COPA CONFEDERACIONES. ¿COMPENSAR POR DERECHA?

Por Jordi Iglesias, Chopi
La Copa Confederaciones entra en su tramo final y, tras ver nada más y menos que 8 jugadores del Barça en el último partido de la selección española frente a Nigeria, es buen momento para hablar de ello en clave blaugrana. Dejaremos apartado el hecho de por qué algunos jugadores parece que estén más frescos en el sentido completo de la palabra (tanto mental como físicamente) y vamos a centrarnos en un aspecto que puede ser vital en la temporada que viene. Hablamos de Jordi Alba y el atractivo eje de izquierdas que formaría con Iniesta y Neymar. Con la consecuente implicación en lado contrario. 

Desde su irrupción meteórica en la pasada Eurocopa tras una magnífica última temporada a las órdenes de Emery en el Valencia, Jordi Alba se presentó al continente como un lateral izquierdo impresionante que aparecía por sorpresa y corriendo, literalmente, como una bala. Su entendimiento con Iniesta en aquella competición fue muy notable y ya vestido de blaugrana, confirmaría las buenas sensaciones y vaticinios. Se había fichado un lateral que ayudaba mucho al colectivo ya que aportaba uno de los ingredientes imprescindibles y que menos abundan en can Barça: profundidad. Jordi Alba fue un salvavidas en un tramo destacado de la temporada aunque al final sufrió, como casi todo el equipo.
Sin embargo, la realidad nos lleva a algo que creo no ofrece dudas. Su rendimiento parece aún superior con la selección que con el Barça, siendo este último muy alto como decimos. ¿Las causas? El combinado de Vicente del Bosque es tremendamente especial y ha ofrecido un contexto determinado a varios de sus jugadores con lo que tampoco podemos a la ligera hacer comparaciones o extrapolaciones. Así las cosas, el hecho de que un lateral profundo y vertical como Jordi Alba esté compensado en lado contrario por un jugador del perfil de Arbeloa, ayuda mucho a equilibrar el asunto. El lateral derecho del Madrid, pese a muchos prejuicios y su evidente menor nivel técnico en relación al de sus compañeros, es un activo muy competitivo y una garantía de sacrificio. Al ser un lateral que cierra más su posición y ayuda a los centrales, siendo responsable casi únicamente de tareas defensivas, permite a Jordi Alba por el otro lado tener más libertad. Jordi Alba, quien corrige prácticamente siempre por físico debido a su velocidad punta, tiene menos responsabilidades sin balón que en el Barça.
Entonces, la pregunta es clara. ¿Deberían también los técnicos del Barça intentar potenciar al máximo las virtudes de Jordi Alba en beneficio del colectivo? La respuesta intuitiva es que sí. Porque el ex del Valencia, acostumbrado en su etapa formativa a jugar en posiciones más adelantadas, no solo tiene mucha más calidad que el promedio de laterales sino que como decíamos antes, aporta la profundidad tan necesaria en el Barça. Quizás sea necesario compensar el potente lado izquierdo del equipo (Alba-Iniesta-Neymar) empezando por un lateral de perfil menos ofensivo y más disciplinado. Alves sabemos que nunca ha sido esto y difícilmente parece que cambiará ahora. Al fin y al cabo es su personalidad. Pero no cabe duda de que un jugador de las características de Montoya o incluso Adriano ayudaría a compensar sobremanera al conjunto. Que el lado derecho sea más para descansar y el izquierdo para finalizar, la vía por la que sorprender. No solo en busca de una mayor red de protección ante eventuales pérdidas de balón sino porque ante la presumible asimetría que dibujará el Barça 2.14, la búsqueda de un mayor equilibrio se anticipa como algo fundamental. Si bien no debemos obviar que la derecha seguiría siendo el lado preferido de Messi: el escenario imaginado podría ser de win-win.
Montoya ya ha realizado un gran Europeo sub-21 teniendo en el otro lado a un lateral de lo más explosivo y ofensivo como Alberto Moreno. Su fútbol está madurando con paso firme y podemos confiar en tener lateral derecho para muchos años. Quizás con la llegada de Neymar, la figura de Alves como padrino tiene más sentido, pero no es menos cierto que parece que el Barça puede demandar cada vez más unos matices que no está claro que pueda ofrecer el brasileño. El debate futbolístico está abierto.