Entre el blanco y el negro está el gris, siempre hay un término medio, matices a los dos extremos, encontrarlos y llegar a un punto intermedio no es una empresa fácil. De momento el equipo de Martino no está encontrando ese color gris. Pasamos del descontrol llevado al extremo de Vigo al otro polo, el del control excesivo. Eso es lo que se vio en el derbi barcelonés.

El Barça se presentaba al partido con su alineación de gala, con la salvedad de Montoya en el lateral izquierdo dónde sustituía los lesionados Jordi Alba y Adriano. Cesc volvía al banquillo tras disfrutar titularidades y rayar a buen nivel en Vigo. El centro del campo hoy fue el que todos nos sabemos de carrerilla desde hace tantos años, Busquets, Xavi e Iniesta y arriba, Messi volvía al falso 9 flanqueado en los extremos por Neymar y Alexis.
Si contra el Madrid se optó por Cesc para liberar a Neymar y en Galicia vimos a un equipo que buscó el intercambio de golpes hoy pudimos ver un Barça mas fiel al estilo y mas heterodoxo en la formación.

El Espanyol de Aguirre se presentó en el estadi con una línea de 4 defensas con Hector y Sidnei de centrales y Raul Rodriguez y Fuentes de laterales. Por delante una línea de 5 jugadores con Thievy en derecha, Torje en izquierda y por el centro Victor Sánchez, David López y Abraham siendo Sergio García el delantero del equipo blanquiazul.

La primera parte transcurrió a un ritmo bajísimo, al Espanyol que estaba muy ordenado y cómodo le interesaba que fuese así y al Barça parecía no importarle. Los azulgranas llegaban bien a la frontal del área dónde se asentaban y las ideas desaparecían. No sufrían en defensa pero tampoco era capaz de dañar al Espanyol. Los blanquiazules defendían bien y cómodos pero en ataque generaban muy poco puesto que cuando conseguían robar el balón se encontraban muy lejos de la portería de Victor Valdés. La mayor parte del peligro azulgrana en esta primera mitad llegaba por la banda de un Alves tan atinado para aparecer una y otra vez como desacertado e impreciso en sus centros. Llegó a desesperar ver como una y otra vez llegaba a línea de fondo y de sus botas salían centros desastrosos. Cuando estábamos al borde del final del partido pudimos ver como el Barça tuvo dos ocasiones utilizando un recurso que parecía olvidado, los chuts desde fuera del área, primero Iniesta y después Alves rozaron el gol. Quizá la falta de precisión el último pase llevó al Barça a utilizar este recurso.
Fue una primera parte mala y aburrida, con un ritmo muy lento, no hubo movilidad en el equipo y todo era previsible. El único que se salía de esa previsibilidad era un Neymar demasiado pegado a la cal desde dónde intentaba desequilibrar, aunque estaba demasiado sólo. Con Montoya de lateral izquierdo a pierna cambiada, Neymar no tenía a nadie que le doblara y siempre enfrentaba a su par en inferioridad gracias a que en el Espanyol siempre acudían a la ayuda de Raul Rodríguez.

La segunda mitad comenzaba con la esperanza de los aficionados barcelonistas de ver a Neymar liberarse de su zona en el extremo. Mi gozo en un pozo, eso pensaron muchos culés cuando comprobaron que el brasileño seguía demasiado pegado a la cal desde dónde imprimía un ritmo a sus acciones superior al de su equipo. En una de estas Neymar rompió el partido desde el extremo con una grandísima jugada en la que filtraba un balón con dos caños incluidos para que Alexis marcara a placer apareciendo en el segundo palo. Neymar y Alexis, los 2 elementos “extraños” al juego de posición del equipo eran los que conseguían derribar la muralla periquita, no obstante durante todo el partido habían sido los jugadores mas activos. A pesar del gol el partido siguió por los mismo derroteros que en la primera parte, con el Espanyol soltándose un poco mas en ataque pero sin conseguir dañar a los azulgrana. Por ello extraña que los cambios del Barça se hayan realizado a partir del minuto 82, cuando Martino dio entrada a Pedro por Alexis. Unos minutos mas tarde era Cesc el que entraba por Iniesta. Dos cambios “hombre por hombre” que tampoco buscaban cambiar nada de lo que habíamos visto durante los anteriores 80 minutos. Aunque en los 5 minutos que Cesc estuvo en el campo fue capaz de filtrar dos balones en profundidad, primero a Pedro y luego a Messi. Fábregas, es junto a Neymar y Alexis el protagonista de los 3 últimos partidos del Barça. Cesc y Neymar en el clásico, el 4 y el 9 en Vigo y hoy Neymar y Alexis. Ellos tres son los hombres más en forma del equipo azulgrana y puede llegar a extrañar que no hayan coincidido en el terreno de juego esta última semana.

