CIEN CARAS EN CIEN DÍAS
“Yo no tengo ninguna intención de que haya un Barcelona que juegue de acuerdo a mis conceptos porque yo soy un enamorado de los conceptos del Barcelona. En todo caso mi deber sería recuperar algunas cosas que los muchachos dejaron de hacer”. Gerardo «el Tata» Martino lo tuvo claro a su llegada. No acababa de fichar por un club cualquiera, sino que lo hacía por el club que más títulos había ganado en el último lustro, y con un estilo definido. El Barça marcaba la pauta, era el modelo a seguir y eso no se podía tocar. Y bajo esta premisa dio sus primeros pasos.
Fichado en una situación especial, se apresuró a tocar todas las teclas necesarias para que el entorno, club y vestuario lo vieran, al menos, como un asimilado. Declaraciones, planteamientos y planificación deportiva (solo Neymar, que además ya estaba fichado, era necesario para completar la plantilla) fueron en esa dirección. Si Tito el año pasado se apresuró a ganar tiempo y a convencer desde el minuto 1 de rodar el balón, el técnico argentino debería hacerlo desde antes incluso. Al saltar el primer día no debía haber ningún halo de desconfianza: Martino podría ser argentino de nacionalidad, pero holandés en cuanto a cultura futbolística. Ese fue el primer paso de una evolución futbolística que ha ido modificando al equipo en estos más de tres meses.
“Lo del primer tiempo fue una buena producción. Sobre todo porque aquellos conceptos sobre los que habíamos hablado con los muchachos desde mi llegada, que desde ningún punto de vista son cosas nuevas sino que estaban archivadas, las pudimos volver a hacer”. El Barça debutó contra el Levante siendo el viejo Barça. No el más reciente Barça de Tito Vilanova, sino el de Pep Guardiola: fútbol apabullante, intensidad, abrir por banda para culminar en el centro y presión asfixiante. Los 11 jugadores que saltaron al terreno de juego (entre ellos no estaba Neymar), dieron una exhibición futbolística en 45’ de mas puro estilo Barça. Además, Martino había hecho dos añadidos que terminaban de redondear la fórmula: el superlativo peso de los laterales en zona de definición, y la permuta entre los tres delanteros, lo que implicaba ver a Messi liberando el carril central, sobre todo hacia la derecha, en lo que se vio como la adecuación mas pronto que tarde del astro brasileño al equipo. El primer paso estaba dado y más que una evolución era una vuelta al pasado.
Pero en la Súpercopa de España sonaron las 12 campanadas y volvió a aparecer la calabaza. Tanto en la ida como en la vuelta el equipo mostró todas las debilidades que tenía el año pasado. La posesión se mantenía pero no la velocidad de circulación (clave en el desarrollo del juego culé) ni el intercambio de posiciones ni la intensidad para zafarse de la marca. El equipo volvió a jugar previsible, con unas jugadas tan telegrafiadas como conocidas que permitían a un equipo como el del Cholo, maestro en estas lides, ser superior. Fatiga cognitiva por tener que volver a enfrentarse por enésima vez ante un muro, o insuficiencia física por el distinto desarrollo de las pretemporadas. Sea como fuere, el equipo se encontró de nuevo ante el mismo problema que el año pasado y que hace dos. Pep Guardiola intentó romperlo con el 3-4-3, sin el éxito final; Tito Vilanova volviendo al equipo más largo y mas directo, con el mismo resultado que su predecesor en el cargo. El Tata Martino volvía a ver los mismos problemas y las mismas (no) soluciones. Paradigmático es que se sobreviviera gracias al que no estaba en los dos años anteriores: el gol de Neymar Jr. mostraba un nuevo recurso al Barça, desconocido hasta entonces. El resto, jugadores y modelo pedían a gritos un giro de tuerca. “Me dejaron mas conclusiones los 90 minutos contra el Atlético que los del Levante”.
