FRANK BAGNACK: PROYECTO DE CENTRAL

En el F.C.Barcelona, el pasado fue el verano de Neymar y del Tata Martino. El primero llegó muy pronto y el segundo muy tarde, así que todo el tiempo del medio se ocupó en dar vueltas al rededor «del central». Un verano más. Se empezó por Thiago Silva y Hummels, después por David Luiz y Agger y se terminó re-fichando a Puyol. Sobre la bocina, y con el convencimiento de que esta temporada tampoco habría nuevo central, un par de exóticos partidos nos presentaron a Frank Bagnack, un joven central camerunés llegado a Barcelona gracias a la relación del club con la Fundación Samuel Eto’o, y que esta temporada iba a militar en el filial de Eusebio.

 

Macky Frank Bagnack Mouegni

  • Fecha y lugar de nacimiento: 07/06/1995, Tobagné (Camerún).
  • Altura: 1,82 m
  • Peso: 75 kg
  • Dorsal: 15
  • Demarcación: Defensa central

 

A los 18 años nadie es central. En todo caso, proyecto. La profesión exige años, golpes y una madurez que llega con el tiempo. Enfrentarse a distintas situaciones, interpretarlas, actuar así o asá, recoger los resultados y aprender de ellos. Cuanto más se lee, mejor se escribe. De lo que se puede hablar a los 18 años es de las condiciones, y Frank Bagnack tiene muchas. Se trata de un joven proyecto de central que ha ascendido esta temporada al filial de Eusebio -y si nos descuidamos casi se salta un peldaño- aunque bien lo podría haber hecho el año anterior. Entonces Lombán y Sergi Gómez eran los únicos centrales disponibles para Eusebio, y si contamos a los no disponibles también estaba Edgar Ie. Más tarde, en el tramo final, se sumó Muniesa. Bagnack podría haber tenido hueco ahí, y más después de la cesión de Sergio Ayala, pero permaneció en el juvenil mientras en el B se echaba mano de Planas para improvisar un central al menor imprevisto.

Este curso sí le ha llegado la alternativa. Lombán y Muniesa ya no están, Edgar Ié sigue más o menos igual y Planas es fijo en el lateral hasta que se recupere Grimaldo. Bagnack ha saltado directamente a la titularidad haciendo pareja con Sergi Gómez. Su lugar ha sido el de central izquierdo con alguna prueba puntual como lateral derecho provocada por emergencias.

Lo primero que podemos decir de Macky Frank es que llegó al club en 2008, y a no ser que te llames Thiago y te apellides Alcántara, eso es sinónimo de absorber el modelo. Bagnack conoce el juego de posición y lo que en él se requiere del central. El encaje del camerunés es fluido, se entiende con el resto. Crecido al calor de La Masía, no le quema el balón en los pies y su entendimiento del juego hace que aparente unas aptitudes en salida que en realidad no tiene. No es un central de balón, pero está acostumbrado a tenerlo. No es origen de ventajas, pero nunca supone un problema de continuidad. Se abre para generar la línea de pase, se ofrece -sabe que con balón tienen que jugar los once- y además posee un pase vertical batiendo líneas más que correcto. En el filial, eso sí, jugar en la izquierda siendo diestro no le ayuda.

Es un futbolista tranquilo, que mide los tiempos y proyecta apariencia de seguridad. Se posiciona bien, anticipa con eficacia, va bien al suelo y marca diferencias cuando tiene que correr hacia atrás. Esta radiografía y su pasaporte bien podrían hacernos visualizar a un central que apabulla. Potente, intenso, exuberante.Pero no lo es, y eso que podría. Bagnack todavía no saca todo el partido a su físico. Juega como si estuviera en la piel de, por ejemplo, Sergi Gómez -por nombrar a su pareja en la zaga-. Le cuesta imponerse en el choque, expulsar al delantero de su zona o imaginarse en un sprint de ancho a ancho del campo para brindar una cobertura. Como decimos, es un central tranquilo, y seguramente en la medida que logre combinar esto con un aprovechamiento mayor de sus posibilidades físicas, su techo como futbolista se situará a una altura o a otra.

De momento, en el filial y en Segunda, continúa creciendo. También desde el error, que es como más se aprende. El pasado fin de semana dio dos goles al Murcia y el B dejó de sumar un punto. Pecados de juventud que todo filial debe asumir como necesarios y que pesan distinto según en que posiciones. A veces cuestan goles y Bagnack es central. O mejor dicho, proyecto. Pero uno bueno.