han subido directamente o que forman parte del B.

Ese tercer grupo, por jerarquías, prácticamente se quedaba fuera de las convocatorias. Había que esperar una lesión, alguna sanción o baja forma para que los Bartra, Montoya, Tello y compañía pudieran ya no jugar, sino ser uno de los 18 convocados para el partido. Siendo este su primer año, entonces debemos partir de la premisa que el volumen de juego y minutos será más bien escaso. Thiago en su momento fue un buen ejemplo; como también es conocido el caso de Xavi o Iniesta, que no fueron titulares hasta los 24 años.
En el caso concreto de Marc Bartra, el partido ante el Real Madrid en octubre le impidió entrar con más asiduidad en el principio de la temporada, ante las lesiones de Gerard Piqué y Carles Puyol. Alex Song, primero, y Adriano después fueron las respuestas para evitar exponer a Bartra a un partido que, por edad y experiencia, aún no toca jugarlo. No obstante, fue pasando la temporada y las veces en las que jugó Bartra fueron ínfimas. A parte de las primeras rondas de la Copa del Rey, el talentoso central apenas gozó de oportunidades hasta que, finalmente, las urgencias volvieron a llamar a la puerta. Y fue, nada más y nada menos que en el momento menos oportuno.
El tramo final de la temporada nos descubrió a un Bartra poco curtido– normal teniendo en cuenta que apenas ha podido madurar su juego– y que, a pesar de que dio la cara en los encuentros contra el PSG y el Bayern de Múnich, su rendimiento no pasó de discreto, lejos de esa versión efervescente que vimos en las categorías inferiores. En su debe quedará una mayor capacidad de adaptación si, sobre todo, cuenta con el apoyo de los técnicos. Si no es así, quizás no estaría mal empezar a pensar en posibles destinos que completaran su formación para volver, con más fuerza que nunca, al Barcelona. 

Carles Puyol

No es la primera vez que Puyol se encuentra en un punto tan bajo, pero si que es la vez que más difícil tiene regresar. Si tras su Eurocopa del 2008 o tras su poca participación en 2011 había alguna duda sobre el futuro del capitán culé, ahora parecen más bien certezas. Porque Carles puede parar a todos los delanteros del mundo, pero no puede detener al tiempo. Su rapidez ya no es la de antaño, ni su anticipación, ni su fuerza, ni su capacidad para acortar los plazos de lesiones, lo que en su caso es algo a tener demasiado en cuenta. Tres lesiones muy complicadas y la imposibilidad de no poder jugar dos partidos por semana lo han demostrado.
El asunto con Puyol es que otros años ya parecía que no iba a ser el central titular pero acababa siéndolo, por veteranía, historia y también por talento. Siempre sumaba más de lo que restaba. Sin embargo, como se vio con la decisión de Tito en la vuelta contra el Milan, esta temporada ya no fue así. Pero a pesar de esto, todo parece indicar que el 5 del Barça seguirá mucho tiempo en plantilla y eso es una gran noticia. A parte de ser una alternativa a los centrales debe volver a mirar a los costados para ser importante. Y usar su voz para guiar al vestuario… y a los jóvenes centrales que vengan.