Correr, correr y correr. El primer paso para cambiar cosas fue valiente en el estilo pero conservador en la idea. Volviendo a recorrer la misma idea que el entrenador de los 100 puntos en Liga, el de Rosario buscó que el equipo fuese ofensivo y vertical. En definitiva, que pudiera correr, aunque conllevase riesgos extremos. El equipo fue incapaz de controlar los partidos desde la posesión (complicádose un 0-3 en Mestalla o un 2-0 contra el Sevilla). La idea, más que matar por fútbol, era hacerlo por goles: los laterales proyectadísimos hasta la exageración; Xavi lanzado hacia la izquierda para limpiar marcas sobre Messi, y el equipo buscando la portería en rápidos pases. El intercambio de golpes, con el argentino en el campo y con Valdés de “pato cojo” sostenían la idea insostenible. Pero algo no funcionaba. El hecho de que el partido no estuviera cerrado nunca mostraba recelo: contra equipos de menor intensidad el plan funcionaba, pero contra los grandes amenazaba con morir de inanición. No era oro todo lo que relucía, había que seguir tocando cosas.
“Es una preocupación que el equipo se rompa y la imprecisión al circular el balón”. Gerardo detectó sencillamente los problemas de su planteamiento. Si quería ser superior y poder ejecutar la presión tenía que adelantar muchísimo las líneas del equipo arriesgando atrás. En la práctica el equipo se dispuso en defensa de 2 + Busquets que debía controlar la segunda jugada, saltar en la presión, abarcar todo el ancho del campo y correr hacia atrás. Imposible (“es una cuestión posicional que debemos corregir, cubriendo mejor los costados de Busi para que no esté tan solo en la parte de contención”). Para evitar esto, el equipo rival debía no pasar del primer cuarto del campo, o lo que es lo mismo, debía ser aplastado por la presión culé, pero en la práctica esto no ocurrió, ya que aquella no era ordenada ni coral, sino física y ejecutándola muy pocos jugadores (ejemplo de lo bizarro: Alves contra el Ajax yendo a presionar al lateral contrario mientras interiores y delanteros, excepto Cesc mantenían una actitud pasiva). Como el equipo rival, tras una cadena de pases, conseguía establecerse en campo contrario y atacar a solo 3 miembros culés, el siguiente paso en la evolución azulgrana pasó por abrazar una palabra sacrílega: repliegue.
En el segundo tiempo contra el Ajax de forma clara se vio el primer repliegue que esta generación tuvo que hacer. El hecho de que el escenario no lo pidiera invitó a pensar que el equipo, sin renunciar al estilo para siempre, si acababa de adoptar otro mecanismo que no dudaría en relucir en caso de ser necesario. Sea como fuere ese día el equipo dejó de recibir ocasiones cuando lo dispuso de forma clara (segunda mitad) y además consiguió más pronunciadamente: que Messi corra. Con Neymar encerrado en la banda dentro del juego de posición culé, darle metros al argentino fue la solución más potente que se encontró. Pan para hoy y hambre para mañana. Como en partidos anteriores el equipo volvió a mostrar una conquista nueva y una conquista por hacer: rescatar a Neymar de la banda. Ya llegaremos ahí. “El Rayo presiona mucho y muy alto, pues lleva la mitad de campo y en ocasiones se hacía muy difícil poner la pelota en juego desde nuestro arco jugando corto. Entonces teníamos la alternativa de jugar balones largos”. El camaleonismo de un equipo que se volvía más plural y menos brillante continuaba incesante. A Martino el rostro del Barça ya le mostraba demasiadas arrugas como para lucir sin maquillaje así que no dudó en continuar con el viraje que creía necesario para poder competir. En Vallekas el abultado resultado (0-4) a costa de la pérdida de la posesión por primera vez en 5 años y medio (51%-49%) ilustraba perfectamente el desarrollo.“Una de los secretos del fútbol es no otorgarle al rival posibilidades. Si el rival las encuentra, tiene que ser mérito suyo y no por concederlas nosotros”. El equipo en una semana tocó fondo en cuanto a la distancia del estilo (dentro del propio estilo) se refiere. Se tenía la base, tocaba la reconstrucción.
