Cuando el partido está igualado, el City suele pegar más fuerte. Si no lo está, y a la resolución de los citizens arriba se le une el juego, pasa por encima. Es más o menos lo que sucedió ayer en el Tottenham-Manchester City. El equipo de Pellegrini saltó a White Hart Lane con tres novedades nominales y una táctica. Por las primeras, Negredo esperaba en el banquillo aguardando, seguramente, la visita del Chelsea el lunes. Arriba, la pareja la formaban Agüero y Dzeko, con el bosnio tendiendo una y otra vez a banda izquierdo para rellenar el agujero que deja Silva, hasta que Clichy, la segunda novedad, llegaba a su posición en ataque. Por último, también en defensa, entraba Demichelis. El resto, lo esperado. Con la entrada del argentino al lado de Kompany, el City ganaba en salida y perdía velocidad respecto a cuando está Nastasic, pero en los Spurs sólo Lennon ponía la ruptura arriba, y los de Scherwood no lo encontraron hasta ir dos goles por debajo.

A nivel táctico, la novedad, interesante y visto lo visto acertada, estuvo en la posición de Touré Yaya en fase defensiva. No se situó al lado de Fernandinho, en quien recaía el rol más posicional, sino por delante. Fue a buscar al doble pivote del Tottenham, y eso permitió a los visitantes recuperar más arriba de lo que es habitual. De hecho, vista la posición del marfileño y la habitual libertad de Silva para ser más mediapunta que hombre de banda, el City por muchos momentos dio la impresión de formar con un 4-3-3 en el que de los tres de arriba dos eran delanteros centro. Ya sabemos que cuando los skyblue atacan, Touré se descuelga para irse arriba, pero que ayer también lo hiciera en defensa fue novedad, y una cuestión a tener en cuenta en futuros análisis.

Apretando arriba acompañaban los laterales y un Jesús Navas siempre intenso sin balón. Recuperando en situaciones adelantadas, el City transitó rápido y fácil, y encontró cómodamente al Kun. Además cerca del área, y eso, con el argentino, todos sabemos de qué es sinónimo. No necesita espacios y se mueve entre rivales como un rio. Anotó el primero -recibiendo en el pico, como a él más le gusta- y pudo meter alguno más. Durante el primer tiempo, con Navas en la derecha y Dzeko trabajando considerablemente el lado izquierdo, la conexión Silva-Agüero fue suficiente para que la sensación de superioridad de los visitantes fuera más que notable. Con permiso de Adebayor. El togolés tardó en aparecer pero cuando lo hizo fue un balón de oxigeno para su equipo. Se aprovechó, otra vez, del espacio entre los centrales y la línea de medios del City para recibir y ordenar las salidas del Tottenham. Mientras hubo partido, su batalla con Kompany -100% Premier League- fue preciosa.

Al descanso, sin embargo, el Kun se quedaba en el vestuario, otra vez con problemas físicos. En su lugar entró Jovetic, que viendo su continuidad y presencia en el equipos esta temporada, es prácticamente un fichaje de invierno. Por los Spurs también quedaba fuera Dembele y entraba el francés Capoué. Entre una cosa y otra, el Tottenham ajustó y apretó más arriba. Por momentos lo tuvieron más cerca, pero Fernandinho filtró un balón a Dzeko y Rose lo derribó dentro del área. Penalty, expulsión y cero a dos. A partir de aquí, poco nuevo a analizar. Lo conocemos: el City, ante la ventaja, no controló como se esperaría pero volvió a matar arriba. Los goles de Dzeko, Jovetic y Kompany -cómo no, a la salida de un córner-, dejaron en anécdota el tanto de Capoué.

Como en anécdota parece que quedará la lesión de Touré. Salió del campo en el minuto 63 por Nastasic. Demichelis pasó al mediocentro, Fernandinho subió un escalón, y pudimos comprobar lo que nos perdemos cuando el brasileño se sujeta atrás. Más serio parece lo del Kun. En breve sabremos cuánto.