El Borussia de Dortmund fue superior al Bayern en el primer partido oficial de la temporada 2013-2014 en Alemania. Ganaron 4-2 los de Klopp ante un conjunto bávaro que compitió menos de lo que cabía esperar.

Este partido antes de nada cabe contextualizarlo, en primer lugar es un trofeo a partido único en mes de julio, con todo lo que eso debe conllevar, y en segundo lugar se jugaba en la cancha del gran rival nacional en Alemania como es el Borussia de Dortmund. Y aunque a veces parezca mentira, ganar fuera de casa no es fácil.

Pep volvió a jugársela con Van Buyten en la zaga y Thiago-Kroos en el mediocampo. Renunció a un tercer centrocampista y al sistema de mediocentro más dos interiores para volver a lo que el Bayern jugó hasta ahora, el doble pivote. La diferencia es que normalmente eran Schweinsteiger acompañado de Luiz Gustavo (en 2012) y Javi Martínez (2013), dos especialistas defensivos. Y ayer el Bayern no tuvo de eso. Ni Kroos ni un entregado Thiago destacan en ese aspecto.

Klopp, que sabía que si Thiago tiene una carencia es que en la base expone bola y la pierde, le puso a Gündogan ante él y Lewandowski de 9 con Kuba y Reus en las bandas. Bender era el acompañante de Sahin en la base. Empezaron mejor los locales y Starke en la primera concesión de la noche le dio el gol a Reus en el minuto 6. Luego Lewandowski marcó el segundo, anulado por fuera de juego, en unos primeros 15’ que recordaron a aquella final tan lejana del pasado mes de mayo en Londres. La diferencia es que no hubo gol.

El Bayern, tras tantas concesiones (Boateng rompía el fuera de juego del gol mal anulado al polaco) activaba a Thiago y este conseguía pequeñas arrancadas para asentar a su equipo en área contraria y Lahm y Alaba podían empezar a hacer daño. Y aunque tuvo que intervenir en un par de ocasiones Weidenfeller el BVB fue capaz de aguantar el envite. Y es que, aunque sin Götze, son muy buenos. No se llega a una final de Copa de Europa de regalo.

La segunda parte Pep tomó medidas, Robben en la izquierda, Shaqiri en la derecha y que Lahm tuviera más facilidad para subir. Kuba se encargaba en la derecha de Alaba, si el austriaco subía, él se sacrificaba. En el lado contrario Reus no es tan sacrificado y Lahm quiso aprovecharlo.

Y ya entonces se vino la locura que es Alemania. Porque aquello, porque esos minutos, son típicos de la Bundesliga. Lahm subió en la derecha, centró y Robben remató de cabeza en el 54. Pero estaba Gündogan en la mediapunta, y él estaba allí para ser diferencial. Y lo fue, en el 56 condujo y centró al área para que Van Buyten marcara el 2-1 en propia meta. Otro gol encajado, otro gol concedido en una final, y cuando el ritmo con el empate tenía pinta de ser bávaro se cayó todo. Y en el 56’ Gündogan apareció otra vez para reventar líneas, superar a un contrincante (Müller) en la frontal y marcar ajustado al palo el 3-1.

Pero en plena euforia local otra vez Lahm (que adorable futbolista es) llegó a línea de fondo y centró raso para que Robben otra vez marcara el 3-2 en el 64’. De ahí al final el Borussia intentó contener, de lo que mejor sabe hacer este conjunto, y el Bayern imponer ataque posicional. Entró Schweinsteiger por Shaqiri para dar más consistencia a los suyos y liberar un poco más a Thiago. Él seguía dando muestras de su clase y calidad pero no fueron definidas por sus compañeros, y cuando más expuesto estaba el Bayern Klopp dio salida a Aubaneyang por un desgastado Kuba para dañar en contraataque. Y ahí Thiago salió en la foto. Gündogan-Lewandowski robaban al español, Aubameyang picaba al espacio libre y se plantaba ante Starke. Primero falló, pero en la segunda Lewandowski mandí, Auba arrancó y le dio el gol a Reus. 4-2 y partido sentenciado.

Como se comentó al principio en partidos de mes de julio conclusiones, pocas. Aunque hay cosas claras. La primera es que Van Buyten-Boateng no es la mejor pareja de centrales del mundo, y que Thiago tiene carencias. Pep lo asume, eso parece claro, y aunque el español jugara globalmente un partido correcto sus errores constan y tienen presencia en el marcador, pero no cabe olvidar que tiene 22 años y que calidad tiene para dar, regalar y devolver.

En un partido con varias bajas destacables Bayern y Borussia dieron un homenaje al fútbol con un buen partido de arranque de la temporada. Y Pep va a tener rival en casa. El Borussia, aún sin Götze, estará por cuarta temporada al acecho.