DENIS SUÁREZ: LO MÁS REAL DEL BARÇA B

Termina la primera vuelta del campeonato y el Barça B ha salvado una situación muy complicada. Con un grupo excesivamente inexperto y poco reforzado, se metió en zona de descenso demasiado rápido. Llegaron las dudas, los nervios y la falta de confianza. Con ellos, la precipitación. Hoy el filial ha dormido decimoquinto, con hasta siete equipos por debajo. Atendiendo a los puntos, el abismo no está muy lejos, pero la distancia permite un respiro, jugar con alivio. Eusebio ha movido sus piezas, y a falta de ver como responde a la salida de Sarabia, tiene bastante perfilado su once tipo. En él no falta Denis Suárez, probablemente el jugador más importante del esquema y, hoy por hoy, su futbolista más grande.

Denis Suárez Fernández

Fecha y lugar de nacimiento: 06/01/1994, Salceda de Caselas (Pontevedra).
Altura: 1,81 m
Peso: 74 kg
Dorsal: 17
Demarcación: Mediapunta

Denis es mediapunta, una demarcación que ya sabemos que no existe en el arquetípico 4-3-3 azulgrana. Aún así, esto está lejos de ser un problema, pues aunque el dibujo aparentemente no los contemple, el F.C.Barcelona no ha tenido problema en dar cabida en su equipo a Iniesta, Ronaldinho, Messi, Deco, Thiago o Cesc. A varios a la vez. Dependiendo de cada caso, interior, extremo o falso nueve, son las posiciones en las que puede entrar un mediapunta culé. Denis Suárez, en apenas una vuelta, ya ha pasado por las tres.

La temporada empezó con Suárez invirtiendo la mayoría de sus minutos en el interior. El mediocentro del filial es Sergi Samper, así que el papel de los interiores cambia respecto a lo que estamos acostumbrados a ver en el Barça. La base es para el cierre, y Eusebio optó por acompañarlo de dos mediapuntas. Tampoco tenía mucha más opción: los tres principales candidatos a las dos plazas -Denis, Espinosa y Edu Bedia- responden a ese perfil, es decir, en un hipotético 4-2-3-1 ninguno de los tres entraría en el doble pivote. El problema fue que, cuando esto se mezclaba con la salida entre centrales de Samper, el mediocampo azulgrana se abría demasiado. Se perdía el escalón intermedio entre los centrales y los dos mediapuntas. Un interior que en estas situaciones se aproximara a la base parecía la solución ideal y Suárez encajaba. El ex celtiña esconde bien el balón, avanza en conducción y posee buena visión y rango de pase, pero no fue el elegido. Si alguien tiene esa función en el Barça B, ese es Espinosa, aunque tampoco está muy claro.

Parecía una buena oportunidad para hacer a Denis más interior, pues entre las muchas cualidades del jugador no se cuenta una velocidad demasiado apreciable, siendo éste uno de los principales factores de duda a la hora de calibrar su futuro si es que se establece en una posición más adelantada. Aún así Eusebio apostó por ello y la apuesta le ha salido de fábula. Denis Suárez es mucho futbolista para la Segunda División. No es muy lógica su presencia ahí. Le costó llegar y encontrar su ritmo, pero está muy por encima de la categoría. Cuánto, lo veremos.

En el punto más bajo del filial, en plena crisis de resultados, Eusebio empezó a mover las piezas, sobretodo las de ataque. Una de las pruebas llevó a Suárez a la posición de extremo y ahí es donde se ha afianzado. No es la primera vez que el técnico de La Seca recurre a un centrocampista ofensivo para formar en ataque. Preferiblemente siempre sobre el perfil izquierdo, el desempeño del jugador ahí guarda ciertas similitudes con el de Iniesta la pasada temporada en el Barça de Vilanova. Tras recibir, es el hombre que permite al equipo juntarse arriba, algo que recurrentemente se presenta como un mal en el conjunto de Eusebio. Con el balón en su bota derecha, lo mantiene lejos del alcance del defensor y da tiempo a que el resto llegue. Entre ellos Planas, que dobla por fuera, y Espinosa, que hace lo propio por dentro. Incluso si la posición de Suárez es más próxima a la cal, pueden ser ambos los que rompan entre lateral y central.

Desde el extremo izquierdo, sin embargo, su ratio de movimientos es amplio y no sólo en horizontal. Ahí, como cabría esperar, suele intercambiar la posición con Espinosa, o sumarse a la frontal, llamar a los centrales a que salgan y filtrar el pase al desmarque del compañero. Pero además busca línea de fondo. Es la parte que habría que poner en cuarentena. En la división de plata su uno contra uno le permite salir vencedor, pero está por ver si en un contexto más exigente se impondría de la misma forma. Lo que sí hay que tomar en consideración es su capacidad para liderar el ataque del filial. Es el jugador más hecho y el que mejor decide, y ahora, de dulce, lo hace todo con una tremenda fluidez. A su alrededor, el fútbol del Barça B transcurre cómodamente.

Según parece, por contrato, el próximo curso abandonará el filial y se incorporará al primer equipo. A veinte de enero no vamos a jugar a diseñar plantillas, pero atendiendo únicamente al momento del jugador, tiene todo el sentido. Su lugar no es la Segunda División.