REAL BETIS: SONREÍR PARA PODER

Decía hace unos días Pepe Mel que no era fácil alentar a sus jugadores, convencerlos de que sí se puede ganar, cuando llevas semanas sin hacerlo. El técnico bético volverá a entonar las mismas palabras que en el resto de previas, será valiente en su idea, y sus jugadores, rememorando enfrentamientos anteriores contra el FC Barcelona, le creerán y lo intentarán. Esperen entretenimiento e intensidad, por que el Betis pondrá en liza mucho de eso. Recuperar la sonrisa les urge tanto como los puntos, por lo que intentarán disfrutar con su fútbol para poder sumar.

El mejorable juego y los malos resultados han difuminado el discurso futbolístico del Betis. Nada se tiene demasiado claro. Aun así, en los últimos partidos se está siendo todo lo continuista que las circunstancias permiten. El 4-2-3-1 es el esquema base, siendo el clásico 4-4-2 la principal variante. El repliegue con dos líneas de cuatro es innegociable. En cuanto a la presión, la falta de confianza y la poca rentabilidad del pressing medio-alto que venían ejecutando ha provocado que el equipo prefiera esperar un poco más.

El Betis es un equipo armado para correr, para transitar con velocidad, y en lo que llevamos de temporada los rivales, generalmente, no le han permitido dicha posibilidad. Los verdiblancos se han visto obligados a administrar cuotas de balón elevadas, exhibiendo un pobre ataque posicional. El fútbol del Betis, por momentos, ha sido plano, inocuo, y ésto provocaba una desesperación que le acababa exponiendo en demasía atrás. No es fortuito que los mejores encuentros de los de Pepe Mel hayan sido frente a Real Madrid, Valencia y Villarreal, equipos con intención y capacidad para dominar desde el esférico. Por ello, y consciente de la diferencia técnica, enfrentarse al Barcelona es casi una certeza de que los béticos disfrutarán ofensivamente de un contexto más propicio y cómodo teniendo en cuenta sus recursos. En base a ello se presenta una de las principales dudas en el once: ¿Apostará Mel por Nosa para asegurar trabajo y una salida de balón mucho más vertical o bien dará continuidad al buen hacer de Nono, siendo éste un jugador más fiable con la bola pero más horizontal?

Defensivamente el Betis no atraviesa por su mejor momento. Aun así, los problemas son más individuales que colectivos. Se espera que Amaya y/o Paulão reaparezcan, y con ellos aumente el nivel técnico de dicha línea. Como se ha visto en otras ocasiones, sería extraño que Pepe Mel no dispusiera de una línea defensiva adelantada. Pese a no disponer de zagueros hábiles al espacio, el técnico bético, especialmente en éste tipo de partidos, suele confiar en sus jugadores a la hora de tirar la línea de fuera de fuego. Asume riesgos. Los sectores laterales son los más vulnerables pese al obligado retorno defensivo de los extremos. La ausencias de Javi Chica por sanción y de Juanfran por lesión puede propiciar la titularidad de Markus Steinhöfer. Más allá de las críticas que está recibiendo el lateral alemán, su forma de defender saliendo siempre al quite puede ser muy contraproducente para enfrentar a un jugador como Neymar. Sin duda alguna, éste aspecto ocupará mucho tiempo de meditación para Pepe Mel en la previa.

En fase ofensiva las bandas son capitales para el Betis. Pese a la llegada de Joan Verdú, el peligro bético tiende a generarse en los sectores exteriores, muy especialmente en el izquierdo – gesta el 46% de los ataques por dicho carril -. Juan Carlos en izquierda, y Vadillo en el sector opuesto se postulan para repetir titularidad. Éste ultimo llega al choque especialmente crecido, está adquiriendo responsabilidades en las últimas semanas, y firmando actuaciones más que interesantes. Parece haber disminuido su cuota de errores fruto de la precipitación, permitiéndole ser mucho más productivo en su fútbol. Verdú es el encargado de surtir de balones a los extremos, de detectar o generar la ventaja con el esférico. En definitiva, de acelerar la jugada en el último tramo. La conexión Verdú-Vadillo es la principal arma que presenta el Betis actualmente. Si el partido se rompe, o presenta un escenario de cuantiosos espacios en transición, Pepe Mel no dudará en dar entrada al veloz Cedrick.

La presencia de Jorge Molina en punta en casi innegociable. Su labor en los apoyos es excelente. Además, con él, el Betis se asegura una vía efectiva de juego directo en caso de que sufra una especial presión en su salida de balón – ya en otros enfrenamientos ha sacado rédito de sus duelos con Marcherano en éste tipo de acciones -. El problema que está acusando esta temporada el delantero de Alcoy es que no juega junto a su complemento ideal, Rubén Castro. No existe nadie que aproveche los espacios que éste genera, que rompa por dentro cuando él atrae a los zagueros con sus movimientos de apoyo. Chuli tiene cualidades para ello, pero la ejecución no está siendo tan buena. En temporadas pasadas, frente al FC Barcelona, Pepe Mel optaba por incrustar a su mediapunta, Salva Sevilla, como falso extremo dentro de un 4-4-2 para aprovechar ésos movimientos de Rubén y Molina, y sabedor de que Salva puedo gozar de espacios en banda para ser diferencial desde el pase. Ésta es la principal alternativa a lo esperado.

Como se mencionaba anteriormente, la composición del doble pivote bético será muy relevante en el devenir del encuentro. Teniendo en cuenta que Xavi Torres, el mediocentro más posicional, será de la partida, Matilla, Nono y Nosa se repartirán uno de los puestos. Matilla es el menos diferencial con la pelota, pero el más seguro en la gestión de ésta y el más disciplinado defensivamente. Es un jugador que ha ganado en agresividad sin balón. En cambio, más allá del aporte ofensivo, Nono y Nosa son dos jugadores más desordenados, ceden más y mejores recepciones interiores al rival; el centrocampista africano intenta suplir dicha deficiencia táctica con su notable físico, aunque no siempre es posible. Y claro, el Barcelona tiene mayúsculos recursos para castigar dicha circunstancia. La decisión de Pepe Mel en este sentido cobrará una gran importancia. Éste es el Betis que recibirá al FC Barcelona, el que busca afianzar la sonrisa que se gestó el jueves en Europa League, el que pretende que aquello no quede en una risa en medio de un llanto. Porque en el fútbol, a veces, todo depende de cuan feliz sean para marcar las inercias