Los dos aspectos clave fueron recuperar el control de los partidos y empezar a darle algo a Neymar. Con lo primero el equipo entró en su fase definitiva de dominio de la competición. Realmente merecía los puntos que lograba y la sensación de estar ya hechos era evidente. El nombre, como no podía ser de otra forma, fue Xavi Hernández. Es difícil discernir donde empieza el nivel del jugador y donde lo hace la mano del entrenador, y más desde fuera, pero la realidad es que el jugador que mas veces vistió la camiseta culé mostró su mejor nivel en las tres últimas temporadas. El segundo tiempo en Almería y el partido en casa contra el Valladolid (también pronunciado en la segunda mitad) ejemplifica lo comentado: el equipo acaba mejor los partidos que los empieza, agigantándose y dando la sensación de que remontarle sería imposible. Si echamos la vista atrás en comparación con el Barça de Tito, este hacía goles al final (factor Villa). El actual mejora en en general, según el partido languidece. “Hay una diferencia sustancial del equipo en referencia con los partidos en Málaga, Valencia o Sevilla”.
El factor Neymar por su parte tuvo dos etapas, aunque sin diferencias para la evolución del plantel: el crecimiento ofensivo, aumentando la sorpresa y el peligro. La lesión de Messi en Almería aceleró el proceso, primero de una forma artificial (rol falso 9 para el brasileño) y segundo de forma coherente con el equipo (libertad desde la banda izquierda). Si quedaban dudas, el aroma añejo que se mostró en Milan las despejó todas: el ex del Santos es buenísimo en banda, generando mucho por si mismo, lo que es una ventaja y un descanso para sus compañeros; con libertad todo el equipo crece y los rivales dudan hacia donde bascular y cerrar espacios. La prueba definitiva fue el clásico, donde Cesc, que es el socio de todos sin balón, “medió” entre los dos cracks. Apetece pensar que el estado de Leo invitaba a darle el equipo al brasileño y así es, pero el camino marcado ya es inevitable y sigue la misma cronología que el año pasado. Si hace una temporada Tito enterró el 4-2-2-2 (en el que no creía) para enfrentarse al Real Madrid, fue contra el mismo rival cuando Martino ha decidido darle a Neymar la libertad que necesitaba, en una tendencia que se mantuvo en el derbi contra el Espanyol ya con Leo en el centro.
“No nos conviene el descontrol. Pero cuando esto pasa solemos sacar rédito”. El equipo no tiene rubor en presentar intercambios de golpes si la ocasión lo presenta. Y por «ocasión lo presenta» queremos decir que se tiene las de ganar. Ejemplo de esto y de lo contrario los tuvimos en un breve lapso de tiempo. En Balaídos el equipo no tuvo la necesidad de tener el balón masivamente, ni de replegarse en su campo. Sin Iniesta y sin Xavi y con Cesc y Song el entrenador del Barça no lo dudó. Los equipos se hacen a los jugadores y no al revés debió pensar así que a vivir en el descontrol que le favorecía al Barça. Sin embargo, tres días antes, contra el Real Madrid no hubo problema en meter a Song por Iniesta para defender y que no pasase nada. Adaptación al escenario en cada momento. La premisa siempre clara: sobrevivir a corto plazo para crecer a largo plazo.
“Si tuviera el Barça del 5-0 al Madrid, estaría encantado. Pero los resultados no se pueden hipotecar por mejores maneras”. Gerardo Martino recibió una plantilla con los nombres de la mejor época del Barça, pero que mostraba los signos del paso del tiempo. No solo eso, sino que vienen de sufrir la descompresión que supuso pasar del Método Pep a una temporada sin entrenador. El actual técnico ha valorado los pros y los contras, y con la información que solo el tiene ha decidido que el equipo haya seguido el camino hasta el momento trazado. Un camino donde el manido estilo se ha matizado, porque consideraba que era la mejor forma de competir. El Barça puede jugar más bonito, eso lo sabe. Pero duda que jugando más bonito pueda jugar mejor. Y más con el estado de los jugadores: si Cesc está mejor que Iniesta, si Alexis es más determinante que Pedro, o si la presión que buscan (clave defensiva) no la dan realizado…“la mejor manera de acercarnos a la mejor versión del Barça es trabajando. Y mientras, ganar partidos”.
@jaumenunez
Posted on domingo 3rd noviembre, 2013, 10:03am
Grándisimo artículo Jacobo!
Hay que ver para todo lo que dan 100 días.
El Tata es un gran entrenador. La cantidad de recursos y variantes utilizadas lo demuestran. No ha tenido miedo a probar nada.
Después está el gusto de cada uno que marca su afinidad o no a Martino.
