Son los actuales campeones, y en el imaginario público queda esa sensación de que son invencibles. Un triplete histórico la temporada pasada, dos de tres títulos disputados esta temporada (se les escapó el sextete en Dortmund) y con la Bundesliga más que encarada y encarrilada los bávaros siguen siendo los grandes favoritos, a priori, para repetir alirón.

Cambiaron de entrenador, se la jugaron por el técnico que seguramente haya marcado un antes y un después en el balompié. Guardiola hizo que el Barcelona sencillamente no tuviera que preocuparse de no tener casi ningún especialista defensivo en mediocampo para competir, aspecto que en algún momento habrá que replantear.

El Bayern que se jugará las habichuelas contra el Arsenal en febrero es a día de hoy una incógnita. Pep tiene la gran fortuna de poder manejar un elenco de futbolistas de altísimo nivel y dotar de varios matices a su equipo según sea el momento y el partido. El de Santpedor ha ido inculcando en un equipo campeón de todo otros hábitos y métodos de juego, y más importante aún, ha convencido a los suyos de adaptarse a sus métodos para seguir ganando. Tras un triplete un colectivo que tras años de zozobra se alzó con todo Guardiola les convenció para cambiar, aspecto que seguramente refute el carisma y la visión de Pep como entrenador.

El Bayern ha incorporado en sus registros una gran importancia al juego interior y asociativo en el centro del campo, la salida de balón desde atrás combina tanto la lateral como la central (con Van Gaal y con Heynckes se priorizaba claramente el juego por bandas) y mezcla la pausa en las zonas atrasadas con el vértigo cuando se ha trabajado antes el ataque, aspectos que por sí mismos no representan ninguna revolución pero sí constatan la voluntad de Pep de hacer su equipo, dejar su sello, en Alemania.

A nivel de juego, pero, Pep ha empeorado al Bayern de Heynckes. El año pasado parecían sencillamente inabordables, imponían siempre su voluntad y cerraban los contraataques con un imperial Javi Martínez junto a Schweinsteiger, y si fallaban ellos estaban detrás el maduro y convincente Boateng y el impetuoso Dante en los centrales. O sino en casos de emergencia aparecía Neuer al rescate. A día de hoy, esa falsa perfección no existe por motivos varios, y con diversos problemas físicos en varios miembros de la plantilla, el Bayern sigue concediendo al rival la posibilidad de salir y dañar.

De cara a la eliminatoria es difícil acertar qué once alineará Pep, e incluso es una incógnita el sistema de juego que va a implantar. Comenzó la temporada con el cambio de sistema al 4-3-3 con la presencia continuada de Lahm al mediocentro, Kroos en uno de los interiores y Javi Martínez, Götze, Müller, Bastian o Thiago y sacando en varias ocasiones la figura del falso “9” en el once en detrimento del espigado Mandzukic, pieza que con bastante acierto ha representado Götze o Müller.

La otra opción que ha utilizado Pep en el Bayern es la vuelta al 4-2-3-1 que bien conoce su plantel, sería la vuelta al doble pivote con Kroos, Lahm, Javi Martínez o Schweinsteiger, la presencia en la media punta de Götze o de Thiago (rol que ha ejercido con notable acierto en el Mundialito de clubes) y la extrema movilidad de jugadores como Müller, Ribéry o Robben en la banda y Mandzukic arriba.

La posibilidad de alternar sistemas, la presencia o no de Thiago o Götze en el “10”, renunciar a la figura de Mandzukic como “9” y apostar por un jugador de mayor perfil asociativo en esa zona o el rol de Lahm (si en mediocampo o en el lateral derecho), la importancia que pueda adquirir Thiago como revulsivo, la competitividad de Javitxu, al alto nivel de Alaba en el lateral izquierdo percutiendo por fuera como por dentro y el desborde en todas las zonas del campo de Ribéry son algunas de las claves de un Bayern que, poco a poco, va acercándose al ideal de Pep en Múnich. Lo que hará contra el Arsenal es una incógnita a la espera del estado de salud de sus jugadores y los momentos de forma, pero el margen de crecimiento es alto, dieron un paso atrás para hacer dos saltos hacia adelante. Veremos si lo consiguen.