Todavía no he nombrado a Messi, Xavi e Iniesta y es que el partido de ninguno de los tres ha sido bueno. Si el otro día veíamos brotes verdes en el 10 hoy volvimos a ver a ese Leo empequeñecido entre centrales y mediocentros rivales, sin chispa y lejos del nivel al que nos tiene acostumbrados. Iniesta fue de más a menos, empezando bien el partido y diluyéndose en el y Xavi apareció bastante en el balcón del área chutando pero no fue capaz de dar mayor velocidad al juego azulgrana.
Cuando el árbitro pito el final del partido ninguno de los aficionados que vimos el encuentro sentimos pena porque se acababa el espectáculo. El partido había sido malo y descafeinado para lo que fueron los derbis barceloneses no hace demasiado cuando Tamudo y De la Peña eran capaces de enmudecer al Camp Nou.

Titulo esta crónica hablando de “la búsqueda del gris” porque creo que el equipo tiene que encontrar un equilibrio entre el descontrol y el exceso de control.

Veníamos de ver un partido en Vigo dónde el equipo a pesar de ganar recibió muchas críticas por no ser capaz de controlar el juego. En realidad no se controló pero al menos el equipo gozó de ocasiones y fue capaz de potenciar a Messi, Alexis y Cesc regalándoles espacios. Y el espacio, para un Leo que no está a tope es ahora mismo oro puro. Por contra prestación vimos como el Celta llegó a la portería de Valdés y pudo empatar. Con planteamientos así el Barça ganará muchísimos partidos ya que intercambiando golpes la calidad de sus hombres de arriba decidirá aunque se antoja un plan insuficiente para los grandes rivales, esos que también tienen pólvora arriba.

Hoy nos hemos ido al otro extremo. Posesión alta de la pelota, control del partido, pocas llegadas a la portería de Casilla y escasa movilidad de los jugadores. Y la sensación de ver a Messi enjaulado y sin chispa. Aunque hoy Valdés no ha tenido tanto trabajo como contra el Celta y el Espanyol no provocó excesivo peligro. Jugando a no dañarse es mas fácil terminar con la portería a 0 pero como se vio en los últimos meses de la pasada temporada tampoco es un plan que nos permita competir contra los grandes de Europa.

En medio del debate por el estilo concluyo diciendo que hay buscar el gris, esa tonalidad entre los dos extremos que hemos visto en los últimos partidos. Siendo conscientes de que lo que vimos en 2011 no volverá ni aunque en el campo estén 8 de los jugadores que ganaron la UCL en Wembley como hoy, pero también siendo fieles al estilo del club. Estilo que sólo hay que matizar y que estoy seguro que Martino lo terminará haciendo, aunque para ello veo indispensable alejar a Neymar de la banda y acercarle a Leo.
El brasileño es muy bueno, un jugador enorme que es capaz de rendir como extremo y contribuir al equipo con goles y asistencias gracias a su calidad, pero es un jugador al que hay que potenciar para construir sobre el y Messi el futuro. En banda Neymar está enjaulado, el brasileño necesita libertad.

Aunque el sabor de boca que me deja el partido de hoy no es el mejor estoy confiado en que Martino dará con la tecla. Ahora mismo jugadores como Alexis y Neymar están sosteniendo al equipo pero estoy seguro de que Messi, Iniesta irán a mas y con ellos el equipo mejorará. Por lo pronto hay 5 días para preparar el partido contra un Milán que viene a por el liderato del grupo en la Champions. Pero eso será otra historia.