Ahora bien, la duda que queda en el horizonte. ¿Qué camino tomará el Tata u optará por un equipo permeable que se adapte al rival?
Juanjo Martinez Iradiel
Posted on domingo 3rd noviembre, 2013, 11:42am
Enhorabuena por el artículo.
Enhorabuena por todos los comentarios.
Solo una reflexión. En su día todos pensamos que el Barça fichaba a Cesc para adaptarlo al juego del Barça.
A día de hoy es el Barça el que se debe adaptar al juego de Cesc.
No Fabregas= No way.
Raus Exyoya
Posted on domingo 3rd noviembre, 2013, 6:25pm
Lo de No Fábregas, no way… habría que verlo.
Fábregas es un llegador, no un mediocentro, desde luego (creo que nunca podrá ejercer el papel de Xavi), y, francamente, de interior no luce tanto como entre líneas.
Que Martino, quien lleva entrenando quince años, sabe de fútbol es obvio. Lo que temo es que buena parte de la afición, si llegan las derrotas, se comporte con él como hizo con sir Bobby Robson (q.e.p.d.).
Jacobo Cerdido
Posted on domingo 3rd noviembre, 2013, 7:02pm
@Jaume
Pues yo me imagino que seguirá mostrando esta cara mientras el equipo no termine de afinarse y cristalizar. O sea como vemos el dominio de los partidos se ha aumentado y en muchas la posibilidad de no encajar gol es real, así que no es descartable que se pueda romper en una racha de juego donde el equipo crezca.
También te digo que yo esperaba un repunte tras la victoria del Madrid que no se ha dado, así que imaginarse hacia donde puede ir el equipo es complicado. Lo que si, creo que la mayor incidencia de Neymar ya es un proceso que no se va a detener.
@Juanjo
Yo opino mas como Raus que como tu en este caso. Cesc sufre en el juego de posición culé porque es otra cosa, pero no veo al Barça caminando hacia una adaptación a Fabregas ^^. El jugador aporta cosas diferentes (desde luego, es muy diferente a Xavi) y eso es una baza que Martino más que otros mas ortodoxos con el estilo culé, va a explotar. Pero no es una mala noticia ni un síntoma de que el Barça camine hacia Cesc, que de hecho, está bastante supeditado a dar a los demás mas que a potenciarlo a él.
@Raus
Pues mira, es una cosa que yo he pensado la verdad, pero en los últimos días creo que no será así. Principalmente porque entre Pep y él estuvo Tito y fue un año tan agotador, acrecentado por esa eliminatoria con el Bayern, que creo que haya hecho que la gente se conciencie de que había que tocar cosas. O sea, creo que lo del Tata se ve como permitido. Además que sigue dentro del juego de posición, es ofensivo, mantiene el 4-3-3 y todo eso. Robson llegó justo después de Cruyff que cambió todo en poquísimo tiempo y claro, la gente no tragó.
También te digo que el año clave de Martino yo creo que será el próximo. Me imagino que la planificación deportiva girará hacia un Barça de Rijkaard (con 2 o 3 fichajes que potencien la faceta defensiva), y si ahí el equipo sigue alejándose del camino y todo eso, pues será otro cantar.
olhado_lh
Posted on domingo 3rd noviembre, 2013, 9:49pm
Jacobo excelente excelente repaso a los 100 dias del Tata que ahora leido con perspectiva se entienden mejor los cambios del Tata, las cien caras que hablas.
Durante los años de Pep lei y escuche millones de veces que lo disfrutaramos porque nos acordariamos con nostalgia de esa epoca. Pues yo os digo que disfrutemos de este postBarça de Guardiola que siendo imperfecto es una maquina de ganar partidos, especialmente este año con Messi out. Estos jugadores se merecen dos monumentos, uno por lo que hicieron y otro por como estan gestionando su decadencia/descomprension, tendriamos que remontarnos a los años 70 o 60 para ver un grupo de jugadores que dieran la cara duranto tanto tiempo.
