Heredó Pep a un campeón de todos los torneos que disputó y a un gigante en uno de sus mejores momentos de su historia. A priori dicho así suena a panorama idílico y a casi un cuento de hadas. Falso, heredó eso cuando su misión no es ser eso, es ser mejor que el equipo del triplete de Heynckes. Era como si Pep tuviera que reinventar al actual Bayern para ir más allá, para no ser esa bonita y simpática alternativa europea y ser lo que son y han sido siempre en Alemania. El gran tirano, pero ahora, mirando a Europa. Ser el tirano de Alemania.
Pep estos días ha ido haciendo probaturas con dos nuevos sistemas de juego. Una con el cierre de tres atrás y otra con la presencia de un Mediocentro único y dos interiores, que parece que será la idea que irá imponiendo a lo largo de la temporada.

A falta de que vuelvan Javi Martínez, Schweinsteiger y que Götze se recupere de la lesión que le dejó sin la final de la Copa de Europa (para los que decían que se borró el “cuento” quizá dure demasiado…) la defensa mantendría la misma columna vertebral que la temporada pasada, en el mediocampo el mediocentro pasaría a ser cosa o de Bastian, o de Javitxu o incluso Thiago, que es dónde ha jugado desde que llegó, o incluso de Kroos.

¿Y arriba? Pizarro o Mandzukic de 9, o Müller de falso 9, Shaqiri o Ribéry en la izquierda (a veces Ribéry de interior izquierdo para recuperar al Iniesta 2009 pero con su dosis de gol) y Müller, Robben o Mandzukic jugando en la derecha con tendencia a ir al centro y darle la banda a Lahm.

El miércoles el Barça, con el Tata Martino como nuevo entrenador, aunque sin estar en el banquillo, debutará en Múnich contra el Bayern de Pep. El Barça lo hará sin la presencia de los internacionales españoles ni Neymar ni Alves. Será el debut de este verano atípico y complicado en can Barça dadas las desagradables noticias que encajamos sobre Tito. Del partido poco se va a poder esperar. Multitud de canteranos jugando para cumplir el expediente, ver el nivel y estado de los presentes, el rol de Messi y de Mascherano en el equipo (¿volverá a jugar Masche en su posición o se seguirá con el autoengaño del jefecito de central?), Alexis de 9 o en una banda, la presencia de los Bartra, Montoya o Sergi Roberto para los que imploramos y lloramos todas las noches la presencia de chicos del filial en el equipo y ver caras nuevas sobre el césped serán las principales inquietudes para un partido que, a priori, parece que puede ser un paseo bávaro antes de jugar este fin de semana la supercopa alemana en Dortmund.

La diferencia a nivel de preparación está ahí, obviarla a estas alturas de la vida sería absurdo, y sacar conclusiones de un partido de pretemporada no parece lo más sensato, ni hay nada en juego más allá del orgullo personal ni ambos equipos destinarán más fuerzas de las necesarias en pleno mes de julio.

Y aunque no sea en el mejor momento ver al Barça jugar tras tanto tiempo siempre es una buena noticia, aunque las circunstancias no sean el mejor acompañante Messi volverá a vestir de azulgrana y eso siempre vale la pena.