El Ajax intentaría obrar el milagro, poco menos, y el Barça dejar finiquitada esta fase de UCL. Tú y yo acomodados en el sofá, cada uno en el suyo. Esperábamos ver a Neymar de nuevo en banda, valorar el estado de Iniesta y comprobar si Song y Pinto nos ofrecían hoy la de cal o la otra. Y poco más. Comenzaba una noche de Champions facilona y poco motivadora para el culé. Que acabaría en conato de bochorno y aviso para navegantes. Testigos fueron los 20 ex jugadores de ambos equipos requeterrecordados esta semana en los medios.

Reiziguer y Oleguer tenían claro que Puyol es central y que ser lateral en clave blaugrana es una cosa bien distinta. Una hora antes del saque de centro, alineaciones en mano, se mostraban perplejos al ver al capi de “2”. A estas alturas. Recordaban sensaciones incómodas y errores de bulto cuando les tocó ser lo que no eran. En el otro carril Montoya que se estanca sin minutos de “2” y le toca comerse estos marrones. “Otro que prometía pero lo ponen donde no es” murmuraría Bojan en algún momento durante los 90 minutos. “Yo por lo menos sí era zurdo” comenta entre risas Bogarde a los amigos con los que está visionando el partido. Mientras Maxwell lucía una sonrisa henchida de orgullo sabedor de que hoy habría sido de la partida en cualquiera de los dos equipos.

Con estos laterales la salida se le complicaba al Barça ante una presión eficaz del Ajax, todo lo contrario que la de los hombres del Tata. Todavía no saben dónde ni cuando quieren robar y así se corre mucho para llegar siempre tarde. Aventuras en solitario en ataque y en defensa que provocan que un equipo de chavales poco prometedores marquen el ritmo e impongan su juego. Dominando balón, partido y resultado. Y estamos hablando del Ajax: calidad, intensidad, rigor táctico, experiencia y ritmo, insisto, nivel Ajax 2013. Esto fue demasiado para el FCB ayer. Un Barça sin Messi no es excusa. Los futbolistas se lesionan, que le pregunten a Overmars. Marc entiende lo que está pasando el argentino …Y a Zlatan que no le da ninguna pena, oye.

Edgar Davids a través de sus icónicas gafas tuvo que ver como Iniesta, Song y Xavi eran desbordados por falta de intensidad, talento defensivo y posicionamiento. Rijkaard pensó, mediada la primera parte, que seguramente él armaría un equipo con Mascherano de mediocentro y Busi de interior para protegerse en Champions. Confiando en Messi y Neymar arriba. Pareja que mezclaría más que bien con un Kluivert centradito.

Laudrup sintió nostalgia al ver a un mediapunta danés asistir con acierto. Schone es un jugador asociativo con cierto criterio y buen primer toque. Un abuelo de 27 años en este equipo de infantes. Un jugador que finalizaba contrato y no recibía propuestas interesantes antes de aterrizar en Amsterdam. Nadie en España apostó por él siendo tan español su fútbol. Y tan barato.

Y Van Gaal, en la grada, libreta en mano, no acababa de comprender la escasa reacción y las livianas reacciones de Martino en la banda. Con su equipo desbordado en todas las alturas del campo, y defendido con suficiencia también a cada yarda. Y la última palabra seguro que la tiene un flaco que lució el 14 y siempre ha hecho lo que ha querido. Que yo solamente veo el fútbol desde mi sofá.