ROBERTO GONZALEZ GARCIA
Posted on lunes 4th noviembre, 2013, 2:01am
Todo esta muy bien, parece ahora que todos somos entrenadores, cuando sabemos de sobra que tanto con Guardiola como con Tito hubo partidos tan espesos de futbol como el viernes contra el Espanyol.Los demás equipos no son tontos, saben como jugamos,y,como dijo Mascherano,¿que pasa por hacer jugadas de 2-3 tokes y plantarte en porteria?, Tata es Tata y punto, al menos eso pienso yo
fcreggae
Posted on lunes 4th noviembre, 2013, 9:47am
Muy buen artículo esclarecedor y cada día hay más nivel, de los mejores blogs de fútbol de la blogosfera. Ya quisieran otros.
Fin de semana para sacar conclusiones:
– Martino prometió recuperar la presión y al final no ha sido así. No
se cuál será el motivo, pero es un hecho. Veo a los jugadores muy
autocomplacientes, las declaraciones de Piqué y Mascherano son
demoledoras. Jugar a presionar les supone mucho esfuerzo y prefieren
salir al ralentí porque eso les vale para ganar a los equipos de la
Liga BBVA. Pero ese es el camino de la autocomplaciencia, como se está
viendo. Martino debe poner los galones sobre la mesa, castigar a los
que no se esfuercen y volver a su idea original. Si no lo hace,
corremos el peligro de volver al tardorijkaardismo, con todos los
escalofríos que ello conlleva.
– Por primera vez en la historia, Messi estorbó más de lo que aportó.
Obviamente no vamos a ser duros con él, sólo es la constatación de su
paupérrimo estado de forma. Son ciclos, no es preocupante en sí. Lo
que sí podría asustarnos es que al ver cómo Cristiano Ronaldo y Diego
Costa le comen la tostada en la Liga, él se obsesione y comience a
tomar malas decisiones. Hay que protegerlo de ello.
– El partido fue aburrido, cada vez me da más pereza sintonizar el
iPlus para ver al Barça. No es tanto el juego en sí sino la actitud de
varios jugadores, que salen a pasearse encantados de haberse conocido,
es que ves jugar a ciertos equipos de la Premier League y las
comparaciones son odiosas. Guardiola podía tener muchos fallos, pero
nunca permitió algo así. Vilanova por contra consintió en exceso a los
jugadores y ahora a Martino le está costando extirpar esos vicios
adquiridos. Titánico trabajo.
– Otro que está muy mal es Busquets, y aun hay gente preguntando que
por qué Touré está más valorado internacionalmente que el de Badía.
Los números saltan a la vista y las sensaciones no dejan duda.
Seriosamente, tenéis que seguir a Touré, un jugador superlativo. Es el
mejor centrocampista que he visto nunca, el más completo. Qué pena no
tenerlo por aquí, aunque os confesaré un secreto: tengo la infundada
esperanza de que algún día regrese aquí, y más viendo lo mal que
estamos en el mediocampo actualmente.
– Leo en Mundo Deportivo que los capitanes van a tener una charla con
Messi debido a su bajo rendimiento. Bonita estampa, un Xavi que hace
eones que no suda una camiseta dándole la charlita a Messi. Dantesco y
surrealista. Supongo que por ahí estará Puyol también, que al menos
esta vez no se ha operado tras ser suplente. Mejora el compromiso del
capitán, lease con tono irónico.
– Considero firmemente al Atlético de Madrid como candidato al título,
con el Cholo Simeone están viviendo su particular guardiolismo. Están
enchufados, creen en él y están todos en forma. Rival durísimo que
puede llevarse la Liga o, atención, ser juez decisivo en la batalla
contra el Real Madrid. Mucho ojo. Ahora mismo aúnan los valores que
tanto añoro en el Barça: compromiso, entrega, presión, trabajo. Mucha
envidia me dan.
– Y no quiero terminar sin denunciar el expolio al que está sometiendo
el tal Eusebio a la cantera. Horripilante partido del Barça B una vez
más. Se está cargando a varias generaciones de jugadores y de paso nos
vamos de cabeza a 2ªB. Menudo ridículo, esta gestión repercutirá en el
primer equipo en unos pocos años cuando nos quedemos sin el
abastecimiento de la cantera. No se en qué están pensando.
fcreggae
Posted on lunes 4th noviembre, 2013, 9:50am
¿Y el genio de Mascherano ya ha explicado cómo demonios quiere superar defensas de 10 hombres con dos o tres pases?
Entre este y Piqué vaya dos, vaya dos.