COPA CONFEDERACIONES. DE VIENA A FORTALEZA

Era el 23 de Junio de 2008 cuando Cesc Fábregas se disponía a lanzar ante Buffon el quinto penalty de una tanda que nos llevaría a las semifinales de aquella Eurocopa de Austria y Suiza. Cesc no falló y aquel gol significó una liberación de todos los miedos y temores que atenazaban a España desde hacía mucho tiempo, casi siempre en los cuartos, alguna vez contra Italia, aquel 23 de Junio cuando se eliminó a la campeona del mundo cambiaron muchas cosas.

Cinco años mas tarde en Fortaleza y con dos Eurocopas al hombro y una estrella de campeón del mundo en el pecho España se volvía a cruzar en los penaltys contra Italia, otra vez contra Buffon y otra vez es España la que pasa. Podríamos pensar que pocas cosas han cambiado desde que nos vimos jóvenes y lozanos en Viena hasta el día de hoy donde mas maduros nos volvimos a encontrar en Brasil. Pero no, aquella España timorata y temerosa, que se creía el “pupas” se liberó en aquel gol y hoy tras jugar un pésimo partido de 90 minutos y una buena prórroga ganamos a Italia. Y es que, si el 22 de Junio de 2008 a alguno nos dicen que eliminaremos a Italia en dos tandas de penales, les ganaremos una final de la Eurocopa por 4-0 y encima les eliminaremos jugando bastante peor que ellos, mandaríamos al “iluminado” al manicomio.

Pero eso fue lo que pasó hoy durante 90 minutos en el césped de Fortaleza, que Italia fue mejor y mereció ganar. Los transalpinos comenzaron el partido con su defensa de 3 y martilleando a España por una banda izquierda en la que Jordi Alba hacía aguas, por ahí Candreva y Maggio desangraban a España una y otra vez. Obligaban a Iker a sacar en largo colocando a los delanteros muy arriba y a “la roja” no le duraba el balón en los pies, teniendo muchas pérdidas, y cuando eran capaces de alargar las posesiones estas eran estériles ya que en toda la primera parte sólo Torres tuvo una ocasión de gol tras un buen reverso.

España salió sin Cesc Fábregas(al que se echó de menos) y Soldado, ambos con problemas físicos y en su lugar entraron Torres y un estéril David Silva, que comenzó en la izquierda para a los 15 minutos de partido irse a la derecha intercambiando posición con Pedro. Durante toda la primera parte el partido de España me recordaba a tantos vistos esta temporada en el Barça, sin profundidad, con poses estériles, sin ningún desmarque y con una fragilidad defensiva que daba miedo. Así estaba el panorama en un partido que me recordaba mucho al jugado por los blaugranas en San Siro. Incluso Del Bosque buscó lo mismo que Tito en tantos partidos, romper por banda y para ello usó a su revulsivo Jesus Navas de la misma forma que Vilanova lo solía hacer con Tello.

La segunda parte la sangría cesó un poco, Pedro comenzó a ayudar a un Alba que estuvo muy expuesto en la primera parte y las ocasiones fueron menos claras y numerosas por parte de los italianos, aún así España nunca dio esa sensación de tener controlado el partido, seña de identidad desde que Del Bosque se hizo cargo de la roja, ya que aunque España ha pasado muchas eliminatorias a partir de mantener la portería a cero y tener marcadores apretados, siempre controlaba el partido, el ritmo y sufría pocas ocasiones en contra. Hoy dos centrales imperiales ayudaron a mantener esa portería a cero. Merece mención a parte un Pique muchas veces criticado pero que por momentos recordó al de sus mejores días.

Con España sin estar cómoda en ningún momento durante el partido llegó la prórroga y fue a partir del disparo al palo en los primeros minutos por parte de Italia cuando todo cambió. A partir de ahí fue España la que empezó a llegar, la que tenía ocasiones, la que no se conformaba con los penaltis. Iniesta empezaba a “sortear Dummys”, Mata nos hacía preguntarnos por qué había sido el suplente de Silva y Navas entraba como un puñal por la derecha. Incluso Del Bosque hizo entrar al campo a Javi Martínez como “falso 9”, ayudando en medio campo y llegando, convirtiéndose en una versión moderna de “Alexanco”.

Con la roja en sus mejores momentos se llegó a la lotería de los penaltis, una tanda para volver a ver, ya que varios de los lanzamientos fueron imparables. Fue en el séptimo, tras fallar Bonucci el suyo cuando Jesus Navas marcó el que certificaba el pase a la final para España.
Si nos lo dicen hacen cinco años no nos lo creemos, una España “italianizada” ganando a una selección Azzurra que había merecido mas.

Ahora, una vez pasado el partido escucharemos hablar del doble pivote de Del Bosque, ese que le permitía no sufrir en los momentos de vida o muerte. Algunos lo pedirán, otros lo repudiarán. En mi opinión el problema al que se ha enfrentado hoy España es el mismo al que se enfrentó el Barça en algunos partidos de la temporada: Xavi no “pesa” en estos partidos, le pasan por encima. Ya no es capaz de colocar a sus equipos en la frontal, pierde mas balones que antaño y defensivamente se nota que no aporta.

¿Quiere decir esto que no puede jugar Xavi? Aquí es dónde me remito al doble pivote de Del Bosque, con dos hombres por detrás que le permitan situarse a mas altura y liberase de labores defensivas, Xavi puede jugar. Pero de interior junto a otro interior y un pivote me cuesta verlo en “partidos grandes”, una realidad a la que se deben enfrentar un Del Bosque y un Tito Vilanova que no quieren ver. Hoy tras 120 minutos, Xavi terminó el partido.

Como decía al principio del artículo, aquel 22 de Junio de 2008 ni soñaba con jugar una final contra Brasil pero el destino nos ha dado la oportunidad de verlo, será en Maracaná. Y aunque la copa Cofederaciones no sea el mundial ésta será la primera vez que muchos de nosotros veamos un enfrentamiento oficial ante la verdeamarelha ya que el último fue en 1986 en el mundial de México. Los de mi quinta hemos visto como España doblegaba a Italia, Alemania, Holanda o Francia en partidos que están en la memoria de todos pero nos faltaba Brasil, que será el último escollo para levantar el único trofeo que le falta a esta generación. Sí, ya se que nos falta jugar contra la Argentina de Messi, pero déjenme soñar que lo haremos dentro de un año y en el mismo estadio en el que jugaremos el domingo, no en vano hace 5 años empezamos a soñar despiertos con la roja y aún no nos hemos despertado.