PISTAS DE PRE-PRETEMPORADA

No se recuerda algo igual. El Barça empezará la temporada sin saber cómo está. Las pretemporadas tienen dos propósitos, uno, el de coger el tono físico, el otro, hacer lo propio con el tono competitivo. Ambos procesos son progresivos, pero mientras en uno importa poco el rival (la cuestión es sumar minutos), en el otro es fundamental. Es lo que te permite medirte, saber el punto en el que llegas, detectar las cosas que funcionan y las que no, los jugadores que están más finos. El Tata Martino, tras quince días mal contados, se estrenará ante el Levante sin saber nada de esto, más allá de la información recopilada en los escasos entrenamientos que haya podido dirigir en la gira.
Y no será por que no ha probado con todos o no ha introducido cosas nuevas, sino porque no lo ha podido confrontar. El Madrid termina midiéndose a Chelsea e Inter, el Sevilla lo hará en Old Tradford y el Espanyol ante el Tottenham. El Barça ante dos discretos combinados de Tailandia y Malasia.

Por si su particular situación de partida no fuese suficientemente complicada, al Tata le tocará hacer la verdadera pretemporada con la competición en marcha, ante un Levante y un Atlético de Madrid que llevan semanas preparándose para enfrentar a los azulgranas.

Si para Martino es complicado extraer certezas de la pretemporada culé, para nosotros, que estamos fuera, directamente es imposible. Castillos en el aire. Lo que si podemos intentar, es analizar lo que propone el equipo, sin entrar a valorar si sirve, no sirve, funciona, no funciona, o si es extrapolable a la competición oficial. En este sentido, el partido de ayer, por contar con casi todos los teóricos titulares excepto Messi (que no es poco) es de los que más pistas nos pueden dar. Más allá de presiones, intercambios de posiciones arriba, ocupación del área o intención en la posesión, que vienen siendo línea argumental en los partidos que ha dirigido Martino, del partido ante el combinado malasio rescataremos dos puntos: la posición de Neymar y el escalonamiento de los interiores.

Al brasileño ya lo hemos visto compartir carril con Adriano y con Jordi Alba, y ambos casos, la banda ha sido para el lateral. A Neymar se le libera para que aparezca por dentro, donde es más fuerte. Ya avisamos que Ney es más combinación que regate, así que no sorprende que prefiera juntarse con Messi, Cesc, Iniesta o Xavi, antes que la soledad de la cal. De momento influyendo en los dos ejes, tanto en amplitud como en profundidad, al brasileño lo hemos visto recogerla del interior o moverse entre centrales. Tocará trabajar ahí porque es mucha gente moviéndose en una misma zona, pero de momento hay motivos para la esperanza.

El segundo punto de análisis guarda relación con esto. Se trata de la posición escalonada que adoptaron Xavi e Iniesta. Alguien que no viera el partido, rápidamente se ha imaginado al de Terrassa más cerca de Busquets y a Andrés más cerca de Cesc. No fue así. Ya sabemos que en el Barça de Martino, los centrales en salida influirán hasta muy arriba, pero cuando se necesita a un interior que auxilie, la llamada de socorro es para Iniesta. Como en algunos tramos de la pasada temporada. Se intuye que ese puede ser el trasvase. De Xavi a Iniesta. El 6, por su parte, muy arriba, a la mediapunta y casi compartiendo línea con un Cesc que hacía de falso nueve en ausencia de Messi.

Son pistas. Ideas que no han salido del laboratorio. Toca violentarlas. Ver como responden a los golpes. Si se estiran o se arrugan. Habrá que esperar una semana. Al Barça-Levante. A que el Barça empiece la pretemporada.